– Hasta siete horas para recibir consulta en el Hospital Infantil
Benny Cruz Zapata/EnLíneaDIRECTA
Victoria, Tamaulipas.- La sola amenaza de un repunte de influenza H1N1 esta convulsionando al sistema hospitalario en Tamaulipas, en donde la población satura diariamente las salas de espera de los Hospitales de la localidad, a donde llegan desesperados ante la incertidumbre de que un simple catarro los vaya a convertir en víctimas del virus que amenaza con posesionarse de nueva cuenta.
Más allá del reconocimiento oficial que habla de poco más de mil casos confirmados de acuerdo al reporte que da la Secretaría de Salud; quienes viven el martirio de algunos de los síntomas que se difunden como parte del cuadro clínico que presenta la influenza H1N1 coinciden en demandar que se mejore la atención del servicio médico:
“Somos ya muchos los que estamos padeciendo la situación, las noches, los días se convierten en pesadilla cuando nos toca la de malas y se nos llega a poner malo un hijo, en mi caso llevo ya seis horas esperando la consulta, llegue a las cinco de la tarde y ya pasan de las once de la noche y a mi hijo todavía ni lo pesan, no es el único, solo mire a cuantos como nosotros están viviéndolo mismo”
Dice la señora Juana María Tovar Terán, de la Colonia Mainero de esta capital, mientras con las manos le acaricia la frente a Alejandro Tovar, el menor de sus hijos, recostado entre sus piernas con las evidencias de la enfermedad en el semblante:
“Para mí es una gripa, pero por todo lo que dicen en la tele, en el radio y en el periódico de que la influenza está de regreso, no vaya a ser la de malas y le pase algo malo, mi niño empezó con mucha temperatura, le dio tos, le dio tempra y ambroxol pero no se le quito, por eso lo traje, pero la verdad que es muy duro, porque desde la llegada la señorita de la caja me dijo que había 40 pacientes por delante, que si me quería esperar y aunque es bien pesado tanta hora que llevo aquí peor es estar con la duda de que a mi hijo le vaya a tener el virus”.
En iguales circunstancias pero peor experiencia es la que comparte Dora Martínez Zamarripa, de la Colonia Revolución Verde, ya que como madre de una niña de nueve años comparte que lo que empezó como una gripa en su hija Estefanía y ante lo que dicen de la influenza, casi de inmediato la llevo con el pediatra, el que le diagnostico como posible el mal y le receto tafiful, sugiriéndole que de seguir los síntomas mejor la llevara al Hospital Infantil para que le hicieran la prueba de la influenza:
-Eso fue en la mañana, ya para en la tarde mi hija empezó a vomitar y la temperatura no se le quitaba, esperamos hasta las 10 de la noche a ver si evolucionaba, pero no, así que nos la trajimos, cuando llegamos había gente esperando hasta en el piso, la mayoría de los niños estaban igual o peor que mi niña, la sala de urgencias repleta, desde la llegada la recepcionista nos advirtió que era un solo médico el que estaba consultando, pero la urgencia de que nos atendieran nos llevó a sentarnos, solo de ver que tanto niño enfermo junto con sus papás y nadie con cubre bocas, nos hizo ver el foco de contagio en que están convertidos los mismos hospitales.
Asegura que eso no fue lo peor:
“Después de cinco horas de espera y mi hija quejándose de todo, nos pasaron con el médico, le ordeno análisis de todo…menos la prueba de la influenza, porque resulta que no la tenían, al final de cuentas el doctor nos aseguro que era la influenza estacional la que estaba pasando mi hija, que nos fuéramos a casa y que estuviéramos en alerta y que si de plano la veíamos más mal que regresáramos, pasamos la noche en vela, pero gracias a Dios al otro día fuimos con un doctor particular que nos confirmó el diagnóstico pero nos ordeno la prueba de la influenza que gracias a Dios pudimos pagar…¿pero la gente que no tiene otra opción que el Hospital Infantil?.
La interrogante se queda sin respuesta.
