ANECDOTARIO/JAVIER ROSALES ORTIZ *UNA MUJER DE CUIDADO

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RELATO 1.-A su valiosa habilidad de ser una experta en el arte de mover el bote con soltura y con categoría habría que agregarle otra, la de que es una mujer que hace las cosas de manera muy discreta.

Pero aun así ya se supo que a lo largo y ancho de Tamaulipas se mueve y se entrevista con grupos para involucrarlos en su ambicioso proyecto a corto plazo, que es la candidatura del PAN a la gubernatura del estado el año próximo.

En sus años mozos en su querido Tampico a ella se la disputaban los mancebos más cotizados del lujoso casino del puerto jaibo, porque era capaz de bailar un danzón sin salirse del cuadrito o desplazarse por la pista sin perder el paso, por eso hasta se daba el lujo de seleccionar al bailador más acaudalado.

Bella, manudita y simpática se dejaba llevar por el escenario y se convertía en la envidia de las chicas casaderas de abolengo que frecuentaban el casino para atrapar al mejor partido, pero que carecían de la gracia que ella irradiaba en abundancia.

Ahora, al paso de los años y ya como una mujer madura y con experiencia en la vida pública y política, sabe que aquellos acaudalados compañeros de baile que aun viven le serán de gran utilidad en su proyecto, por ello ya está buscando su apoyo.

Los frecuenta y los trata de convencer de que tiene la estatura para convertirse en la primera gobernadora de Tamaulipas y, ellos, como que se dejan querer.

Ella ya dijo públicamente que si quiere y poco le importan los absurdos que lanza a los cuatro vientos personajes panistas como Francisco Javier Cabeza de Vaca, y la insistencia de Ángel Sierra Ramírez y de José Julián Sacramento de aparecer en el cuadro.

Serena, morena, como es ella, se desliza como una sirena bajo el agua y solo saldrá a la superficie totalmente cuando tenga la seguridad de que ella es la buena.

Pero, como experta política que es, sabe que no todo se decide en Tamaulipas, por eso no pierde el contacto con su madrina Josefina Eugenia Vázquez Mota, poderosa mujer panista con quien le entraña una añeja amistad y quien la escucha y la aconseja.

En ella cifra parte de sus esperanzas para que el apoyo de los grandes le llegue de México y también para que en Tamaulipas den su brazo a torcer todos aquellos que hoy le son necesarios.

Hoy, Luz Irene Alzaga Madaria es la delegada de Sedesol Federal en Tamaulipas y algunos del PRI la ven de lejecitos como una mujer de cuidado.

Saben que Pancho Javier, Ángel y José Julián están quemando rápidamente sus cartuchos y que ya se desgastan públicamente cuando se lanzan calificativos poco atractivos, mientras que Luz Irene se mantiene al margen, recatada y muy serena y en ello radica su peligrosidad.

Entienden, también, que ella conserva un expediente pulcro, muy diferente al de sus tres amigos panistas, por eso no la pierden de vista.

Entre las cualidades de ella también figura que es una mujer desconfiada, al grado de que no es afecta a contratar guaruras indiscretos que filtren datos sobre su trabajo o sobre su vida privada, por eso prefiere a sus sobrinos como choferes o como escoltas para que todo lo que la pueda perjudicar quede en familia.

Por todo eso y por mucho más ella es la rival más fuerte.

De los optimistas tricolores.

RELATO 2.-Mi eterno agradecimiento para todos aquellos familiares, compañeros de jornada, amigos y funcionarios que se anticiparon para felicitarme por mi cumpleaños, que es este lunes.

Gracias por hacerme sentir que existo y por distinguirme con su amistad en los buenos y malos momentos con los que se han aderezado mis 51 años de vida.

Y por creer en mí y en mi modesta columna, que me ha arrancado pedazos de alegría y también de tristeza a lo largo de esta grata experiencia.

También, por tolerarme y por el arrojo de todos aquellos que con sus criticas y comentarios me sitúan siempre en el lugar exacto, porque no todo en mi vida han sido alabanzas. Gracias, mil gracias.

Correo electrónico: [email protected]

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