Malformaciones congénitas: el rostro del infortunio

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-Cristo Mario, requiere el apoyo

Benny Cruz Zapata/EnLineaDIRECTA

Victoria, Tamaulipas.-Las malformaciones congénitas en Tamaulipas siguen lacerando la vida de los niños que, desde su nacimiento se enfrentan al dolor, al peregrinar hospitalario, que da cuenta que no hay peor pesadilla para los menores y sus familias que la búsqueda de la salud.

El doctor Roberto Rodríguez, especialista en pediatría y subdirector del Hospital Infantil, menciona que las malformaciones congénitas implican un daño tremendo tanto físico, emocional y económico ya que tanto los niños como sus familias se enfrentan a un proceso largo y costoso.

Precisa que de acuerdo a los monitoreos realizados, las malformaciones congénitas que más afectan a los niños en Tamaulipas son: malformaciones de la espina bifida, melingosele, hidrocefalia, diversas malformaciones cardiacas, malformaciones genéticas entre las que sobresale el síndrome de Dawn, además de otras menos frecuentes como son las malformaciones anorectales.

Parte de la estadística y de acuerdo a lo que se maneja, de estas últimas, uno de cada cinco mil niños llega a padecerlas, uno de ellos es el pequeño Cristo Mario Vera González.

Su sonrisa contagiosa es el antídoto para la desesperación y la tristeza de sus padres, Mario y Edith… sus ojos… la luz que necesitan para alumbrar el camino que se les nubló desde su nacimiento cuando les diagnosticaron una malformación congénita, que han convertido la vida del pequeño en una pesadilla de dolor… apenas tiene un año de edad, ya sabe lo que es vivir entre hospitales, medicinas e inyecciones… al dar cuenta de ello las lágrimas de Edith solo son un esbozo de lo que les ha tocado vivir:

-Sólo Dios sabe lo que estamos viviendo, porque no hay nada peor que tener un hijo enfermo, sobre todo cuando, como nosotros carecemos hasta de los más indispensable, mi bebé nació con una malformación ano rectal y en Tampico hubo fallas en su atención, nos venimos a Victoria, porque ya se nos estaba muriendo y aquí andamos a la buena de Dios.

Recuerda como si hoy mismo fuera, la madrugada en que desesperados porque el niño ya no respondía a la estimulación clínica que les habían recetado, en el Hospital Carlos Canseco

-A mi hijo no le detectaron el mal cuando nació, pero a los pocos días nos dimos cuenta que algo no andaba bien ya que no hacia del baño, al llevarlo al hospital nos dieron el diagnóstico, tenia una malformación que debería atenderse, estuvo vario tiempo internado pero al darlo de alta un día se pone bien malitio, desesperados nos venimos de raid a Victoria, porque nos dijeron que en el Hospital Infantil habían especialistas que podían salvarlo, eso fue hace tres meses y él sigue bajo supervisión médica.

Por si fuera poco, su precaria economía toco fondo, cuando ambos fueron despedidos de su trabajo, al prolongarse la atención hospitalaria del pequeño, quien retando a los diagnósticos fatales y recibiendo la atención especializada requerida, a través del doctor Sergio Carlos Rivera García, cirujano pediatra del Hospital Infantil de esta capital.

El especialista entrevistado expone que el caso de Cristo Mario, contenido en el expediente clínico 33194, hace referencia a una malformación anorectal :

-Los bebés con el tipo de malformación al que hacemos referencia hace que el pasaje anal sea estrecho, es necesario llevar a cabo periódicamente un procedimiento conocido como dilatación, para ayudar a estirar los músculos anales de modo que las heces puedan pasar, esto tiene que tener supervisión clínica de un especialista en pediatría, desafortunadamente hay muy pocos en el estado, de hecho en Tampico sólo hay dos y se dedican a la atención privada.

Comparte que en cuestión de malformaciones congénitas, los niños que las padecen al igual que sus familias se enfrentan a un duro proceso, ya que a pesar de que existen apoyos institucionales por ser niños de la llamada nueva generación no son suficientes.

En este mismo sentido, el doctor Roberto Rodríguez, subdirector del Hospital Infantil, menciona que independientemente del financiamiento de la atención clínica, hospitalaria e incluso de medicinas; cuando los menores y sus familias se enfrentan a una situación de este tipo se dan los que se denominan como daños colaterales:

-Los programas de apoyos existen, se aplican y son de enormes beneficios en cuanto a atención clínica, pero en este tipo de situaciones, hay muchos otros gastos como es la alimentación, el hospedaje, estudios que no se contemplan, igual que medicinas, duele ver a los padres acampando fuera del hospital, batallando hasta para comer, comprar pañales, leche y la alimentación especial para sus niños.

En el caso de Cristo Mario: cuando sus padres lo ven sonreír e intentar decir sus primeras palabras, a Edith y a Mario se les renueva la esperanza y el ánimo de no dejarse vencer por la adversidad, por ello desde su llegada a la ciudad en espera de la atención clínica anhelada…y ante la falta de un trabajo temporal para él, se han puesta en el crucero del ocho Bulevar Adolfo López Mateos, pidiendo el socorro público, ya que además del medicamento y la atención, el pequeño requiere de pañales, sonda y alimento especial, que no le pueden dar, pues en su casa provisional ubicada en la calle García García del Fraccionamiento Rincón de Tamatan No 2208…carecen de los más indispensable.

Con Cristo Mario y su familia… el llamado es la solidaridad colectiva porque en ello va la salud de quien apenas empieza a vivir.

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