* En boga, priísmo neoporfiriano.
* Credencial tricolor, sangre azul.
Cd. Victoria, Tam.- Ahora que el vecino estado de Nuevo León cambia de autoridades, acaso sea útil recordar algunos pendientes que tiene dicha entidad con Tamaulipas.
Entre ellos la deuda del agua retenida por la presa “EL CUCHILLO” para perjuicio del distrito de riego 026.
El lector recordará que en septiembre pasado la CONAGUA se comprometió a pagar 47 millones de pesos como compensación a los productores rurales afectados por el cortante estanque neoleonés que sobreexplota la cuenca baja del Río San Juan.
Como bien se sabe, la mitad de ese dinero (23 y medio millones) se liquidaría en efectivo y otra parte se otorgaría en especie mediante obras de irrigación.
Pero ya ve usted como son estas cosas. Resulta que los pagos se estipulan en base a estimaciones un tanto nebulosas de los propios funcionarios.
Y en ello se atraviesan variables como la superficie agrícola que se dejó de sembrar por la insuficiencia de agua y las toneladas de sorgo que tampoco se cosecharon, todo ello en función del precio por tonelada y un promedio estimado de la tonelada por hectárea.
En fin, los regios respiraron más tranquilos cuando el abogado NATIVIDAD GONZALEZ PARAS dijo adiós a las dos sillas, a la gubernamental y al cerro del mismo nombre, presente en el escudo de armas (recuadro superior izquierdo) de dicha entidad. Por ahí, bajo un cielo amarillo, el león rojo, un árbol de naranjas, chimeneas, flechas, abejas y todo lo demás.
MUCHACHO DE LOS DE ANTES
Entre las imágenes del cambio de estafeta destaca el rostro petreo del representante presidencial FERNANDO GÓMEZ MONT, a la sazón Secretario de Gobernación y ese saludo impersonal que le profesaron tanto el mandatario saliente (GONZALEZ PARAS) como el entrante RODRIGO MEDINA DE LA CRUZ.
Del gélido discurso tramitado por GOMEZ PONT acaso sea rescatable su mención al cambio generacional que este relevo lleva implícito.
Y tiene razón, mire usted, porque NATIVIDAD nació en 1949 (un año después de CARLOS SALINAS) mientras que el joven MEDINA vio la luz primera en 1972, lo cual hace una diferencia de 23 años.
Para más datos, NATIVIDAD quiso ser gobernador en 1997 (a los 48 añitos) pero el voto le fue adverso, convirtiéndose así en el primer candidato del PRI (y hasta ahora el único) en perder la gubernatura de Nuevo León, frente al panista FERNANDO CANALES CLARIOND, de ingrata memoria, por cierto.
Pero el destino depararía de NATIVIDAD una segunda oportunidad seis años después (algo más crecidito, a los 54) en los comicios del 2003 cuando derrota (de calle, justo es reconocerlo) al blanquiazul MAURICIO FERNANDEZ.
Menos difícil ha sido alcanzar tan preciada meta al mandatario entrante MEDINA DE LA CRUZ, conocido también como el “Golden Boy”, quien llega al poder con apenas 37 años cumplidos.
Aunque en casos así, decir juventud no necesariamente significa ideas frescas ni ímpetu renovador, como tampoco es garantía de representar alguna suerte de vanguardia ideológica. Sobran razones para pensarlo así.
CADA QUIEN SU PROCER
Sabrá usted que en la víspera del relevo, NATIVIDAD y RODRIGO se dieron cita en palacio donde el primero entregó al segundo las llaves del despacho principal y se llevó a cabo una simbólica mudanza de retratos.
El jefe saliente descolgó para llevarse a casa una pintura de su tatarabuelo JOSE MARIA PARÁS, quien fuera primer gobernador de Nuevo León en 1825.
Pero resulta que en el mismo lugar, el jefe entrante ordenó enganchar la imagen, mire usted… ¡De un gobernador porfiriano!…
En efecto, el personaje histórico al que MEDINA admira tanto (pero tanto) que lo considera “un visionario” y también el “modelo a seguir” para la nueva administración es nada menos que el general BERNARDO REYES.
Quien, por cierto, ni siquiera nació en Nuevo León, sino en Jalisco, pues procede de la época en que el dictador DIAZ imponía en las gubernaturas a sus amigotes y compadres del alto mando castrense, sin importar su origen ni (menos) la voluntad ciudadana.
Desde luego, virtudes habrá tenido el general REYES como miembro del círculo íntimo que acompañó a don PORFIRIO en sus lances de juventud, particularmente en la lucha contra los franceses.
Aunque también es necesario recordar (¡En la víspera del centenario, oiga usted!) que la revuelta golpista encabezada por los generales BERNARDO REYES, FELIX DIAZ y VICTORIANO HUERTA (orquestado todo desde la embajada norteamericana) precipitaron uno de los episodios más sangrientos y vergonzantes de la historia patria como fue la “decena trágica”, en febrero de 1913, cuyo resultado fue el doble asesinato del Presidente FRANCISCO I. MADERO y el vicepresidente JOSE MARIA PÍNO SUAREZ.
Resulta entonces muy significativo que nada de esto parezca importarle al nuevo mandamás de Nuevo León RODRIGO MEDINA DE LA CRUZ quien se dice ahora iluminado por REYES.
Ello, pese a que el citado “Golden Boy” fue postulado por un partido (el PRI) que se asume heredero de la Revolución Mexicana y depositario de los valores enarbolados por hombres como MADERO, VILLA y ZAPATA
Demos pues por cumplida la profecía de JOSE CLEMENTE OROZCO en los murales de Bellas Artes. La de un priísmo neoporfiriano y empanizado, donde deambulan lagartijos y catrines con cananas al pecho, soldaderas CHRISTIAN DIOR y neoliberales salinistas de bigotes sobrepuestos.
¿O de que otra manera habría que calificar estos desplantes de ignorancia, de la más torpe y lesa inconsciencia histórica?
BUZON: [email protected]
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