Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Los “culpables”

Llama verdaderamente la atención el cúmulo de quejas y demandas de miembros de distintos partidos políticos en aras de encontrar al culpable del fracaso de éstos en las elecciones pasadas, y del éxito obtenido por el Partido Revolucionario Institucional, que en Tamaulipas ganó ocho de ocho, tal y como lo había prometido el dirigente estatal Ricardo Gamundi Rosas.
Es muy fácil criticar cuando el niño se ha ahogado; algo similar ha sucedido, por ejemplo, con el incendio de la guardería en Sonora, donde ahora resulta que todos son culpables y tienen cosas que reclamar a los demás. Nadie es capaz de enfrentar su parte de culpa, y vaya que hay gente en este caso que la tiene, tal y como sucede en los partidos políticos.
El Partido Acción Nacional –PAN- pide en voz de muchos de sus elementos, la cabeza de Francisco Javier Garza de Cos, el dirigente que se caracterizó por llevar una segunda voz al “muchacho pendenciero” de Germán Martínez, dirigente nacional, en el sentido de hacer una campaña de bravuconadas, de habladurías que lo único que dejaron fue una dolorosa derrota.
Germancito renunció, pero Garza de Cos no pretende seguir sus pasos, y ha anunciado que terminará su período.
Julio Meade Perales, miembro del blanquiazul y visible “cómplice” del diputado Francisco Javier García Cabeza de Vaca ha dicho que muchos tienen la culpa de la derrota: acusa a Maki Ortiz, a Gustavo Cárdenas, a Angel Sierra y a muchos más, asegurando que gracias a ellos se perdió.
Sin embargo, Julio Meade se ha olvidado de lo que Cabeza de Vaca sembró durante su gestión como alcalde, y que dejó inquietudes, dudas y una gran fortuna familiar a cuestas. Eso tiene un coste muy elevado, y la factura se la cobra el pueblo, los votantes, tarde o temprano. Hoy cobraron la misma con los altos intereses que implica.
¿Quién tuvo la culpa? Si el partido estaba en la luna, con un presidente de la República apoyando y con una nutrida –y costosa- campaña de desprestigio al PRI en todos los medios masivos de comunicación, si el PAN también decidió echar toda la carne al asador y a muchos campesinos y gente de la sociedad en su estrato socioeconómico más bajo se le presionó para que les apoyaran a cambio de las tradicionales despensas, cheques u obras, si muchos de estos personajes no hicieron la tarea y pensaron que porque Felipe Calderón haya detenido a muchos delincuentes ya tenían ganada la elección.
La culpa, realmente, la tienen todos los que pensaron que ganarían solo por el hecho de ser el partido del Presidente, y que nunca consideraron que el PRI ha decidido retomar la posición que considera le pertenece, y ha trabajado en forma mucho muy fuerte para ganar una elección, lo que se puso de manifiesto al ver los resultados contundentes.
Lo que no han considerado los inconformes en esta situación que afecta en Tamaulipas al PAN y al PRD es el hecho de que, independientemente de los grandes errores cometidos, de los pleitos internos que se suscitaron y que acaban por desencantar a cualquiera, no solo perdieron ellos, sino que también hay que pensar que el PRI fue el partido ganador, no por los errores de sus contendientes, sino por el trabajo realizado en forma minuciosa y cuidadosa durante el período anterior a las elecciones.
Ricardo Gamundi Rosas dijo en entrevista concedida a un canal de televisión que el resultado fue justo, que lo que se realizó durante estos meses ha dejado claro que en la entidad se tiene una adecuada estructura partidista en pos del proceso del próximo año, en el que seguramente los resultados deberán ser similares a los del presente, aunque no se confían en ello y ya están preparando las estrategias para mantener posiciones ganadas a través del voto popular.
Alguien decía que Tamaulipas era un estado priísta y que eso no estaba bien. ¿Es malo manifestarse con una preferencia? En un estado democrático cada uno de nosotros tenemos el derecho de tener la simpatía que nos dé la gana, porque es la parte en la que el derecho de los demás de expresarse se valida.
No tenemos una intención por hacer proselitismo, pero claro que todos simpatizamos con una de las fuerzas existentes: PRI, PAN, PRD, PSD, PVEM y otros más, aunque dicho sea con todo respeto, hay tres fuerzas en la entidad y en México, lo demás, son comparsas, partidos sin fuerza cuya finalidad es la de mantener un registro inusual para tener dinero de nuestros impuestos disfrazado de “prerrogativa”.
No se puede pensar seriamente en estos partidos pequeños; nos hemos pronunciado por la desaparición de los diputados plurinominales. Que llegue el que tenga simpatías y no el que algunos políticos desean.
Finalmente, somos nosotros quienes elegimos a nuestros gobernantes, nuestros representantes, así que, la responsabilidad final es totalmente de cada uno de los que vivimos actualmente en la entidad.
No tenemos idea de qué suceda el próximo año, pero sí estamos seguros de que habrá una fuerza que seguirá manteniéndose en el ánimo popular, y seguramente llevará a la gubernatura a ese hombre que muchos conocemos y con quien tuvimos el gusto de laborar.
Habrá cosas buenas en esa nominación, pero aún falta tiempo.
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