Maremágnum/Mario Vargas Suárez *La propuesta

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El título de esta colaboración es una invitación a quien corresponda, para revalorar en Tamaulipas los recursos humanos que se han formado en instituciones locales, nacionales e internacionales.

Hoy esas personas forman un parte de un inventario humano que puede revivir una industria que, por lo menos, durante una década en Tamaulipas abrió espacios económicos importantes.

El “turismo académico” en el mundo ha sido una fuente de ingresos muy significativa, algunas universidades como Harvard, Yale, la Universidad Popular de París, la de Bolonia en Italia, la Complutense en Madrid y algunos países como Inglaterra, Canadá, Cuba, etc., “viven de los estudiantes”.

En el territorio nacional se han distinguido varias entidades, particularmente en el DF la UNAM, Bellas Artes, la Escuela Libre de Derecho, la Academia de San Carlos y otras privadas como la Ibero, ironizada por en uno de los personajes de Luis de Alba. La Salle, es otra.

En el interior del país es innegable el prestigio del Tec de Monterrey, la U de Guadalajara, El conservatorio de las Rosas en Morelia.

En su momento Tamaulipas como formadora de profesores tuvo su auge e incluso a sus egresados se les envió, hasta finales la década de los años noventa por todo el suelo nacional, las promotoras: Escuela Normal Rural de Tamatán, La Benemérita Escuela Normal Federalizada y la Escuela Normal Superior, ésta última de carácter privado.

El turismo académico en Cd. Victoria se dio gracias a la perseverancia de un grupo de profesores victorenses que insistieron en la creación de la Escuela Normal Superior de Tamaulipas convirtiéndola en uno de los centros educativos nacionales con más de 5 mil profesores-alumnos que verano a verano llegaban de todas las latitudes de México e incluso de profesores hispanos radicados al sur de gringolandia y de varias universidades públicas y privadas.

Con esta actividad educativa la ENS provocó una derrama económica envidiable en el estado, significando millones de pesos cada verano que los profesores dejaban en las arcas de Cd. Victoria.

Los normalistas no solo beneficiaron a los propietarios de la institución, sino que alcanzó al gobierno del estado, a prestadores directos e indirectos de servicios y las actividades económicas alternas que se desarrollaron con muy buen ritmo.

Lamentablemente la “gallina de los huevos de oro” terminó su ciclo cuando en 1999 la SEP suspendió los cursos de verano e la ENST para dar paso a los cursos semi escolarizados, implantando una modalidad que literalmente no convino ya a los estudiantes porque los quisieron hacer venir dos veces al mes y no una vez al año.

Volver al Turismo Académico es posible y ayudaría sin duda a seguir construyendo una ciudad culta, una ciudad con prestigio y distinguida en la comunidad científica, entre los académicos del mundo.

Sabemos que hay maestros y doctores que se han formado en diversas disciplinas pero, ¿Actualmente se desempeñan en qué? Percibo que algunas de estas luminarias de la ciencia no están siendo bien aprovechados.

Tamaulipas está en la posibilidad de ofertar cursos, seminarios, talleres, congresos, simposium, mesas redondas, de muy buen nivel que provoque la necesidad de buscar mayor y mejor información, de generar una diversidad de ideas propositivas de investigación científica.

Es importante subrayar que “La propuesta”, esta propuesta no es de abrir cursos, maestrías o doctorados solo para sacar dinero, la idea es que hacer aprestigio, que haya exigencias académicas.

“La propuesta” no va encaminada al regalo o venta de calificaciones o documentos, la idea es hacernos de un prestigio que nos recomiende como una entidad formadora de los profesionales que Tamaulipas, México, el continente y el mundo necesitamos.

Escuelas “patito” o “escuelas pirata” ya no… de ésos la sociedad está cansada y si deja, pero a cambio de dinero existe desprestigio enorme.

La idea está ahí, la propuesta de hacer de Tamaulipas una entidad académica puede generar divisas importantes.

Corresponde a los tomadores de decisiones aceptar el reto, también pueden hacer como que no leyeron estas líneas, es su determinación, aunque no su derecho. Hemos visto muchas cosas y esperemos vengan mejores.

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