Gran legado, el de Ana Teresa Luebbert Gutiérrez.

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– “Vale la pena el esfuerzo”, solía decir.

Por sus valiosas aportaciones a la impartición de justicia en Tamaulipas y
al engrandecimiento del acervo cultural en Reynosa, así como por haber
desarrollado una destacada carrera de servicio público caracterizada por su
incansable y visionario carácter, Ana Teresa Luebbert Gutiérrez fue
recordada en su séptimo aniversario luctuoso.
Fue la plaza pública que hoy lleva su nombre, el escenario del emotivo
homenaje que le rindieron familiares, amigos, ex colaboradores y autoridades
del Ayuntamiento que hoy, coincidencialmente preside su hermano Óscar.
Acompañado de su esposa María Esther Camargo de Luebbert, de su hermana
Emilia, familiares y de un innumerable grupo de personas que conocieron y
convivieron con su hermana Ana Teresa, Oscar Luebbert escuchó a la Directora
del Instituto Reynosense para la Cultura y las Artes, Elsa Sánchez de
Gutiérrez, recordar, frente al edificio del Tribunal Regional de Justicia
del Estado y ante los asistentes, a la gran mujer que fuera Ana Teresa
Luebbert Gutiérrez, nacida el primero de noviembre de 1954.
Una de sus ex colaboradoras y gran amiga, Emilia Vela González, rememoró una
las frases que solía decir Ana Teresa Luebbert: “Vale la pena el esfuerzo”,
Destacando que de 1999 al 2002, siendo presidenta del Supremo Tribunal de
Justicia del Estado, la Licenciada Ana Teresa Luebbert se destacó por su
entrega total a la vocación, por su exigencia en el quehacer de la justicia
con sus colaboradores logrando grandes avances en su equipo, todo ello
gracias a cursos y maestrías.
Mujer impulsora del federalismo, hija predilecta de Reynosa por su
pensamiento claro, con una mirada en el infinito horizonte cultural, también
fue recordada por el maestro en artes pláticas Artemio Guerra, quien
remembró los principios de los años 80´s, cuando Ana Teresa fuera directora
de la Casa de la Cultura y posteriormente formara los Talleres Libres de
Arte, trayendo a Reynosa a la Sinfónica Nacional de México de 1984 a 1987,
Entre otras muchas actividades que constituyen el gran legado que dejó Ana
Teresa Luebbert Gutiérrez, se encuentran la fundación de la Asociación de
Mujeres Profesionistas de Reynosa; haber sido integrante del Ateneo donde
imprimió amor por los valores nacionales y la cultura mexicana; impulsar la
edición del primer libro de Historia de Reynosa para estudiantes; e
instituir el 14 de marzo como día para realizar el homenaje a los pobladores
que se trasladaron de la margen del río Bravo, por Reynosa Díaz, al actual
Reynosa.
Bajo el favor de múltiples nubes que aminoraron oportunamente la temperatura
matutina, Ana Teresa Luebbert Gutiérrez recibió el homenaje de hombres y
mujeres, que hoy viven un Reynosa con diferentes retos, pero que bien harían
en tomar su ejemplo de carácter y unirse a su ideario. “Que la majestad de
la ley impere para que en Tamaulipas altiva y heroica, vibre la voz de
libertad y de justicia”.

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