-Dice vicario general de Diócesis de N. Laredo
Gastón Monge/EnLineaDIRECTA
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Para el padre Jesús Almaguer, vicario general de la Diócesis de Nuevo Laredo, el que se pretenda cobrar a dicha institución un impuesto por los servicios que presta a la comunidad, sería un abuso, “venga del partido político que venga, porque la Iglesia Católica no es un negocio”, asegura.
Bajo esa óptica, menciona que la Iglesia sobrevive de las ofrendas voluntarias de la gente, aunque dijo que esas ofrendas han disminuido de manera considerable, por lo que calificó de injusto el que se pretenda cobrar un impuesto por un servicio religioso.
Recordó que la Ley sobre instituciones religiosas, indica que la institución está exenta de impuestos por cualquier tipo de servicios que preste a la comunidad, ya que las aportaciones que recibe, provienen de personas que ya pagaron sus impuestos al gobierno federal.
“Ya hay una ley y se tendría que ver a ese nivel”, expresa.
Además, dijo que ante la severa crisis que agobia a millones de mexicanos, muchos de los cuales no aportan dinero a la Iglesia a través de las limosnas, los gastos de mantenimiento de las instalaciones son muchos, y el dinero que recibe cada sacerdote por sus servicios religiosos, es poco.
Como ejemplo, dijo que como administrador de la cuasi parroquia ‘Dios Padre Providente’, ubicada al poniente de la ciudad, se da cuenta de la generosidad de la gente, “pero apenas salen los gastos del mes y vivimos al día”, explica.
En concreto, asegura no estar de acuerdo con la propuesta emitida la emana pasada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), en el sentido de aplicar a la Iglesia Católica impuestos por los beneficios económicos que recibe de los feligreses, “y esa es mi posición, vengan de donde vengan (los impuestos)”.
Los servicios que de acuerdo al PRD deberían ser sujetos de impuesto, son entre otros, los sacramentos como el bautismo, las confirmaciones, la primera comunión, la fiesta de 15 años, al matrimonio y los santos óleos, aunque en este último caso dice el sacerdote que nuca piden dinero a familiares de los enfermos, y que nunca lo aceptan.
Finalmente, recapitula: “Yo me siento más a gusto y más contento cuando no recibo nada, que cuando recibo algo. Porque lo recibió gratuitamente, y lo entrego gratuitamente a los demás, porque es un servicio de un servidor del pueblo, y lo que ingresa no es del sacerdote, porque ingresa a una masa común, para solventar los gastos de una parroquia”.