Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Sacrificio… ¿de todos?

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Agustín Carstens CArstens, secretario de hacienda en el país hablaba ayer en una reunión acerca de la necesidad de cuidar los recursos, de hacer ajustes y dijo que hay que ajustarse el cinturón, aunque en otras palabras.
Llama poderosamente la atención lo que externa el titular de Hacienda, ya que vemos, los que pertenecemos a la “caballería” popular, es decir, al pueblo, la gente, los “normales”, que no es pareja la cosa.
Por ejemplo, insistimos en los sueldazos de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de otros más, de diputados federales y diputados locales en todos los estados. Algunos más abusivos, otros menos y los menos, nada aprovechados, pero todos ganan bien, cuando en la República Mexicana el salario no sube: sigue igual, en fin que aguantamos.
Por poner un ejemplo: el jamón de pavo de conocida marca costaba hace seis meses 90 pesos el kilogramo: ayer, estaba a 139 ¡de oferta!.
O sea, nos están pidiendo recortar gastos, cuidar el recurso, pero vemos, por ejemplo, en cada visita de un funcionario de alto nivel el derroche tan tremendo que se lleva a cabo en aras de quedar bien con los ciudadanos.
Escuchamos también que no se venden plazas, que México está cambiando, que la corrupción está lejos ya, y que tenemos funcionarios súper honestos en todos los niveles, pero seguimos viendo a algunos de éstos estrenar casa, automóvil y disfrutar de vacaciones en el extranjero.
¿Qué está sucediendo, entonces?
Siguen los recortes en algunos rubros, que generalmente afectan a la clase trabajadora, pero no los hay en gastos superfluos, en esos que no tienen nada que ver con la función pública como son los espectaculares, pancartas, banderitas de color del mandatario y demás. Eso se podría quitar, pero nadie quiere dejar que aparezcan las fotografías del boletín suficientemente tristes.
Carstens habla fuerte y de repente dice que no hay problemas que hemos tocado fondo, que viene la recuperación, sin embargo, quienes tuvimos la necesidad de hacer la lista escolar, de buscar cuadernos y demás, hemos sabido lo que es comparar etiquetas, buscar estirar el dinero al máximo, sin embargo, no nos alcanza y cada día tenemos problemas para llegar al final de la quincena sin problemas.
La crisis ha tocado fondo. Eso nos dijeron ayer.
Y hoy, seguimos viendo las importantes sumas que el Congreso se aprueba en aras del bono para los que se van, independientemente de los aguinaldos mayúsculos y bonos y otros privilegios, amén de que, seguramente, no pagarán impuestos porque con eso de que le fuero sirve para muchas cosas…
Y si no, pregunte al reynosense Cabeza de Vaca, quien ha utilizado este privilegio constitucional para burlar a la justicia.
Todo esto nos lleva, definitivamente, a cuidar los recursos, entender que el dinero cada vez debe ser mejor gastado que antaño; ahora, los gastos superfluos deben recortarse y tratar de hacer una inversión eficiente.
Sin embargo, tenemos que pensar en forma positiva, porque de otra manera, la verdad, nos puede dar la vida sorpresas poco agradables cuyos resultados también pueden ser nefastos.
Ya la Universidad Autónoma de Tamaulipas está anunciando recortes en varios rubros; los ayuntamientos también anuncian recortes y pretenden hacer una limpia en su plantilla de personal, y el gobierno del estado, congruente en estas medidas, también seguramente hará algo similar tal y como lo ha anunciado el gobernador Eugenio Hernández Flores.
Pero todos tenemos que hacer parte de lo que nos toca: el ahorro de energía eléctrica pese a los infernales calores que la sequía ha propiciado no solo en Tamaulipas sino en el país, y que nos tiene al borde del colapso económico y productivo.
Un importante cambio de hábitos debemos procurar desde la casa, para que nuestros hijos sepan lo que es cuidar el vaso con agua o la parte de sándwich que no consumieron en el recreo.
Entender también que hay cosas que pueden reutilizarse y cuidarse que somos una Nación que quiere crecer en el progreso, y que independientemente de la difícil situación mundial, podemos sacar del atolladero a una nación que tiene una gran vocación.
Recordamos al presidente del equipo Guadalajara que ha castigado a varios jugadores por una “falta de actitud”. Eso es lo que nos está afectando en el país: la falta de una verdadera actitud nacionalista, mexicana, que nos haga sentirnos orgullosos de nuestros orígenes y nuestras raíces.
Una actitud que nos permita levantarnos con fuerza a trabajar, a enseñar con mayor ahínco, a ser lo que mejor podemos ser en lo que realicemos. Cambiar las formas de vida para generar esperanza en nosotros mismos, en los nuestros.
Hoy es día en que todos debemos pensar, a punto de iniciar el mes patrio, en esta nación que tanto nos ha regalado a través de los años, y entonces, en un gran esfuerzo, sentirnos orgullosos de ser lo que somos, y trabajar muy fuertemente para cambiar este destino que a veces nos doblega, pero que debe ser motivo de superación constante.
Hoy tenemos que dar un grito de “Viva México” para animarnos, y saber que podemos salir de la crisis, siempre y cuando haya la vocación necesaria para hacerlo.
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