Un equipo de arqueólogos ha descubierto los restos de cinco navíos romanos, cuyo cargamento estaría prácticamente intacto, en las aguas de la pequeña isla de Ventotene, en la costa oeste italiana.
Los barcos, que se habrían hundido entre 1.600 y 1.800 años atrás, transportaban vino, aceite de oliva, salsa de pescado y lingotes de metal, además de utensilios de cocina y objetos de metal y cristal que todavía no han sido identificados.
Según Annalisa Zarattini, del Ministerio de Cultura italiano, los cinco navíos están mejor preservados de lo habitual gracias a que naufragaron en aguas profundas del Mediterráneo (de entre 100 y 150 metros) lo que los protegió de las corrientes marinas.
Además, los barcos -el mayor de los cuales tiene 20 metros de eslora- se hundieron sin volcar, por lo que su carga se encuentra casi en la misma posición en la que fue colocada originariamente.
Refugio
Según explica el corresponsal de la BBC en Roma, David Willey, la pequeña isla de Ventotene ha sido utilizada lo largo de los siglos como una prisión y ha servido de lugar de refugio para los marineros ante el clima adverso en el mar Tirreno.
Por sus aguas también pasaba una importante ruta comercial entre el Imperio Romano y sus territorios en el norte de África.
Annalisa Zarattini explicó que el descubrimiento tuvo lugar gracias a que ahora los arqueólogos llevan a cabo sus búsquedas en aguas más profundas, en parte para evitar el saqueo de tesoros submarinos.
Al parecer, con la mejora de la tecnología, los saqueadores pueden sumergirse a mayor profundidad que en el pasado.
“Es importante que lleguemos primero”, señaló Zarattini.