Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *¿Perdimos el rumbo?

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La verdad, como seres humanos a veces no entendemos cual es el comportamiento de nuestros “semejantes”: los animales son más predecibles, por muy irreverentes que éstos sean.
Hay algunos animales que se consideran bravos y que dicen los que les conocen que tienen reacciones impredecibles, que no sabemos cómo van a reaccionar ante el hombre –el ser humano- y que tenemos que tener precaución.
Mire, es como cuando le comentan a algún funcionario que si va a buscar la gubernatura, y siempre dice que no, que va a concluir su período, que estará donde el partido se lo pida… y lo primero que hace es buscar al partido para que lo postule.
Igual sucede con los aspirantes a diputado o alcalde, a regidor o síndico: todos dicen ser institucionales, disciplinados, pero no es desconocido que todos se mueren –se “pelan”, decimos acá- por una chancecita para contender a un cargo de esos que mencionamos.
Nada hay más alejado de la realidad que el que digan que no quieren: todos quieren, y no nos pueden engañar a quienes les conocemos, aunque sea, desde el puesto y la plaza, es decir, de funcionario a “pueblo”.
Sin embargo, el mentir no siempre nos lleva a pensar que son los del poder los que lo hacen: también otros se encargan de difundir una mentira a grado tal que los demás acabamos por creerla, y un ejemplo más claro no puede haber que la obtención del señor Barack Obama del Premio Nobel de la Paz.
Resulta cómico, por no decir insultante a la inteligencia humana, que la academia encargada de los otrora confiables premios haya dedicado su galardón de la paz del presente año al presidente de una nación que no respeta la democracia de ningún país.
Recuérdese la forma en que entraron a Panamá por el presidente, o como llegaron a Irak, o Afganistán… una enorme lista de abusos como el que se presenta en la cárcel de Guantánamo, en Cuba, o las intervenciones de la CIA en todo el mundo.
¡Y mire que la academia Nobel decidió premiar a Obama con el Nobel de la Paz¡
Lastima leer ese tipo de notas, y es cuando nos dan ganas de no tener necesidad de buscar en las páginas de la prensa o los noticiarios de radio y televisión algo de información.
Este tipo de burla es un atentado contra el buen sentido del mundo. La verdad, la mayoría de los países tienen algo que criticar a la política intervencionista de nuestros vecinos del norte, y no estamos diciendo mentiras, todos los sabemos.
El caso es que el señor de Washington recibirá su premio a la paz cuando encabeza uno de los más terribles ejércitos del mundo: sanguinarios, violadores de derechos humanos, asesinos y todo lo que se pueda agregar.
Lo anterior nos lleva a pensar en que los hombres hemos perdido el rumbo: ahora es fácil convertirse en delincuente y ser venerado, o en ser político, robar y luego mofarse del uso de ligas en los robos cometidos, como lo que el señor Bejarano nos mostró en televisión al mundo entero… y ahí anda, como si nada fresco como lechuga.
En la entidad muchos se desentienden de las postulaciones y están haciendo labor para ser nominados, otros, piensan que la gente no se da cuenta y a través de certificaciones y acciones meramente superficiales quieren promoverse como buenos y eficientes.
Un claro ejemplo: si usted tiene problemas con el camión de la basura, porque tiene muchos días sin pasar, no quiere saber lo que digan los encargados o las autoridades: para usted, está mal porque no han pasado y así de claro es. No necesitamos buscarle tres pies al gato.
Y en ese sentido, aplaudimos las declaraciones del gobernador Eugenio Hernández Flores en el sentido de que seguimos trabajando, que la situación es difícil pero hay que salir adelante haciendo lo mejor que podemos, y clara muestra es que las obras aquí siguen, aunque quizá no con el mismo ritmo, pero no se han parado.
Tamaulipas tiene mucho que mostrar al mundo sin decir mentiras.
Otra gran mentira la constituye el hecho de que un señor de apellido Córdoba Villalobos nos borró de un golpe 10 millones de dosis de vacunas contra la influenza AH1N1, olvidando que lo había dicho a todos los medios.
Mentirosos no queremos, es por lo anterior que nos da gusto saber que todavía hay esperanzas en la entidad de seguir creciendo.
Entendemos: habrá problemas de dinero propiciados por los recortes de un gobierno federal pansita que no ha sabido responder al pueblo que le llevó a Los Pinos, pero finalmente, Eugenio Hernández se ha rodeado de algunos personajes capaces que nos tienen todavía con muchas esperanzas sobre lo que se proyectó y que significa el progreso en la entidad.
Asumimos que no todo es color de rosa y que habrá uno que otro elemento negativo, pero afortunadamente, la mayoría están del otro lado, es decir, son positivos para la entidad y para el gobierno que nos ocupa.
Eso nos mantiene contentos, nos da gusto, nos reconforta, para ser honestos.
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