* De julio a noviembre, el cambio esperado.
* El delfín proyecta su sombra hacia atrás.
Cd. Victoria, Tam.- Por fin votó el Supremo Tribunal de Justicia de la Nación en el espinoso asunto que durante largos meses mantuvo en vilo a la clase política regional y el resultado está a la vista, con todas sus consecuencias.
La noticia podría resumirse en cinco puntos:
(1) Homologación habemus, el artículo cuarto transitorio ha sido revocado.
(2) Triunfó la acción de inconstitucionalidad promovida por el PRD ante la STJN.
(3) El cambio del calendario electoral no esperará hasta el 2013 sino que se aplicará en los comicios del 2010 cuando deban renovarse las 43 alcaldías, la totalidad del Congreso y la gubernatura.
(4) Lo cuál significa que la votación se efectuará en julio en lugar de noviembre.
(5) Y con ello, finalmente, todo el calendario partidista relacionado con la selección de candidatos se adelantaría poco más cuatro meses, lo cuál incluye la postulación más codiciada de todas como es la candidatura del PRI a gobernador de Tamaulipas.
Desde luego, entre los cinco puntos arriba mencionados, habrá que subrayar esta última línea que contiene la interrogante fundamental del “Handicap 2010”.
EL FIEL DE LA BALANZA
Este martes no falló a su cita el ministro MARIANO AZUELA GÜITRÓN, quien tenía en sus manos el voto decisivo que podría haber inclinado la balanza en cualquier dirección.
Necesario es subrayar que tuvo cinco días para pensarlo (del jueves 13 al martes 18) en conciencia de que su decisión personal determinaría el desenlace, ¡Privilegio envidiable!
Tras consultar el oráculo y meditarlo con la almohada, calcular el curso de los astros y la dirección del viento, palparse el corazón y (según algunos maledicentes) también los bolsillos, AZUELA anunció su postura.
Finalmente, el hombre se sumó a la mayoría insuficiente expresada el jueves pasado (todavía simple, de siete ministros) para convertirla en mayoría calificada (ocho, los tres cuartos de 11) terminando así la discusión.
De haberse inclinado MARIANO hacia el lado contrario, la acción promovida por el PRD hubiera fracasado sin posibilidad de una segunda vuelta y el calendario se quedaría donde mismo (noviembre) en referencia a la elección del próximo año.
Quienes conocen de estas cosas explican que Tamaulipas es la tercera entidad federativa en resolverse de esta manera.
Antes lo fueron Guerrero y Puebla, con el mismo resultado, una apretada votación favorable al cambio de fecha.
Y esto (ojo al dato) ya marca una tendencia pues en caso de alcanzarse el número de cinco casos fallados en la misma dirección, quedaría sentada jurisprudencia para el resto de los estados.
CALBIDEOS EN LA VÍSPERA
Esta sería una de las razones extra-tamaulipecas que sin duda pasaron por la cabeza de AZUELA en los cinco días de plazo que tuvo para pensar bien su voto.
Tal decisión no solamente definiría la suerte de una entidad, sino que de ella dependía la acumulación de cinco fallos (¡Ahora faltan dos!) requeridos para que el cambio de fecha se vuelva inalterable y no pueda ser modificado por legislatura local alguna.
Necesario es decir que, en la imaginaria, ya “calientan brazo” iniciativas similares en estados como Hidalgo, también gobernado por el PRI.
Amén del resultado, lo que más se cuestionó del caso Tamaulipas fueron los descuidos formales en que incurrieron sus ministros.
El propio presidente de la Suprema Corte GUILLERMO ORTIZ MAYAGOITIA se atrevió a decir que modificó su opinión (y con ello su voto) luego de escuchar los argumentos convincentes que le expusieron los representantes del gobierno tamaulipeco.
Alguien podría decir que el cabildeo de las partes involucradas siempre ha existido. Sin embargo, tratándose de hombres considerados incorruptibles, los legendarios ancianos de la ley en quienes está depositada la última palabra (y que además ganan mejor sueldo que el Presidente) pues hombre, la impresión es que debieran ser algo más cautos en lo que confiesan ante los medios.
Recuérdese que en una iniciativa reciente presentada ante la misma corte para discutir asuntos de justicia castrense, el semanario Proceso reveló los cabildeos emprendidos por el Secretario de Gobernación FERNANDO GÓMEZ-MONT defendiendo, en nombre del Presidente, el resguardo del fuero militar.
EL RESULTADO, ¿DOS PODERES?
Tendremos, entonces, gobernador y alcaldes electos entre cinco y seis meses antes de que asuman sus respectivos cargos. Situación acaso incómoda en razón de su carácter inusual.
No obstante, necesario es recordar que en la elección para Presidente de la República el plazo es igualmente largo, pues va de julio a diciembre (esto es, entre cuatro y cinco meses, según la fecha en que sean declarados formalmente electos).
Desde el punto de vista objetivo, los gobiernos salientes de la entidad y los municipios no sufrirán merma alguna en los poderes y atribuciones.
La preocupación reposa en un aspecto que (siendo subjetivo) también ocupa un lugar en el espacio, pues a partir de que los nuevos jefes políticos traigan el triunfo en la bolsa, aún sin proponérselo, podrían hacer demasiada “sombra” a quienes van de salida.
El detalle parece de poca monta pero sepa usted que en torno a dicha coexistencia de poderes paralelos (entrantes y salientes) giró una de las principales líneas argumentales que los representantes de Tamaulipas defendieron ante la Suprema Corte.
Acaso en situaciones así se pueda aplicar aquella máxima de don CHUCHO REYES HEROLES en el sentido de que forma es fondo.
¡Son tiempos inéditos, no hay duda!
BUZON: [email protected]
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