Carlos Santamaría Ochoa/Entre Nos *Repunte turístico

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Pese a la crisis, pese a inclemencias del tiempo, la industria turística está mostrando en Tamaulipas un interesante repunte: la ocupación hotelera en los sitios de recreo se ha incrementado notablemente a grado tal que ya se piensa que lo perdido durante los meses difíciles podrá recuperarse en un porcentaje muy sustancial.

La visita al puerto de Tampico nos mostró un sinnúmero de paseantes, principalmente originarios del vecino estado de Nuevo León, aunque pudimos apreciar gente de San Luis Potosí, Veracruz, Coahuila, Distrito Federal y otros lugares de nuestra hermosísima República Mexicana. La Secretaría de Turismo reporta un muy buen porcentaje de ocupación que sobrepasa en general el 75 por ciento en estos lugares.

También hay beneficios para líneas aéreas, de autobuses y Caminos y Puentes Federales reporta un incremento en el flujo vehicular. Todo parece que va bien, aunque por desgracia los accidentes se han incrementado también debido al exceso de velocidad y el consumo de bebidas alcohólicas principalmente, el “coco” de las carreteras que se toman como verdaderas pistas de carreras.

Tenemos el ejemplo de la rúa Victoria – Tampico, donde muchos, pero muchos la toman como autopista y se puede apreciar que la gente no tiene idea de lo que es manejar en forma adecuada; velocidades que superan los 140 kilómetros por hora son comunes y eso nos hace víctimas potenciales de los salvajes que no tienen idea de lo que es el amor por la vida.

Volviendo con el tema del turismo, el litoral tamaulipeco nos enseña que hay gente para todos los negocios por pequeños o grandes que sean: los hoteles de lujo tienen buen porcentaje de cuartos alquilados, los hotelitos, prácticamente llenos al igual que las casas de huéspedes y moteles, y lo anterior se refleja en el consumo en restaurantes, bares y tiendas de conveniencia.

En la playa Miramar vemos decenas de turistas que acuden a comprar bebidas de todo tipo para estar conviviendo (conbebiendo, pues) en la playa con sus amigos o familiares, y de la misma manera, el consumo de botanas y demás es algo cotidiano. Hay dinero fluyendo en los puntos turísticos.

Claro, hay sitios donde el flujo es menor e inclusive seguimos en crisis. Un ejemplo claro lo podemos ver en Victoria, la capital, donde la verdad sea dicha, no hay muchos atractivos turísticos y eso, aclaramos, no es culpa de nadie sino de la geografía que tenemos.

Siendo una ciudad meramente burocrática, Victoria arroja ahora números poco gratos: los hoteles no tienen mucha ocupación dado que en el gobierno del estado y municipal hay vacaciones, por lo que los que vienen a realizar trámites no acuden y eso significa cero ocupación, cero consumo en restaurantes y demás. Hay sitios que no tienen la suerte de los que nos regalan atractivos propios del verano como playas y albercas principalmente.

De todos es sabido que en estos tiempos de calor la gente prefiere ir a donde hay agua y arena: desde Matamoros a Madero hay gente; algunos puntos no están plenamente explotados, sin embargo, la gente acude en menor escala, lo que nos da gusto saber, porque quiere decir que, insistimos, hay dinero para muchas familias que prestan servicios, ofrecen bienes o algo más.

También podemos decir que en cuanto a oferta aeronáutica, Victoria no tiene mucho ahora en estos días: hay dos líneas que ofrecen el servicio al Distrito Federal y de regreso: Aeroméxico y Aeromar. La primera, sinceramente, ha dejado mucho que desear en cuanto a cumplimiento de horarios y formalidad, lo que se refleja en un sinnúmero de retrasos y obviamente, que la gente opte por otra posibilidad.

En el caso de Aeromar, aunque es una época difícil para ellos, han tenido un buen repunte desde que se levantó la alerta epidemiológica de abril pasado. La ocupación es menor que el año pasado por aspectos sanitarios y de la crisis que vive el mundo, pero se está recuperando. Datos de la Dirección de Aeronáutica civil en cuanto a frecuencias y pasajeros nos muestran que la aerolínea ha tenido aproximadamente uno 70 u 80 por ciento de ocupación con relación a los mismos meses en el año pasado. No es malo, y mucho menos si consideramos que los días de vacaciones no son propicios para Aeromar, dado que prácticamente ofrece un servicio ejecutivo, para gente que viene al gobierno y que va al D. F. a atender asuntos oficiales. Las vacaciones son poco aprovechadas por la aerolínea que es la única que ha volado de la capital del país a Victoria y de regreso.

No podemos dejar de pensar en el servicio de la Policía Federal de Caminos y los ya famosos Angeles Verdes que ofrecen servicio de auxilio turístico desde que tenemos razón, y que son verdadera ayuda para quien se queda en carretera con un problema mecánico o de otra índole.

Los accidentes, esos sí nos preocupan porque se siguen incrementando. Aquí cabe la recomendación para que quien está aprovechando los días para descansar, lo haga sin mezclar volante y alcohol, para que podamos volver a casa en buen estado, sin tener que lamentar problemas, y sobre todo, haciendo todo cuanto nos es posible por respetar todo tipo de leyes.

Somos nosotros los que pondremos la muestra a quienes hacen gala de influyentismo o prepotencia. Somos los ciudadanos los que, en aras de disfrutar y tener recuerdos agradables de las vacaciones, tenemos que poner nuestro importantísimo grano de arena para lograrlo.

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