Población carcelaria; vulnerabilidad por partida doble

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– Urge el apoyo de la sociedad para la readaptación

Benny Cruz Zapata/EnLíneaDIRECTA

Victoria, Tamaulipas.- Al cumplir este día nueve años ininterrumpidos de trabajar con la población carcelaria, el Maestro Eduardo Delgado Gurrola, Presidente del Club UNESCO en Tamaulipas, hace un llamado a la sociedad en su conjunto para que dirija la mirada a uno de los grupos más vulnerables de la sociedad; como lo son las mujeres y los hombres recluidos en los penales de Tamaulipas, quienes festejan en reclusión el conocer otras alternativas de vivir en cautiverio.
“Independientemente de los delitos cometidos que están pagando con su libertad, cuando se da un reencuentro con ellos mismos, les cambia su realidad y es cuando la readaptación social toma sentido, estamos de fiesta, muchos celebran su liberación emocional, el rencuentro que han tenido con ellos mismos y en nacimiento de la esperanza de que su vida puede cambiar después de la terrible experiencia que es vivir encarcelado” apunta Delgado Gurrola.
El también Coordinador de Curso -Taller Cultura de Paz y Desarrollo Humano que es dirigido a los internos del Centro de Ejecución de Sanciones en esta capital, puntualiza la necesidad de que desde cualquier trinchera se contribuya a la reinserción social quienes pagan con cárcel los delitos cometidos:
¿Cómo queremos que ellos regresen a la dinámica social, mejores o peores? –Esta es la pregunta que todos nos debemos de hacer y en este sentido es como hemos trabajado durante nueve años, entrando al mundo de todos ellos, mujeres y hombres que en el encierro penitenciario cobraron ánimo para expresar sus necesidades, sus problemas, sus aspiraciones, porque como algunos lo dicen, requieren del apoyo de quienes estamos más allá de las rejas, para poder sostener el impulso de vida, la esperanza de una genuina “readaptación”, de una oportunidad real de convertirse en personas de bien para que al regresar a la sociedad lo hagan de manera digna, como seres humanos confiables para sus familias y para la sociedad.
De acuerdo a la información proporcionada el Taller por una Cultura de Paz y Desarrollo Humano nace el 9 de Octubre del año 2000. Fue iniciativa conjunta de un grupo de internos del módulo II del Centro de Readaptación Social de Estado de Tamaulipas (CERESO), así como de nuestra búsqueda continua –que ya lleva buen tiempo en su indagación- por contribuir en la construcción de caminos alternativos que fortalezcan procesos de educación y re educación orientados a propiciar y/o enriquecer una educación para el desarrollo humano integral que es uno de los planteamientos fundamentales de nuestro sistema educativo nacional y una urgencia para aquellos grupos de individuos que por diversas circunstancias de vida vieron truncados su desarrollo personal y se encuentran en situación de exclusión, miseria, ignorancia o privados de su libertad por acciones delictivas o de índole diversa como es el caso de la población penitenciaria y que muchos de ellos no cuentan y no han contado con las oportunidades para un desarrollo saludable tanto en el ámbito del desarrollo físico, intelectual, emocional, moral, estético y espiritual.
Y en este sentido, de acuerdo a la información proporcionada se ha trabajado buscando que recuperación de los internos como seres humanos:
“Es un hecho que los casi 10 mil hombres y mujeres que cohabitan en las cárceles de Tamaulipas, cargan toda una historia de vida que no solo habla de los delitos más atroces que se han cometido, sino también de aquellas circunstancias que en un momento determinado les cambio la vida misma, pero independientemente de esto, son seres humanos que pueden modificar su destino, y en eso encaminamos nuestro esfuerzo, lo mismo damos talleres, terapias, realizamos foros en donde ellos toman la palabra y esta dinámica les ha permitido a muchos re dirigir su vida”.

“Podemos ser los peores pero …”

Sergio “ N” tiene la certeza de que los ocho años que lleva en cárcel y los que le faltan son una prueba que tiene que superar y aunque desde hace tiempo esta completamente solo pagando los delitos contra la salud que cometió, sabe que hasta la peor experiencia es una lección de vida:
– Lástima que hasta ahora entienda muchas cosas, y eso es gracias al taller que desde hace mucho tiene el maestro Gurrola, aquí todos hemos aprendido unos de otros, me da risa que nunca en mi vida me vi haciendo yoga, es más ni siquiera sabía de eso, yo era un animal, violento, un delincuente que no entendía razones, desde antes de caer en la cárcel perdí a mi familia, yo soy de Michoacán pero me agarraron aquí, los primeros años fueron terribles, porque la ley del más fuerte es la que prevalece, no fue fácil acercarme al grupo, pero una vez que me integre vi que había otra forma de ver la vida, ahora se puede decir que ya estoy listo para salir y no volver a caerme con la misma piedra”.

Igual que el; Israel “N”
“Yo hasta me he hecho poeta, escribo mis emociones en el taller, aquí la vida a cobrado otro sentido, porque puedo ser el peor pero siempre hay una historia de vida detrás del delincuente, pero aunque no es justificación, pienso que atender el lado emocional es vital para todos nosotros, porque nos vemos como humanos y la violencia que se desata por el encierro se reduce”.
Agrega:
-Además en las cárceles hay de todo, desde los inocentes hasta los delincuentes de alta escuela, pero al final de cuentas pienso que todos merecemos una segunda oportunidad, y estar hablando de lo que nos pasa y lo que sentimos, ya lo ha sido durante muchos años”.

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