No sabemos qué sucede con la gente, pero los que no estamos informados de todo cuando acontece en materia de licencias y permisos suponemos que la inconsciencia de algunos los lleva a delinquir, que aunque ignorantes, joroban al de al lado.
Muchos conocemos el jardín de niños “Primavera”, ubicado en la Unidad Habitacional “Fidel Velázquez”, en la capital de Tamaulipas, y que es conocido popularmente como el INFONAVIT Adelitas. El jardín tiene tradición añeja, pero ahora ha cometido un grave delito, y no sabemos si lo han hecho amparados en la ley –solapados, más bien- o dentro de la ilegalidad que merece penas judiciales.
Prácticamente unos 80 metros tiene el jardín de niños de fachada, donde día a día padecemos la falta de conciencia de los padres de familia que, como en prácticamente todas las escuelas, llegan y se estacionan en doble fila, impedidos emocional y congruentemente para caminar siquiera unos 25 metros, y enseñando a sus hijos a ser haraganes.
En ese frente, se encontraban hasta la mañana de ayer, más de nueve árboles frondosos que daban techo a los automóviles de quienes vivimos en este populoso sector, y también a varias parejas de enamorados que salen de la maquiladora cercana a casa, y aprovechan la sombra romántica de los árboles para declarar su amor y acompañarlo de unos cuantos besos, y por qué no, uno que otro “arrimón”. Ellos disfrutaron hasta el sábado las deliciosas sombras de los árboles.
Muy temprano, este domingo, prestos y presurosos, dos varones llegaron al jardín de niños acompañados de quien suponemos pueda ser directora de la escuela, a quien acompañaban.
Sacaron una potente sierra mecánica, de esas que en las películas se dedican a destrozar árboles en un santiamén, y que seguramente han pedido prestada por ahí a quien se dedica al negocio de la tala, legal o ilegal, pero que finalmente se lleva a cabo.
Nos despertaron; el ruido de la sierra no dejó dormir a quienes pensamos que el domingo es para descansar. No les importó, como tampoco les interesó el dejar sin árboles a la unidad habitacional, ni cometer un delito ecológico. En este momento nos acordamos de Tere Baeza, aquella luchadora social por la ecología.
Nos dejaron sin árboles.
No nos quejamos porque los carros estarán más calientes, sino porque ahora, con las temperaturas que hemos sentido nos ha sucedido que hay una poquita más de conciencia en el sentido de que los recursos naturales propician un equilibrio en muchas cosas, sobre todo, en el clima.
Hoy, la cuadra está más caliente, gracias a gente inconsciente que nos dejó sin árboles, sin que nadie dijera nada, porque ahora se estila que llegue alguien y delinca sin que se pueda hacer justicia, so pena de tener castigos no gratos.
Las represalias son fuertes, más cuando se vive enfrente. Ya un problema de otra índole lo fuimos a tratar a la autoridad y después de más de 18 meses, han seguido con los oídos sordos. Esto, seguramente será igual, por eso no sabemos si denunciar.
Lo que sí es un hecho es que la autoridad debiera estar presente y sancionar a los irresponsables, que el secretario de Educación, José Manuel Assad Montelongo, quien es una persona altamente consciente de las necesidades sociales, castigue a la directora por haber solapado y permitido este crimen ecológico, este delito que nos perjudica a los seres humanos en forma tal que no tiene reparación el daño.
Al presidente Municipal Arturo Diez Gutiérrez, le pediríamos que mandara a alguno de esos funcionarios que seguramente están a cargo de estos asuntos, levante las actas correspondientes y hagan algo por nosotros, porque no se vale que quede impune este hecho.
A los de ecología, los que se encargan del medio ambiente, también les pediríamos que tomen cartas en el asunto, que impongan una sanción civil y penal ejemplar, para que no haya más de estos absurdos individuos que, sin tocarse el corazón, sin un ápice de sentido común, en menos de dos horas acabaron con más de diez árboles frondosos, viviendas de pájaros y soporte del poco equilibrio ecológico que aún tenemos.
Quisiéramos manifestarnos con una queja, pero la verdad, no sabemos a dónde ponerla, y tampoco sabemos si harán caso. Ya nos pasó una vez, y lo único que conseguimos fueron las represalias de los vecinos, como seguramente ahora algunos irresponsables que trabajan en el jardín de niños PRIMAVERA pudieran tomar contra nuestra vivienda o automóviles, como suele suceder, a sabiendas que quedaría la represalia impune, como el crimen que cometieron contra los árboles de “nuestra” calle, la calle Río Blanco, que ahora luce desolada y triste, gracias a que nadie supo imponer una queja a tiempo, y a que estos delincuentes ecológicos, en un domingo que aprovechan que no hay oficinas, en forma artera y criminal nos asesinaron a unos diez compañeros de toda la vida: los árboles del jardín “Primavera”.
Con este tipo de directivos en jardines de niños, ¿qué podemos esperar para que eduquen a nuestros hijos?
Ya dan muestras de falta de cultura y civismo al estacionarse impunemente en nuestras cocheras, ahora, con talar árboles en forma asesina. ¿Qué les falta hacer para estar contentos? Y la autoridad ¿Dónde está?
Pedimos intervención urgente, por favor.
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