ENTREDICHOS/Leticia Santoyo *CON CARGO AL PRESUPUESTO.

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Bastante costoso nos resulta a los mexicanos dar chamba a todos los amigos, compadres y compromisos de cada uno de los funcionarios que llegan al gobierno. Por ello, al inicio de cada administración vemos caras diferentes que renuevan directivos y mandos medios de las diferentes dependencias tanto federales como estatales y es que así se repite cada seis años desde hace muchísimo tiempo.

Las delegaciones federales en eso se han convertido, pues desde que perdió el PRI la Presidencia de la República, Vicente Fox vio la manera de distribuir en los Estados a quienes fueron clave para su llega a Los Pinos, situación que no fue diferente con Felipe Calderón, quien removió a los anteriores para dar cabida a sus amigos activistas políticos del comité de campaña en las elecciones pasadas, algunos que se movieron en México salvaron su trabajo en las delegaciones.

Las funciones que desempeñan las delegaciones federales se duplican con el ejercicio estatal, claro si los secretarios hacen bien su chamba, lo cual está en entredicho, pues si bien es cierto que mientras unos trabajan otros hacen como que trabajan para continuar en la nómina.

Desde el sexenio de Tomás Yarrington, los priistas empezaron a “hacer ruido” pidiendo la desaparición de las delegaciones federales, pues se han convertido en una molestia para los Secretarios, mientras que al Estado no le beneficia en nada, debido a que todos esos empleos se han canalizado a engrosar las filas de los amigos de los azules, pero lo más grave para muchos es que son “orejas” de Calderón en Tamaulipas, lo cual es mas que molesto, pues le pasan el chisme al Presidente de todo lo que ocurre en la entidad.

Recientemente los medios informativos dieron a conocer cuanto le cuesta al Gobierno mantener la estructura tal y como están las Delegaciones Federales, lo cual resulta bastante oneroso para los ciudadanos, si la Federación decidiera cerrarlas habría un considerable ahorro en el presupuesto, aunque definitivamente generaría el repunte del desempleo en la entidad, aunque sean azules y no verdes.

No se en realidad si ello tendría sentido, ya que la pugna del PRI radica en que ninguna de esas posiciones son para su partido, ni tampoco pueden echar mano de los recursos que ahí se manejan. Hay que dejan en claro que lo puestos que distribuyó el PAN en esas delegaciones en otros tiempos estuvieron en manos de muchos priistas que ni eran del Estado, eran como los llamaba un amigo mío “forasteros”. El problema que si desaparecen ahora, seguramente si sube el PRI al Poder más adelante ya buscará un pretexto para reactivarlos, porque finalmente sirven para emplear a toda esa gente que sirve en la campaña.

Y si de “elefantes blancos” estamos hablando habría también que echar una mirada a dos en el Estado de Tamaulipas, esos que cuestan mucho al presupuesto estatal y es por ello que ya no alcanza para más, pues ningún recurso es suficiente cuando se está despilfarrando como lo podemos notar, solo para dar cabida a más y más compromisos, ya que no vemos por ningún lado resultados favorables de muchas dependencias pero especialmente del Instituto para la Reforma Integral del Sistema de Seguridad y Justicia, que sirvió para darle una salida decorosa a Mercedes del Carmen Guillén Vicente de la Secretaría General de Gobierno y que no es más que un gasto para el erario público, porque su estandarte es la supuesta “mediación” como medida para resolver los conflictos y disminuir la carga en los juzgados, pero cuyos resultados no son tan claros.

Y por supuesto, el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información de Tamaulipas (ITAIT) que es el equivalente el IFAI nacional, organismo que no ha encontrado la forma de llegar a los ciudadanos, se la han pasado de cursillos en cursillos para mantenerse ocupados y en la nómina que de acuerdo con investigaciones de Gregorio Aguilar tiene una asignación presupuestal superior a los 9 millones de pesos, con incipientes resultados pues tan solo se han tramitado 34 solicitudes de información en lo que va del año, mientras que el gran desinterés ciudadano aún es peor pues solicitudes de revisión por alguna negativa a rendir un informe solicitado está lejos de dejar satisfechos a propios y extraños, ya que solo una persona ha interpuesto este recurso ante el organismo que está durmiendo en sus laureles.

Se que este comentario va levantar ámpula, sobre todo en los afectados quienes podrían justificar que la Democracia es un bien ciudadano que no tiene valor y sobre la importancia y trascendencia para que este organismo exista, ciertamente todo puede ser justificado, lo que no tiene argumento alguno son los pobres resultados, pues solo nos hace pensar en la falta de competencia de quienes están al frente del mismo.

Por lo menos tendrían como pretexto tener a los 43 alcaldes con transparencia, lo cual también resulta ser un verdadero fracaso, porque Ángel Nakamura exhibe como los Presidente Municipales no ponen ningún interés en contar por lo menos con un portal con los datos mínimos de los cuales habla la Ley en esta materia y solo 16 Ayuntamientos han ligado sus páginas web al sistema Infomex. Dice la investigación que solo 10 de los 43 Ayuntamientos de Tamaulipas cumplen mediamente con la publicación aspectos básicos de la transparencia entre los que destacan presupuesto, percepciones, ingresos y egresos, actividades públicas, padrón de beneficias, etc.

Pero 17 ni siquiera tienen página.

Francisco Garza de Coss declaró que a más de un año de creado el ITAI los resultados no han sido los esperados por los ciudadanos, el beneficio de la duda que se le dio a este organismo, ya venció y ahora solo nos queda usar aquella frase célebre de Nelson Vargas y va para todos “ si no pueden que renuncien”, porque seguramente alguien podrá hacer ese trabajo y mejor.

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