– El peregrinar legal de Maria Victoria
30 años de matrimonio, 10 de maltrato y no puede divorciarse.
Benny Cruz Zapata/EnLíneaDIRECTA
Victoria, Tamaulipas.- Hablar de mujeres ante el divorcio es hacer un recuento de desventajas que las llevan a perder no solo su estabilidad emocional, sino incluso su patrimonio familiar y en el extremo, la patria potestad de sus hijos; estando entre los causales principales el maltrato que va desde el físico, el psicológico y económico.
Dando cuenta de lo anterior, el Licenciado José Alfredo Jiménez Amaya, Presidente de la Confederación del Colegio de Abogados de Tamaulipas; resume que la violencia familiar, es el pan nuestro de cada día en miles de matrimonios:
-Como abogado yo lo veo a diario, y por experiencia se que las mujeres les toca la parte más difícil, son más vulnerables nivel emotivo que los hombres que cuando se enfrentan a ellas, olvidan por completo que un día les prometieron lo mejor de la vida.
De acuerdo a lo que comunica la Licenciada Marisela Garza Wong, del Consejo Estatal de Población, más allá que en las cifras se hablan de 24 mil 720 personas divorciadas en la geografía estatal, se tienen reportes de que poco más de 54 mil no se han divorciado legalmente, pero cada cual ha hecho su vida aparte, de esta totalidad tan sólo en el municipio de Victoria, hay reportes estadísticos de que cinco mil 312 parejas que viven de esta manera.
Para Jiménez Amaya esto se debe a que detrás de un divorcio hay una estela de circunstancias nada agradables que ponen en crisis a quienes optan por la separación legal como una solución definitiva a sus problemas.
El maltrato a las mujeres tiene muchos rostros, ciclos que pueden ser mortales según da cuenta la estadística de feminicidos que se tienen en Tamaulipas, siendo ya 27 las mujeres que han sido asesinadas, principalmente por sus maridos, parejas o ex parejas.
Maria Victoria Gutiérrez: el rostro de la injusticia legal
Pero luchar por no ser parte de la estadística y recuperar la tranquilidad en su vida, es un reto que muchas mujeres están enfrentando solas, sintiéndose perdidas en los vericuetos legales que imponen las leyes y quienes se encargan de aplicarlas.
Dando cuenta de lo anterior Maria Victoria Gutiérrez Moreno demanda públicamente una solución definitiva a una vida de pesadilla en que han concluido 30 años de matrimonio; habitante de la manzana 7, lote 17 de la Colonia Satélite; a sus 49 años de edad María Victoria no se rinde, aunque si se declara perdida en los caminos de una justicia y un sinnúmero de leyes para protección de mujeres maltratadas que de acuerdo a su sentir no se han hecho para ella.
Cinco años de intentar formalmente conseguir la separación oficial de Benigno Hernández Montoya; hombre que un día juro amarla y protegerla todos los días de su vida, han concluido en nada; tres denuncias formales por agresiones y varias gestiones más ante abogados para lograr concretar el divorcio no han sido trámites fáciles de llevar:
-Cuando uno ve en la tele y escucha en la radio que invitan a las mujeres a defender sus derechos y luchar por su vida, hasta se lo llega a creer, pero cuando después de tanto año de maltrato de todo tipo –económico, emocional, físico- por fin te animas a cuando menos buscar tu tranquilidad y la de tu familia, se topas con pared, en mi caso todavía recuerdo cuando fui por primera vez a pedir justicia, me toco con una licenciada que se llama María Victoria Lumbreras, ella, cuando le relate mi caso, me dijo que primero me iban a investigar, a interrogar a la menor de mis cuatro hijas, que primero tenían que cerciorarse con los vecinos si yo era una mujer de bien; total que la denuncia quedo en nada, al igual que las otras dos.
Remarca: Yo no quiero nada malo para Benigno, solo divorciarme y estar lejos de él, es un hombre violento, de eso hay pruebas, porque hay denuncias documentadas en que en uno de sus arranques, llego a destruirme casi toda la casa, lo llegó a detener la policía, pero como tiene amigos licenciados siempre ha salido bien librado.
Agrega que desde hace muchos años no sabe lo que es dormir tranquila, el miedo y la angustia son sus eternas compañeras, y aunque de día se desempeña como enfermera en diferentes instituciones de salud, al llegar a su casa le regresa el temor de ser agredida, ya que su marido siempre se ha negado a dejar la casa.
-Las mujeres que viven lo que yo he estoy padeciendo desde hace diez años, sabrán de lo que les hablo; porque aunque la casa es mía, yo compré el terreno, la hice, cada uno de los muebles que hay a mi me han costado, cada recibió de luz, agua yo lo tengo que pagar, porque él jamás ha sido hombre de obligaciones, ni cuando mis hijas estaban chiquitas, siempre he trabajado para sacarlas adelante, por ellas me puse a estudiar aun en contra de mi marido, soy enfermera y sigo estudiando.
Para ella, han sido sus ganas de salir adelante el motivo de las agresiones recibidas:
-Estudiar una carrera en contra de mi marido me salió caro, porque entre mejor me iba profesionalmente, peor iba mi matrimonio; siendo un hombre celoso me catalogaba de la peor manera, solo por mis ganas de superarme, se desquitaba agrediéndome de todas formas, como podía le hacía frente, pero sé que eso que dicen que una vida con violencia no es normal y nos puede costar hasta la vida.
Remarca: Por eso es que estoy pidiendo ayuda a quien me quiera escuchar, sé que hay asociaciones, grupos de ayuda que en verdad apoyan a mujeres como yo, a quienes si les hacen caso las autoridades, Yo tengo miedo, incluso mis nervios están destrozados, mi marido tiene amigos licenciados, y de eso se vale….y si es cierto, cuando lo he denunciado casi me detienen a mi, el entra y sale y tiene años que no me dirige la palabra más que para agredirme, es terrible convivir todos los días con un hombre que no te respeta, no apoya en lo absoluto en los gastos de la casa y me cataloga de la peor manera.
Concluye: No pido más que mi separación legal…y ruego todos los días por no ser ya parte de la estadística de maltrato que tanto daño nos hace a las mujeres.