Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Reelección en la UAT

Esta semana, la actividad de la Universidad Autónoma de Tamaulipas fue prolífica en todos sentidos, y en el ámbito político, recibió una noticia que ya era casi natural: el ingeniero José María Leal Gutiérrez ha sido convocado por el Colegio de Directores para buscar su reelección como rector de la máxima casa de estudios tamaulipeca.
En el marco de la Asamblea Universitaria, los directores, en voz de Cinthya Ibarra, quien se ha convertido en vocera de los directores, fue leído un escrito en el que destacan quienes están al frente de unidades académicas, facultades, escuelas e institutos, las virtudes que ha desarrollado Leal Gutiérrez al frente de la UAT, y le piden que considere la petición de jugar por la reelección, es decir, cuatro años más al frente de la universidad.
Días antes, algunos directores ya habían comenzado su labor en las aulas, solicitando a los estudiantes brindar el apoyo a “Chema” por su labor en la máxima casa de estudios. Sobra decir que muchas carreras se han certificado, que se ha logrado elevar la calidad académica y docente, que hay sistemas de medición de calidad externos que nos han permitido sentirnos orgullosos de la UAT.
Muchas cosas, sobre todo, en materia de desarrollo, investigación y lo que se llama vinculación que se convierte en más que un simple concepto.
En este sentido, la UAT ha sido muy crítica con su oferta a la sociedad, y ha procurado encontrar la respuesta a las inquietudes de la clase productiva: busca en los empleadores cuáles son sus necesidades y adapta los planes y programas de estudio para tal efecto; de nada sirve tener egresados con planes y estudios que no sirven a los que pagan, los que contratan, los que se encargan en gran medida del desarrollo del estado y el país.
En este sentido, el rector Leal ha sido muy enérgico con sus directores y les ha pedido eficientar el recurso humano, preparar a los profesores para que no tengamos nada de qué avergonzarnos: que los planes y programas de estudio sean adecuados a la realidad que vivimos.
Hay muchos casos que hay que presumir como universitarios de Tamaulipas, y entre éstos están los que se refieren a la certificación de programas educativos por parte de organismos externos: han reafirmado y confirmado la calidad que se ha impreso en muchos de ellos, aunque aún faltan unos cuantos.
Esos y muchos otros motivos han permitido que la comunidad universitaria siga trabajando unida, sin conflictos que puedan detener su marcha, y que la UAT siga creciendo en investigación, docencia, en oferta académica y social y también en algunos de sus programas sociales.
En este último rubro, se han consolidado programas tendientes a vincularse con la sociedad en forma directa, proporcionando apoyos de diversa índole que dan a la UAT un estatus distinto en la sociedad.
Ahora no se piensa lo mismo que antaño, cuando daba miedo entrar a un campus universitario.
Tocó a José María Leal un buena época en la UAT, cuando todo se presentó de la mejor manear posible; hoy, tocará, si es que acepta el reto y la reelección, trabajar más con mucho pero mucho menos recurso, ya que el gobierno federal ha dado en recortar el recurso a instituciones y dependencias que tienen una importancia fundamental en el desarrollo no de sus lugares de origen, sino del país.
Pero Leal no se incomoda ante esta situación y esperar hacerle frente. Aunque no dijo “SI” abiertamente, entendemos que su mensaje fue una clar aceptación del apoyo para su reelección.
Ahora sigue el conformar la comisión correspondiente, la convocatoria para elecciones y la “campaña” que no es más que un recorrido, escuela por escuela, para confirmar que hay calidad, para pedir la confianza y procurar que sigamos creciendo, lo que es fundamental.
Ahora sigue el preparar un plan estratégico que vaya acorde a los pendientes que, desde el Plan Estatal de Desarrollo que impulsa el gobierno del estado, pueda responder a las necesidades sociales, muchas de ellas, ligadas en forma directa con la ciudadanía, la producción y las autoridades.
Es por eso que consideramos que la decisión de directores de la UAT es adecuada, y mire que no hemos escuchado sus comentarios al respecto, pero finalmente, son los que otorgarán el voto de confianza. Recuérdese que es el órgano que tiene el poder suficiente como para marcar el destino de la Universidad tamaulipeca.
Seguramente, muchos universitarios seguiremos buscando las oportunidades académicas, de investigación, laborales y de otra índole, en el entorno de la UAT, institución que sigue creciendo, y que pese a la crisis que vivimos, no ha detenido su enorme paso.
José María Leal Gutiérrez viajará seguramente este fin de semana a su natal Reynosa y, en la compañía de sus seres queridos, establecerá las prioridades para su vida futura, en lo que se supone será una aceptación a la invitación que Cinthya Ibarra hizo llegar a nombre de los demás.
El reto es difícil y lo sabe Chema, pero está dispuesto a enfrentarlo, para lo que buscará hacer un proyecto viable que tenga la aprobación de una mayoría de universitarios que, en fecha breve, hemos de asistir a ejercer nuestro derecho, votando por quien pensamos, ha sido un muy buen rector.
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