Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Verano cultural

Hay muchas cosas que hacer en las vacaciones, pero para niños de repente se nos cierra el mundo y no tenemos idea de a donde enviarlos. Por lo general, buscamos los cursos como el que dio durante once años el Gimnasio Multidisciplinario de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y que por razones que no acaban de convencernos este año no se llevó a cabo.
El curso tenía actividades deportivas diversas, la mayoría en superficie techada, es decir, en el magnífico gimnasio con que cuenta la UAT, lo que propiciaba un desarrollo físico interesante para los pequeños. Hoy no fue así y hubo otras opciones como la que ofreció la Secretaría de Salud a hijos de trabajadores en el gimnasio “Manuel Raga” de la Unidad Deportiva “Adolfo Ruiz Cortínez” y que constituye un gran éxito para los chicos y sus padres.
Este verano hubo otras opciones más: el Museo Regional de Historia de Tamaulipas, allá por el rumbo del 22 Allende, tuvo un interesantísimo curso denominado “Mis vacaciones en el museo”, mismo que concluyó este viernes 24 con una exposición de trabajos de los pequeños que asistieron.
Entre los profesores tuvimos oportunidad de saludar a la distinguida maestra Oralia Vela, destacada escultora local y a muchas otras personalidades, entre ellas, la directora del museo, Laura Elena Lavín González.
Los niños tuvieron actividades de pintura, dibujo, escultura en plastilina y otros materiales, murales, un taller de dinosaurios en el que aprendieron de los primeros animales de la Tierra y tuvieron oportunidad de recrear sus figuras con distintos materiales y técnicas. Fue una delicia de curso para los niños, lástima que duró únicamente dos semanas.
Decimos que es una nueva y buena opción porque los pequeños no fueron a correr o a jugar y practicar deportes sino a desarrollar su creatividad: el arte estuvo presente en todo momento y lo más interesante es que los niños, cuyas edades oscilaron entre los 6 y los 12 años tuvieron oportunidad de dar rienda suelta a su imaginación, de hacer otras cosas distintas y de ocupar parte del tiempo de vacaciones en actividades culturales y recreativas.
Nos da gusto que los museos se incorporen a los cursos de verano. Ya anteriormente el museo TAMUX tuvo sus cursos y suponemos que este año también han desarrollado actividades. Es interesante saber que hay una preocupación cada vez mayor por procurar actividades a los niños que les dejen algo más que entretenerlos. Los cursos de verano, en forma equivocada son interpretados por muchos padres como una extensión de guarderías donde llevamos a los chicos a que nos los entretengan mientras nosotros trabajos. Las vacaciones de la escuela pueden aprovecharse bien, y somos de la idea de que los niños deben disfrutarlas.
Nos atrevemos a sugerir que los cursos de verano pudieran comenzar en horarios que les permitan a los chicos dormir un poco más que de costumbre cuando van a la escuela, y tener actividades de juego, recreo, cultura, desarrollo de diversas habilidades, práctica deportiva y ejercicios que les permitan tener una mejor forma de expresión, verbal, oral y escrita.
Ese sería un ideal de cursos, pero también debemos entender que los muchachos tienen necesidad de estar descansando, de tener momentos de esparcimiento y de relajamiento. No todo es levantarse temprano y hacer sus deberes: también es justo tener tiempos libres, y eso lo sabemos quienes tenemos hijos y estamos pendientes de ellos.
Cada vez es mayor el número de opciones en el verano, y bien vale la pena buscar lo mejor para nuestros hijos, pero no debemos tampoco tener la idea de que será algo así como una guardería. Los niños tienen necesidades diversas y los padres tenemos que entender que los hijos también gustan de disfrutar la compañía de los amigos, los familiares y tener juegos. No todo es disciplina, pues.
El curso del Museo Regional de Historia de Tamaulipas nos ha dejado una muy grata impresión, y a los hijos les ha permitido encontrar una manera distinta de aprovechar su mañana. La verdad es que hay cosas que tenemos que propiciar: el dibujo, la escultura en menor escala, la pintura y las charlas culturales son básicas en el desarrollo de los chicos.
Será saludable que, entrando de vacaciones, las autoridades del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes pudieran ir pensando en qué nos van a ofrecer para nuestros hijos en el próximo verano. Dirá alguien que falta prácticamente un año, pero si se planea bien la actividad, seguramente el resultado será un mejor programa para todos ellos.
Fomentar la cultura desde pequeños nos dará excelentes resultados sin lugar a dudas, y si nosotros cooperamos con las autoridades para que nuestros hijos tengan esta facilidad, seguramente tendremos una mejor juventud, más estudiosa, más culta (que es vital para un buen desarrollo), y sobre todo, con acciones que les ayuden a fomentar el crecimiento en las habilidades que cada uno tenemos y debemos desarrollar.
Los hijos son algo tan importante para el hombre que debemos entender el sagrado depósito que se ha hecho en nosotros. De nosotros mismos dependerá darles las herramientas necesarias para que, en unos años, se conviertan en esa parte fundamental de desarrollo que necesita México para crecer de mejor forma. Recordemos que, mejores muchachos implica un mejor futuro y por consiguiente, una mejor nación.
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