Como era ya casi un hecho, los Consejeros del Instituto Estatal Electoral de Tamaulipas (IETAM) aplicaron al viejo estilo “la aplanadora” para sacar por mayoría la redistritación electoral, por lo que a partir de la próxima Legislatura el Congreso del Estado se compondrá por 32 diputados locales, de los cuales 22 serán por voto directo de la población y 14 por representación proporcional.
Realmente no fue sorpresa para nadie este resultado, pues ya había la intención de ampliar el número de diputados locales con el pretexto de que el número de habitantes lo justificaba, y según como estaban distribuidos hasta ahora y las cuentas que hacía y hacía Miguel Gracia Riestra, pues “nomás” no le salían.
Las tres posiciones más que habrán de incluirse en la nómina del Congreso del Estado estarán ubicadas geográficamente en la frontera de Tamaulipas. Le corresponde uno a Reynosa, uno a Matamoros y uno más a Nuevo Laredo que al parecer compartirá con votantes del nuevo distrito que alcanza Miguel Alemán.
En la redistritación los consejeros determinaron que las cuentas tampoco salían en Mante, por lo que perdió un distrito y sus electores se transfirieron a Jaumave, lo mismo le pasó a Tula.
Bueno, a pesar de que el IETAM ya aprobó 4 nuevos curules (3 por la vía uninominal y 1 plurinominal), para que esto sea totalmente legal falta que sea publicado en el Diario Oficial del Estado, y que no exista impugnación alguna, -claro de los partidos de mayor peso político, porque de otra manera, va la aplanadora de nuevo y todo queda igual- por lo que en breve o sea “antes de lo que canta el gallo” tiene que estar listo, porque oficialmente el periodo electoral para el 2010 inicia a finales de octubre.
Así mismo, la administración pública tiene que realizar sus “ajustes” al presupuesto del 2010, porque 4 diputados más, no solo implica un lugar donde sentarse en el recinto, significa un salario mensual, una dieta para el cumplimiento cabal de las obligaciones de los legisladores y serie de gastos que hay que determinar de donde saldrán los recursos, pero por supuesto que de los impuestos ciudadanos ¿de dónde más?
A veces no entiendo muchas cosas… ¿para que quieren cuatro diputados más en el Congreso? Al final de cuentas eso de la representación ciudadana es ficción. Los representantes de los minipartidos forman parte de la decoración de la legislatura y de todo ese entramado mundial que se llama Democracia, una democracia que a los mexicanos nos cuesta mucho más, que a cualquier otro ciudadano del mundo.
Hace 15 días, los diarios locales publicaron en su sección Nacional una nota que México estaba gastando más que muchos países con mayor número de habitantes en diputados, o sea, estamos sobregirados de legisladores y parece ser que no se justifica, más que para dar cabida a compromisos políticos.
Lo que sucede en el Congreso de la Unión, tanto en la Cámara de Diputados como la de Senadores, no es muy diferente de lo que ocurre en el Estado, el pleito por los “agandalles” está a la orden del día, mientras que la calidad del debate está demeritada. La misma Arquidiósesis de México publicó en su revista, la pena que sentía por el nivel de los legisladores, quienes responden más a los compromisos particulares y partidistas que a la sociedad.
Y desde aquí, Ricardo Gamundi, Líder de los legisladores priístas señala que su sueldo es de 144 mil pesos mensuales, al igual que la percepción salarial de sus compañeros y a penas les alcanza, a pesar de que además de eso tienen “gastos de representación” para la gestión de sus actividades.
Lo incongruencia de esta redistritación es que no es el momento para cargar la nómina, pues no hablamos de unos cuantos pesos, estamos pensando en más 7 millones de pesos al año. Si de los 32, no desquitan el sueldo, ni la mitad, agréguele 4 más.
Otra incongruencia es que se habla de la obesidad gubernamental, pero parece que lejos de aplicar el adelgazamiento, decimos ¡viva la gordura!
Comentarios [email protected]