– Empresario Rigo Camarillo, afirma que Nails Shop Salon, en ningun momento le falto respeto a la Bandera Mexicana y envia nota aclaratoria por publicacion en un medio vespertino.
Redaccion /EnLíneaDIRECTA
Río Bravo, Tamaulipas.- Envian esta nota aclaratoria a www.enlineadirecta y se brindando cobertura, como siempre se atiende a todo ciudadano que desee expresar su opinion, se hace la difusión correspondiente:
Debido a una nota que se publico en un periódico vespertino, hablando acerca de la supuesta alteración a nuestra bandera nacional, hago esta aclaración: el pendón que esta colocado en nuestra negociación NO es la Bandera Nacional, de acuerdo a las características que claramente señala el capitulo 2, articulo 3 de la ley sobre el escudo, la bandera y el himno nacional. Nuestro lábaro patrio esta conformado de acuerdo a esta ley, de dos principales características: ES HORIZONTAL CON TRES COLORES DIVIDIDOS EN FORMA VERTICAL Y TIENE EL ESCUDO NACIONAL AL CENTRO. Por lo tanto, si no tiene estas características NO es la bandera de México.
Nails Shop Salon, en ningún momento le falto el respeto a nuestra Bandera Mexicana. Antes de elaborar esos pendones se hizo un exhausto y detallado análisis de la ley y en ninguna parte se encontró la prohibicion del uso de los colores de la bandera nacional. Nails Shop Salon y sus propietarios refrendan el respeto hacia nuestra bandera mexicana, como nos la han ensenado a través de nuestra educacion elemental, media y superior. El Escudo, la Bandera y el Himno Nacional son los símbolos patrios de nuestro México y como Mexicanos siempre los veremos con respeto, culto y honor.
Por lo tanto, miente el reportero del vespertino, cuando señala que se altera la bandera mexicana, porque no hay elementos para afirmar esto. Además, el reportero es falto de ética, ya que al presentarse en nuestra negociación a pedir dinero para un torneo de ajedrez, se comporta de manera prepotente, altanera, y chantajista. Y obviamente al no tener el resultado esperado, actúa con dolo y coraje. Además, abusa de la confianza que le depositan los editores del vespertino, al usar el periódico como instrumento para cometer sus amenazas y extorsiones. Que lamentable que existan personas como estas, que se dicen periodistas, sin que nadie les ponga un alto.