– “Pero no estamos en quiebra”, asegura vicario de Diócesis de N. Laredo.
Gastón Monge/EnLíneaDIRECTA
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Las 38 parroquias que integran la Diócesis de Nuevo Laredo, atraviesan por una severa crisis que se refleja en la disminución de hasta un 30% en las aportaciones de sus feligreses, lo que afecta en el mismo porcentaje la formación sacerdotal, aseguró el padre José Luis Salazar, vicario de la Diócesis.
Dijo el religioso que la Iglesia Católica está a la par de la crisis que se vive a nivel nacional, aunque dijo que dicha institución “no está en quiebra, pero han bajado mucho las aportaciones de los feligreses en las misas dominicales”.
Y es que de acuerdo a Salazar, la crisis económica que mermó el poder adquisitivo de las familias, hace que la Iglesia no sea la excepción, pero reconoció que la ayuda que recibe bajó mucho.
“El seminario ha registrado una baja considerable en cuanto a las aportaciones de la gente, y ello influye mucho en las ordenaciones sacerdotales, pero hasta el momento no hay sacerdotes que hayan renunciado a la Fe como consecuencia de la crisis económica”, expresó.
Para el religioso, la crisis obliga a que los sacerdotes se adecuen a ella, disminuyendo sus gastos personales, y aportando parte de ellos a la causa social de la Iglesia Católica, y aunque perciben una aportación o compensación económica por su trabajo, ésta también disminuyó como consecuencia de la situación económica que vive el país.
“Cuando no hay dinero, no recibimos lo que debemos recibir, por lo que nos adaptamos a la situación. Vivimos al día, porque la situación económica de la Iglesia Católica es de crisis”, refirió.
La Diócesis de Nuevo Laredo abarca 37 parroquias y una cuasiparroquia en los estados del norte de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, y en todas, de acuerdo al vicario, los gastos para su mantenimiento, son superiores a los ingresos percibidos por concepto de aportaciones.
