Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Impuestos: misión imposible

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Es increíble escuchar lo que escuchamos en la televisión. Quienes no tenemos la oportunidad de estar en el lugar de la noticia, vemos la manera en que el secretario de Gobernación Gómez Mont quiere convencer a los mexicanos y a los diputados de que lo que más nos conviene es incrementar la carga tributaria.
Llama la atención el discurso de Felipe Calderón, aquel candidato a la presidencia de la República, cuando decía que iba a bajar los impuestos si llegaba a Los Pinos., Mire nada más, que ha llegado y las primeras reacciones han sido precisamente incrementar los impuestos, amén de no cumplir con la sentida promesa que hizo de desaparecer la tenencia por el uso de automóviles.
Circula por la Internet la fotografía de campaña donde asegura que desaparecerá ese impuesto “pasajero” que se instrumentó allá en 1968, cuando los juegos olímpicos, y que la idea era tener recursos para atender el compromiso mundial. Cuarenta y un “pasajeros” años tuvieron que pasar para que Felipe decidiera desaparecer la tenencia, claro, hasta 2012, cuando él ya salga de ser presidente, dejando el compromiso económico al que venga que, seguramente, no será de su partido, dados los resultados que los mexicanos hemos visto en la forma en que se gobierna.
Hemos visto también que la cosa de los impuestos es muy dispareja: no consideramos justo que quien gana más pague más, en el sentido de que tienen distintos porcentajes el que produce uno que el que produce diez; en otras palabras, si usted gana, por ejemplo, mil pesos, pagará por decir, diez por ciento, o sea, que serían unos cien pesitos, pero si gana diez mil pagaría el 13 o 14 por ciento, que significaría aproximadamente mil 300 o mil 400, y no pensamos que sea una buena medida.
Lo anterior definitivamente espanta al que quiere trabajar más, ganar más, mejorar su calidad de vida, porque no será una buena medida el trabajar a marchas forzadas a sabiendas que nos quitarán más dinero. Estas medidas nos hacen conformistas y no tienen nada de justas, o al menos, así lo vemos.
En Tamaulipas el gobierno estatal que encabeza Eugenio Hernández Flores ha apostado porque haya una mejor forma de vida, y en ese sentido, ha procurado que haya más inversión de fuera, que la gente tenga empleo que es una de las necesidades más sentidas y que no ha cumplido el gobierno federal.
Cuando la gente trabaja está tranquila, y eso no tiene duda, todos lo sabemos: el llevar la comida a casa nos ayuda a estar contentos, o al menos, sin la presión de cómo le vamos a hacer para enfrentar las necesidades prioritarias.
Eugenio Hernández ha traído mucha inversión; hay quien piensa que no es suficiente, que hace falta más, y en ello estamos de acuerdo, porque todavía no alcanzamos la autosuficiencia económica, aún nos falta, pero consideramos, o al menos, hemos visto que se sigue caminando en rumbo adecuado, y eso ofrece tranquilidad a la población y desalienta las actividades criminales. La gente no roba tanto porque tiene cubiertas sus necesidades.
En eso, insistimos, Felipe se equivocó, y la factura que pagarán será muy alta cuando venga el cambio de gobierno. Recuérdese que el pueblo no olvida los agravios ni los abusos.
Suponemos que podría instrumentarse un programa que, con un solo número, nos permitiera cobrar y pagar impuestos, es decir, imagine el lector que sin tanto alboroto como es el RFC, el CURP y ahora la famosa cédula de identificación que pretenden meter “a chaleco” con un coste multimillonario –en época de crisis, por supuesto- y otros números como el del seguro social y demás.
En Europa la gente tiene su número del carnet de identidad, o en la Argentina, donde con un solo número se hace todo.+
Imagine el lector que el ciudadano registrado con un número, digamos, el CURP, puede acceder al seguro social, a cobrar sus pensiones, y por supuesto, a pagar sus impuestos. Imagine el lector que pagar impuestos se pudiera hacer mensualmente y en línea sin tener que sacar tantas operaciones que nos llevan a contratar contadores que a veces no nos cumplen.
Que usted pudiera ingresar a una página Web y poner su número del CURP, y apareciera ahí su empleo y sus honorarios, y por ende, el porcentaje que debiera pagar, y que con un click pudiera hacerlo desde su casa, a través de esa página, para no tener que hacer tantos embrollos como nos pide Hacienda y que propicia mucha evasión.
Hay gente que no quiere batallar, y por tantas vueltas que hay que dar a la declaración, simplemente no hace nada por estar al corriente.
Pero México, con su crisis de tributarios, con la falta de ciudadanos que cumplen con su obligación de pago de impuestos, nos hace más difícil la cosa y no podemos acceder en forma fácil al pago de impuestos. Hay que contratar un contador y eso merma nuestros ingresos, hay que buscar y llenar mil y una formas, y eso lo hace aún más difícil.
Todas esas cosas, entre muchas más, son las que hacen que los mexicanos no queramos pagar, además del dudoso destino que tiene el dinero que “nos quitan” y que nunca vemos reflejado, ni en obras, y tampoco en servicios.
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