Hugo Reyna/EnLíneaDIRECTA
Reynosa, Tamaulipas.- Ni la catástrofe electoral que al igual que en el 2007 los mandó a operar a los sótanos de la política en Tamaulipas y ahora con el fracaso del 5 de Julio pasado, el Partido Acción Nacional sigue en el marasmo y sin reaccionar ni haber aplicado un lapso de tiempo para la reflexión ante los pésimos resultados obtenidos, ahora, nuevamente se enconan los grupos de poder de dicho partido para disputar apenas despojos, el fiambre es tan solo el pretexto para posicionar trincheras camino a la elección del 2010, en donde el PAN avanza en un derrotero incierto ante los tumbos en las urnas.
Y es que emulando la practica de la imposición en la dirigencia nacional del PAN con César Nava Vásquez que abdicó la representación partidista a una extensión más de Los Pinos, se repite el juego simulado en una suerte de herencia de los príncipes, en donde los grupos de poder son los que decidirán el futuro de dicho partido en la entidad.
Reynosa es el mejor ejemplo de ello, en donde la sucesión del PAN local prevista para Diciembre ha generado ya algunos choques entre los grupos que representan: Francisco Javier Garza de Coss (presidente del PAN en el Estado) Francisco Javier García Cabeza de Vaca (ex alcalde) y Raúl García Vivian (diputado federal y actual dirigente partidista).
Cada uno de ellos cuenta con sus emisarios que disputarán en la contienda por la elección de presidente del PAN en Reynosa, García Vivian tiene como su representado a Roberto Carlos Rodríguez Romero, Cabeza de Vaca se la juega con Mario Gómez Monroy y Javier Garza de Coss con dos aspirantes, Regino Bermúdez Alvear y Eliacib Leija Garza.
Analistas políticos consultados anticipan que la elección interna partidista será un choque de trenes y que el autentico trasfondo es la pugna por los comicios electorales de 2010 que por ahora se debate la fecha para su realización.
Sin embargo, hay algo que ninguno de los participantes o grupos que controlan al PAN en Reynosa ni Tamaulipas han tomado en cuenta el riesgo y costo que tendrán que pagar por el imponerse contra la voluntad y decisión de los militantes, avasallar su capacidad democrática de decisión y recurrir a la practica del “dedazo” que durante muchos años le criticaron al PRI, pero que ahora pareciera que la adoptaron y la refinaron.
