DEL PLATO a la boca se cae la sopa, dice el refrán.
El mismo podría aplicarse a la perfección al presidente del Comité Estatal del PRI, RICARDO GAMUNDI ROSAS, quien esperaba lucirse durante la cancelada visita de su dirigente nacional, BEATRIZ PAREDES RANGEL.
Quien preside el Comité Ejecutivo Nacional del Tricolor suspendió su estancia en tierras tamaulipecas en donde, el pasado domingo, se reuniría con miles de militantes y los diputados electos de mayoría y plurinominales emanados de ese organismo político.
PAREDES RANGEL encabezaría la concentración priísta en las instalaciones del palenque de gallos en ciudad Victoria en donde arengaría a sus huestes para ir por más en la elecciones locales del año entrante, con miras a fortalecer el posicionamiento tricolor a lo largo y ancho del país para enfrentar la elección presidencial de 2,012.
Por supuesto que la presidenta del CEN del PRI aprovecharía la ocasión para reconocer públicamente el control político en la entidad del gobernador EUGENIO HERNANDEZ FLORES, al tiempo de colocar medalla al mérito al operador político del momento, RICARDO GAMUNDI ROSAS.
El gozo se fue al pozo luego de que la tlaxcalteca prefirió acompañar al presidente FELIPE CALDERON HINOJOSA en gira de trabajo al cono sur del continente, a invitación expresa del Jefe del Ejecutivo Federal.
GAMUNDI ROSAS, como es natural, esperaba con ansias la presencia de su máxima dirigente partidista para saborear, de nueva cuenta, las mieles del triunfo como consecuencia de las dos indiscutibles barridas, políticamente hablando, de los partidos opositores en Tamaulipas.
El triunfo de todos los entonces candidatos de la actual legislatura local y el resultado 8 de 8 en el pasado proceso electoral federal son las significativas victorias del operador político del gobernador HERNANDEZ FLORES.
El cambio de planes de última hora de la dirigente nacional del PRI, impidió que la medalla al mérito le fuera colocada por la activa mujer en la política nacional.
La presencia del Secretario General del CEN del PRI, JESUS MURILLO KARAM, no fue suficiente para enaltecer el ego del veracruzano líder de los priístas tamaulipecos quien, entre paréntesis, sueña con la silla que por ahora ocupa OSCAR LUEBBERT GUTIERREZ en la alcaldía reynosense.
Desde luego que, con BEATRIZ o sin ella, lo cierto es que nadie puede negar el éxito obtenido por el ex bi-líder en las dos últimas elecciones en territorio tamaulipeco, aunque, a decir verdad, también gran parte del mérito lo tienen los alcaldes con su trabajo y estructuras políticas, lo mismo que la chequera abierta del erario estatal.
De nada sirve ser un excelente operador político si no se tiene un generoso respaldo financiero, como tampoco en nada ayuda una cuenta bancaria de muchos dígitos si el encargado de operar carece de sensibilidad y conocimientos asociados con la política.
Así de sencillo.
En el caso de RICARDO GAMUNDI ROSAS, ambos factores le han permitido acaparar triunfos en las urnas que evidencian el control político del mandatario estatal.
Es decir, además de ser un conocedor de la materia goza de todo el respaldo del jefe político del estado y, por ende, un suculento presupuesto que le permite inducir el voto de gran parte de los ciudadanos cuerudos.
Qué tan poderoso se sentirá el dirigente estatal del PRI que es capaz de ningunear a la señora SUSANA HERNANDEZ FLORES, hermana del gobernador, quien atiende alto cargo partidista en el organigrama del Partido Revolucionario Institucional.
Adoptando una actitud de extrema confianza, poder político y ascendencia con quien manda en Tamaulipas, GAMUNDI ROSAS no acepta sugerencias, recomendaciones, proyectos o puntos de vista de la ameritada dama victorense.
Quien sueña con presidir el ayuntamiento de ciudad Reynosa olvida que él preside el comité directivo de su partido y que, por lo tanto, como en cualquier organización de ese tipo, debe atender y tomar en cuenta las opiniones del resto de los integrantes como respaldo a la democracia y la toma de decisiones colegiadas.
Tal parece que las mieles del triunfo han embriagado al dirigente estatal de los priístas y que, desde su propio punto de vista, se siente un operador político no tan sólo necesario sino indispensable.
Lo anterior, en base al desdén que manifiesta a la titular de uno de los sólidos puntales del organigrama del Comité Directivo Estatal del Tricolor y que ejerce, con dignidad y mucho trabajo, la señora HERNANDEZ FLORES DE SALINAS.
Las elecciones locales que se llevarán a cabo el primer domingo de julio del año próximo, de acuerdo al horizonte político en la entidad, seguramente contribuirá elevar a la décima potencia el ego del pastor de los priístas tamaulipecos.
Así se las gasta RICARDO GAMUNDI ROSAS, quien se quedó con las ganas, el pasado domingo, de recibir la presea simbólica que lo ubique como uno de los mejores operadores políticos del Revolucionario Institucional.
Ni hablar.
Y hasta la próxima.
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