Videojuegos, una adicción peligrosa

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Advierte psicóloga sobre el cambio violento de conducta que experimentan menores aficionados a este tipo de ‘diversión’

La adicción a los videosjuegos entre los menores es alarmante en la frontera de Coahuila por la facilidad que se tiene para conseguir este tipo de entretenimientos, lo que a la larga afecta en la vida adulta, convirtiéndose en un serio problema social, advirtió la psicóloga Sol Jimena García.

Reveló que la frontera de Coahuila destaca, a diferencia de otras regiones del interior del estado, por la adicción a los videojuegos que se ha detectado en menores de edad, y a la falta de atención de los padres para atender lo que a futuro puede convertirse severas afectaciones en la etapa adulta”, reveló.

Acceso fácil

Aseguró en entrevista que en la frontera se nota más el problema de la adicción a los juegos, debido a que los pequeños tienen más fácil acceso a un videojuego o una computadora, que tienen contenido de violencia o de corte sexual.

“Incluso hay juegos en los que aparece un estadounidense agrediendo a un mexicano ilegal, lo que conlleva a que el menor se concentre en el pasatiempo, por lo que se corre el riesgo, si no se toman medidas, de que en la vida adulta imite la agresión”, refirió.

Destacó que se han detectado niños donde la conducta ha cambiado, pues notan comportamientos agresivos con sus mismos padres, porque les intentan controlar las horas que pasa frente a una pantalla de televisión o de computadora.

“Esto los lleva a que conforme van creciendo se vuelvan insensible al dolor, a la muerte o donde dos personas se están agrediendo y no intervenir, pues fue algo que lo vio normal porque siempre estuvo relacionado con violencia en los juegos y lo ve como algo normal”, mencionó.

Señaló que en las bajas calificaciones se nota de forma más marcada en los niños que se la pasan gran parte del día frente a una computadora que tiene este tipo de juegos o un televisor, los que se vuelven difíciles para los padres, pues no los obedecen o se vuelven agresivos.

“Se hacen adictos porque en los videojuegos tienen etapas y en la que se concentran tanto que quieren pasar de una a otra, así pasen dos, tres o más horas, lo que influye para que no estudie o coma a sus horas”.

Finalmente, comentó que se advierte que el problema en los próximos años se podría agravar si los padres de familia no toman cartas en el asunto.

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