Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *A cuidar el agua

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Las noticias que tienen que ver con la capital de la República en el sentido de que será racionada el agua por cuestiones de falta del vital líquido, nos tienen preocupados a millones de mexicanos que vivimos una de las más calurosas épocas de todos los tiempos: Victoria tiene por cuarto día consecutivo una de las cinco temperaturas más altas del país.
En charla con José Florencio Bringas, gerente de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Victoria surgió el tema de cómo las altas temperaturas están repercutiendo en muchas cosas, entre ellas, el consumo desmedido en la capital.
Dice el funcionario que de mil cien litros por segundo, Victoria está gastando mil 400 litros, es decir, casi un 25 por ciento más, lo que significa que hay que buscar otras alternativas para que haya agua en casa.
En ese sentido, hace notar que la gente ahora gasta más pero a veces no se justifica: nos quedamos más tiempo en la regadera o aún hay quien “barre” la banqueta con agua, o los que en forma por demás ilógica riegan todos los días los jardines de sus hogares, cuando en estos tiempos hay que hacer esfuerzos entre todos.
Es increíble, por una parte, hay inconscientes que dicen: “a ti que te importa, yo pago mi agua”, pero también es justo mencionar que hay más personas que ven a alguna de esas personas poco inteligentes y hacen cara de asombro, es decir, hay una mejor y mayor cultura de cuidado del agua, a pesar de que aún se debe trabajar fuerte en el tema.
Y en este sentido, no se vale, créame, tener poca madurez para gastar agua en forma estúpida cuando hay sitios donde ni idea tienen de cómo sacar el vital líquido o como poder lavarse las manos en el día.
Hay que hacer algo, sin lugar a dudas, por cuidar el líquido.
Y mire lo que son las cosas: Victoria tiene prácticamente tres puntos de abastecimiento: La Peñita, la Vicente Guerrero y los pozos de la zona norte; estos últimos aportan poco pero ayudan.
En el caso de la Peñita, están ahí los manantiales tradicionales con que se abastecían nuestros abuelos. Hoy, está convertida en una central de distribución de agua, pero en épocas de calores y sequía como la que vivimos, hay conflicto, ya que de los 900 litros por segundo que nos llega a dar, ahora se le están extrayendo entre 150 y 200 litros por segundo. Hay que ver la manera en que se ha reducido de ahí la distribución de agua.
En cambio, el acueducto de la presa Vicente Guerrero nos está sacando de apuros porque se extraen de ahí mil litros por segundo, lo que nos permite tener agua a todos, aunque también los que la desperdician.
Muchas cosas se deben hacer, pero la más importante es, sin duda alguna, la concientización en casa. Son nuestros hijos los que padecerán la falta de agua. Habría que recordar qué pensaban los del Distrito Federal hace 50 años, cuando ni idea se tenía que sería la ciudad con mayor contaminación del mundo, entre las que más habitantes tienen, y la que tendría problemas del vital líquido.
Muchas cosas hay que aprender, y los capitalinos ahora están pagando la irresponsabilidad de los padres o los abuelos. Hoy se ha convertido en un problema el hecho de no contar con suministro en todo el día.
Recuerde el lector que hace unos años en Victoria había el mismo problema, y el agua llegaba en ciertas horas, por lo que algunos victorenses tenían que levantarse a la 1, 2 o 3 de la mañana a llenar recipientes, a lavar o hacer labores en tanto se tenía liquido. No era fácil y nos tocó vivir esta serie de experiencias.
Pero hay que considerar que ahora, gracias a obras que no se ven, Victoria tiene garantizado el abasto del líquido, hoy podemos afirmar con toda confianza que no existe problema grave en la capital tamaulipeca a pesar de vivir estos tiempos tan difíciles de calores.
Resulta reiterativo, pero no nos dejen solos, hay que participar, no solamente en Victoria sino en todo el país: hay que hacer gala de solidaridad para con los demás y ahorrar el líquido que, cada vez cuesta más llevarlo a las casas, y también, cada día es más difícil su transportación. Ya no es como antes, y todos tenemos que considerar esta realidad y hacer lo que nos toca.
Iniciar en la casa, con los hijos, para que aprendan a cuidar el líquido y saber qué se tiene que hacer en aras de contar con el ahorro necesario.
Es increíblemente alarmante lo que acontece en el D. F., y si no nos ponemos atentos, podrían estos problemas multiplicarse y llegar a otros lares. Tamaulipas tiene garantizado su abasto, pero no estamos exentos de un problema al respecto.
Ya tenemos la palabra los padres de familia, porque no hay que olvidar que un buen ciudadano es producto de una adecuada formación, y ésta viene de casa, donde los padres tenemos la responsabilidad de hacer algo por mejorar el mundo en que vivimos a través de quienes habrán de dirigir el mundo, su entorno.
El agua es vida, hay que cuidarla, nos urge a todos. No crea que es problema de algunos, sino de todos.
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