
El Comité Olímpico Internacional (COI) escogió a Río de Janeiro como la sede de los Juegos Olímpicos de 2016, después de una emocionante votación en la que quedaron eliminadas las ciudades de Madrid (segundo lugar), Tokio (tercero) y Chicago (cuarta).
Será la primera vez que un país sudamericano albergue este anhelado evento internacional. La decisión se anunció en Copenhague, Dinamarca, escenario de una intensa batalla publicitaria, mediática y diplomática entre las cuatro ciudades que disputaban el honor.
La ciudad ganó la tercera y definitiva votación con 66 votos frente a los 32 de Madrid. Sin embargo, en la primera ronda fue la española la que se había puesto en cabeza, con 28 votos (Río con 26, Tokio con 22 y Chicago con 18).
En la segunda, Tokio sólo recibió 20, Madrid 29 y Río, que ya se distanciaba de sus rivales, 46.
“Río está preparada”
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dejó claro al COI que “Río está preparada” y sostuvo que con este reconocimiento, Brasil ya se ha ganado “la ciudadanía internacional”. “No se arrepentirán”, dijo.
Lula presentó la candidatura como una oportunidad para demostrar al mundo que los Juegos Olímpicos pertenecen a todos los continentes.
“No sólo serán los Juegos de Brasil, sino los de Sudamérica. Servirán para inspirar a 180 millones de jóvenes en todo el continente. Es hora de recuperar el equilibrio”, expresó.
Cuando el presidente del COI, Jacques Rogge, anunció al ganador, la leyenda brasileña del fútbol Pelé comenzó a llorar de emoción. Mientras, cientos de personas celebraban la victoria en las playas de Copacabana, en Río.
Según el corresponsal de la BBC en esta ciudad, Gary Duffy, el ambiente era de “alegría absoluta y descontrolada”, en esta playa, donde se levantó un escenario para recibir las buenas noticias desde Dinamarca.
La gran sorpresa fue la eliminación de Chicago en la primera votación. Horas antes, el presidente estadounidense, Barack Obama había pedido abiertamente a los delegados del Comité Olímpico Internacional (COI) que votasen por su ciudad adoptiva, ya que Estados Unidos y Chicago estaban “listos y ansiosos” por recibir “atletas y visitantes de todo el mundo”. Dicho esto, abandonó suelo danés.
Tokio perdió en la segunda votación. En su ponencia, el flamante primer ministro japonés, Yukio Hatoyama, también quiso persuadir a los miembros del COI y apeló a su imagen de país organizado, pero los observadores habían señalado que “la geografía” estaba en su contra debido a que la última Olimpiada la celebró su vecino China.
Presentaciones
Durante la jornada de elección, las distintas ciudades presentaron ante los miembros del COI los proyectos con los que optaban a albergar el evento.
Desde Obama hasta los reyes de España, incluyendo a Hatoyama y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva.
Los discursos de líderes políticos y deportivos de las candidatas versaron sobre los planes deportivos, pero también sobre infraestructuras, seguridad, legado para la población e incluso legislación anti dopaje.
Por parte de la derrotada España, el ex presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, se unió al rey Juan Carlos y al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, además de otros líderes regionales.
Sabiendo que Londres organizaría los Juegos de verano en 2012 y la ciudad rusa de Sochi los de invierno en 2014, Zapatero parecía querer conjurar la regla no escrita de la rotación de continentes -uno de los handicaps para Madrid, según muchos analistas- asegurando que “(la madrileña) es la candidatura de un país que se siente profundamente europeo, al tiempo que mediterráneo y latinoamericano”.
“Queridos colegas, sé que estoy muy cerca del final de mis días. Tengo 89 años. Permitidme que os pida que toméis en consideración premiar a mi país con el honor y el deber de organizar los Juegos Olímpicos en Madrid”, dijo por su parte Samaranch, en uno de los momentos más emotivos de su intervención.
Beneficios
La organización de los juegos trae grandes beneficios a la ciudad sede, declaró a la BBC Andrew Thornley, profesor de urbanismo y especialista en legado olímpico.
Están no sólo el mejoramiento de los servicios de transporte y la infraestructura en general, sino también la capacidad de atraer más negocios y de inspirar a las nuevas generaciones a practicar deporte, afirmó.
Sin embargo, en las ciudades candidatas -incluida la ganadora- también existen voces críticas contra los Juegos Olímpicos.
Algunos, en un momento de recesión como éste, denuncian el excesivo gasto público que conlleva la organización y promoción de un evento de tales dimensiones.