– Además de gastos médicos, tienen que cubrir los propios
Benny Cruz Zapata/EnLíneaDIRECTA
Victoria, Tamaulipas.- No hay nada peor para los necesitados que enfrentar los estragos económicos que causa el padecimiento de cualquier enfermedad; pues además de los gastos médicos que no amparan las instituciones, hay medicamento que no esta en el llamado cuadro básico, así como estudios especializados.
“Y si esto fuera poco, toda enfermedad trae gastos colaterales; por ejemplo alimentación, hospedaje, vemos como cuando un hijo se enferma los padres de familia estan al pie del cañón, muchos no son de esta ciudad y aunque hay un albergue disponible, muchas veces de declina usarlo por estar al pendiente de la salud de los menores”.
Opina el doctor Roberto Rodríguez, especialista en pediatría y subdirector del Hospital Infantil, para quien el panorma descrito es doloroso:
-Nosotros lo vemos cuando las víctimas de las enfermedades son los niños, los padres pasan por una serie de situaciones dolorosas, pues hay padecimientos que duran meses y la vida de toda la familia se trastorna, sobre todo cuando no se tienen los medios económicos para solventar los gastos más elementales, ya que además de los requermientos clinicos del enfermito, estan las necesidades básicas de su familia.
Doña Carmen Zuñiga Carreón sabe porque lo vive, que cuando la enfermedad te llega, la vida se convierte en una pesadilla, los días se convierten en noches y a la inversa, a sus 55 años de edad, siente que las fuerzas no le alcanzan y quisiera volverse loca, para no pensar:
-Por Dios que ya no puedo más, sé que la vida de mi hijo depende de las puertas que yo pueda tocar, pero estas a veces no se abren y es cuando ando pidiendo aquí y allá para completar sus medicinas, de mis necesidades ni me acuerdo, me baño donde se puede y como el taquito que me invitan los familiares de otros enfermos, además tengo el pendiente y no puedo olvidar que haya en el rancho hay muchas necesidades, mi hijo esta enfermo del riñón y su padecimiento va para largo.
Originaria del Ejido Álvaro Obregón de Tula, Doña Carmen ha dejado todo en el rancho para estar al pie de la cama que ocupa su hijo en el segundo piso del Hospital General:
-Por un hijo uno es capaz hasta dar la vida, pero eso no es posible sobre todo porque hay enfermedades que salen bien caras, lo malo es que uno no tiene ya ni un peso en la bolsa, todos los animalitos que teníamos en el rancho ya los vendimos, ya no nos queda nada.
Agrega: A mi no me pesa dormir en la intemperie ya que quitaron el albergue y se anda batallando hasta para bañarse o descansar un rato, lo que me duele es saber que sin dinero se puede perder la vida de un hijo.
Por su parte la señora Rosa Terán Sánchez del municipio de Padilla, quien tiene internada a su mamá desde hace una semana, por problemas en los pulmones, toma la palabra y expone:
-Es bien difícil para los necesitados no tener ni en donde darse un baño, hace mucha falta un albergue aquí en el Hospital General, con las remodelaciones que se hicieron lo quitaron y es urgente que instalen uno, aunque sea en otra parte, ya que los familiares de los enfremos estamos padeciendo mucho, cuando estaba el albergue teníamos una cama en donde descansar o baños en donde asearnos, donde comer.
Menciona que por lo menos son 100 personas las que a diario se quedan por las noches a velar por la salud de los familiares:
-De por si el padecimiento de una enfermedad en un ser querido es difícil, ahora más ya que no se cuenta con un sitio en donde quedarse, tenemos que andar buscando familiares para poder bañarnos., hay unos que tienen y otros que no, se tienen que estar al pendiente de sus enfermos en la intemperie.
En la explanada del Hospital General se pone de manifiesto lo anterior, ahí es entrevistado don Lorenzo Martínez Olazaran, proveniente del Ejido Praxedis Balboa, municipio de San Fernando, quien tiene internada a su esposa desde hace dos semanas:
-A mi esposa se le complicó una operación en la matriz, supuestamente solo iba a estar dos días pero ya lleva dos semanas, lo peor es que como somos del Seguro Popular, la hospitalización solo nos la dan por tres días, y mucho del medicamento que ha necesitado no esta autorizado, así que lo hemos tenido que comprar, ya estamos bien endeudados y ya no tenemos ni a quien pedirle prestado para seguir haciendo frente a tanto gasto.
Menciona que en un inicio estaban el y varios familiares haciendole compañía:
-Pero mejor se regresaron a conseguir dinero, pues las enfermedades salen caras, además es puro batallar, yo he durado hasta dos días sin bañarme y comiendo solo las tortas y el café que dan personas voluntarias, pues el poquito dinero te llegamos a conseguir es para lo que ella necesita o puede necesitar.
Concluye diciendo que es mucha la necesidad de un albergue en el Hospital General, pues en las noches son muchas las personas se quedan a dormir velando por la salud de sus familiares.