Hugo Reyna/EnLíneaDIRECTA
Reynosa, Tamaulipas.- Con motivo de la conmemoración del Centenario de la Revolución Mexicana se activó –como suele ocurrir- toda una cruzada mediática y propagandística desde una perspectiva en la cual se revisan los acontecimientos de la historia en forma superficial, pero sin ahondar en los conocimientos de aquellos que fueron artífices de las leyes y democracia que se gesta aun en México.
Un ejemplo de lo anterior y el conveniente olvido son los monumentos de mexicanos sobresalientes que ahora se encuentra en la ignominia y para quienes no hay honras ni homenaje alguno.
En el casino “Coahuilense” en la colonia Ribereña se encuentran dos bustos de precursores de la época post-revolucionaria y que contribuyeron a sentar las bases de la democracia mexicana: Francisco I. Madero y Venustiano Carranza.
El primero fue el presidente de México que sucedió la era del porfiriato y estableció el régimen de gobierno civil convulso por el mando de militares que dieron paso a revueltas por la lucha del poder, Madero fue precursor con la elaboración del Plan de San Luis el cese a la guerra y deponer en el gobierno a Porfirio Díaz en 1911, fue asesinado el 22 de Febrero de 1913 junto con el vice-presidente José María Pino Suárez, nació en 1873 en Parras Coahuila.
Casi la misma suerte que su paisano sucede con Venustiano Carranza nacido en Cuatro Ciénagas Coahuila y que fuera presidente de México de 1917 hasta 1920 año en que fue asesinado el 21 de Mayo.
Participó en la conformación del Plan de San Luis y derrocar al gobierno de Porfirio Díaz, pero sin duda alguna Carranza fue el padre de la Constitución al promover reformas sustanciales a partir de 1916, asistiendo como constituyente en las nuevas reformas que impulsó y creó el 5 de Febrero de 1917, fue gobernador de Coahuila y un destacado mexicano.
Hoy sus efigies que evocan su recuerdo se consumen con el paso del tiempo y hace mucho que no reciben mantenimiento alguno, salvo el cuidado de los administradores del Casino Coahuilense que no aceptan el olvido ingrato para con sus paisanos.
