– Paquete económico de controversia
-¿Salvar el bolsillo de los mexicanos?
-Todo por rescatar a las finanzas públicas
El Gobierno Federal encabezado por la administración panista, que prometió el cambio y no más crisis económicas como las del pasado, le receta a los mexicanos las mismas viejas fórmulas del pasado que tanto cuestionamos y que hicieron crecer la pobreza en el país.
Para 2010 el escenario interno es todavía más complicado con todo y que el Fondo Monetario Internacional (FMI) concedió un préstamo histórico al gobierno del presidente Felipe Calderón endeudando a los mexicanos de golpe y de súbito.
Le llaman austeridad a empobrecer de nuevo nuestros bolsillos, sacrificar más a la vapuleada clase media que resulta siempre la más afectada en México en cada crisis; y a volver más pobres a los pobres que ya sienten nuevamente la presión debido a la ausencia del flujo constante de remesas.
¿De qué sirvió el cambio democrático? ¿Todo el júbilo de las elecciones del 2 de julio de 2000?
Los blanquiazules lo han rescatado todo, no han cambiado ni modificado nada, ni siquiera contaron con un Plan B de propuesta real para darle al país las reformas necesarias para construir un Estado moderno y eficiente, una economía blindada.
El eje sigue siendo el petróleo -como lo fue en los sexenios priístas-, está resultando imposible despetrolizar las finanzas públicas porque también hay mucho de interés gubernamental de por medio; realmente no se quiere destetar el gasto corriente, la nómina de los burócratas y los gastos de privilegio del primer nivel.
Al mismo tiempo a la economía mexicana se le ha dejado flotar solita a la vera de la inercia de la economía estadounidense. Desde el 2000 no hay un programa serio rector de la economía mexicana, ni visión de futuro, ni mucho menos de planificación.
Lo peor: nos siguen mintiendo, como en el pasado con sus estadísticas que pasaban de rojas a negras y los números de una pobreza que en los datos del INEGI reducía, pero en las calles de las grandes urbes aumentaba.
Nuevamente mintieron al decir el año pasado que la economía mexicana, la eterna emergente, no tendría ninguna afectación por los embates que Estados Unidos exportaba al exterior. Lo señalaron y lo afirmaron una y otra vez: “No habrá crisis, tenemos una economía sólida”.
Los mismos testimonios plasmados en la prensa escrita que pueden ser consultados en distintas áreas hemerográficas no dejan lugar a dudas del caudal de mentiras y falsas afirmaciones.
¿La crisis les tomó por sorpresa? Primero el paquete económico enviado al Congreso el año pasado para discutir las bases económicas de 2009 fue estructurado absolutamente fuera de la realidad internacional.
Dos variables dieron al traste con lo que fue finalmente aprobado por un Congreso que tampoco mostró la seriedad requerida a la altura de las circunstancias: el precio del petróleo y el tipo de cambio.
Así el Gobierno Federal debió instrumentar al vapor y sobre de la marcha recortes en el presupuesto y es que el petróleo no ha cotizado en el mercado internacional al precio utilizado de base en el PEF.
De esta manera, la caída en los ingresos petroleros y tributarios no petroleros implicó una disminución de ingresos netos. Para compensar esta disminución, el Ejecutivo Federal determinó hacer uso de 342 mil 900 millones de pesos provenientes de diversas fuentes de ingresos no recurrentes: el producto de las coberturas petroleras, los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros, el remanente de operación del Banco de México correspondiente al ejercicio fiscal de 2008 y otros aprovechamientos provenientes de operaciones no recurrentes.
Asimismo los estrategas de Hacienda urgieron a los amarres en el gasto y la improvisación al estilo del internista al que le toca su primera prueba de fuego atendiendo a un paciente que de pronto se atraganta y no sabe cómo ayudarlo a que no se asfixie y entonces empieza a darle de palmadas y sacudidas en la espalda.
Efectivamente, nos están sacudiendo, no saben qué hacer, a lo mejor tomaron los viejos manuales del PIRE del entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado o le están pidiendo asesoría directa al ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
A COLACIÓN
De nuevo el Gobierno Federal presenta un Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación por demás controvertible, además de la cirugía a las Secretarías de Estado, con la extirpación de tres dependencias, también está la liposucción al gasto corriente, el adelgazamiento del gasto social y una austeridad que busca ser compensada mediante fórmulas de recaudación regresivas.
Basados en los resultados del segundo trimestre de 2009 con un PIB en contracción mayor de lo pronosticado, motivó que el gobierno estimará un cierre del año con una caída del 6.8% en la economía mayor que la padecida en el amanecer del sexenio encabezado por el presidente Ernesto Zedillo.
Aún así las cifras son conservadoras, Banco de México en sus encuestas a los analistas privados reflejó un promedio de caída esperada del 7.2% aunque hay pronósticos cercanos al 8 por ciento. Es decir, un cisma económico en toda proporción mucho mayor, quiero subrayarlo, al de Estados Unidos epicentro del problema.
GALIMATÍAS
De una vez por todas, el programa del gobierno para 2010 no es para favorecer a la microeconomía, ni busca detener el desempleo, ni reducir la pobreza, ni apoyar a la clase media ni crear más riqueza, su único y principal objetivo es salvar las finanzas públicas.
Para tener una idea, a grosso modo, el gobierno propone lo siguiente: Deuda e ingresos no recurrentes: A) Se recurrirá a un déficit fiscal temporal el cual junto con ingresos no recurrentes y ahorros sumará 155 mil millones de pesos en 2010. Equivalente al 100% de la disminución en ingresos debido al ciclo económico. B) Racionalización en el gasto: Se realizarán ajustes totales al gasto por 218 mil millones de pesos considerando un menor techo a lo aprobado para 2009 por 74.2 mil millones de pesos. C) Ingresos no petroleros permanentes: Aumentará la recaudación permanente de ingresos no petroleros a través de modificaciones al marco tributario. El efecto de las medidas propuestas en este ámbito se estiman generarán 176 mil millones de pesos y permitirán cubrir aproximadamente el 80% de la disminución en ingresos petroleros anticipada para 2010.
*Economista y columnista especializada. Es candidato a doctor por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales. Puede contactarla en: [email protected]