Tres de cada diez jóvenes elige una profesión que no concuerda con sus intereses ni aptitudes; además el 35% de los profesionistas activos no está satisfecho con la profesión que eligió.
CIUDAD DE MÉXICO — Tres de cada diez jóvenes mexicanos eligen una profesión que no va de acuerdo con sus intereses, aptitudes o gustos, de acuerdo con datos del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPCS).
La equivocación o mala elección de carrera se debe principalmente a que la selección es hecha con base en profesiones que se piensan con mayor oferta laboral, aunque ésta no satisfaga los intereses y necesidades, coincidieron expertos.
A ello se suman la presión familiar o de amistades, los cambios propios de la adolescencia y depresiones que no permiten establecer claramente qué se desea estudiar.
“En México 35% de los profesionistas no está satisfecho con la profesión que eligió (…), en los setenta y ochenta se daba muy poca importancia a los exámenes de orientación profesional”, dice la directora de Psicología del IIPCS, Adriana González.
Estudiar una carrera por alguna razón ajena a la vocación o pasión, atraen en el mediano plazo problemas que van desde el desgano y apatía hasta la frustración, señala el experto en psicología organizacional Victor Muriedas.
La frustración a su vez ocasiona problemas en el centro de trabajo que pueden derivar en un despido y en problemas económicos para el profesionista.
Esto también puede ocasionar subocupación.
Actualmente el 63% de los profesionales mexicanos trabaja en un área diferente a la carrera que estudió, y debido a la falta de oportunidades debe emplearse en campos que ofrezcan plazas, aunque no se relacionen con su experiencia.
Las causas
Las razones por las que un joven no elige la profesión correcta deriva de factores externos e internos.
Dentro de los externos el principal radica en que se decide estudiar una carrera “rentable”, sacrificando en muchas ocasiones las aptitudes y habilidades intelectuales del individuo.
Otro factor es el entorno afectivo, pues en ocasiones son los padres de familia quienes imponen a toda costa una profesión para continuar con un negocio, porque es la tradición familiar o porque proyectan lo que no pudieron ser.
El último de las factores externos tiene que ver con los amigos, que en la adolescencia pueden influir en el joven o desviarlo de sus verdaderas aptitudes.
Dentro de los internos están principalmente los problemas de autoestima y percepción personal.
Antes de elegir una carrera, los expertos recomiendan tener información suficiente para lograr una decisión informada.
“”Es vital que los jóvenes sepan que de esta decisión dependerá su futuro, lo que elijan hoy va a seguir afectándolos de forma positiva o negativa dentro de los próximos 50 años”, aconseja el director general del Bumeran.com México, Mateo Cuadras.
Los orientadores vocacionales, directores de carrera y egresados que ya ejercen su profesión son fuentes de información excelente que ayudan a tener un panorama más claro del mercado real de esa opción.
Murieras hace énfasis en que seleccionar una carrera es elegir un proyecto de vida, delimitar grupos de trabajo, espacios y hasta los tiempos en los que se va a trabajar.
Antes de elegir una profesión, el IIPCS recomienda tomar en cuenta:
1. Potencial Intelectual, que es la capacidad para rendir conforme el medio ambiente lo exige.
2. Valores: dentro de las profesiones existen valores implícitos que son inherentes a cada individuo; por ejemplo, si se tiene inculcado el valor de la justicia, es probable que se incline por el derecho.
3. Intereses: lo que llama la atención o lo que disfruta un individuo; por ejemplo, el interés científico, artístico, deportivo, etcétera.
4. Las aptitudes: el talento natural de cada persona.
5. Rasgos de personalidad: los que caracteriza y define a cada persona; por ejemplo, ser extrovertido, persuasivo, introvertido, capacidad de liderazgo, etcétera. Esto se aplica a los perfiles de cada carrera.