POR LA ESPIRAL/Claudia Luna Palencia

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-El Plan B del PRI
-PAN no todo de acuerdo
-Empresarios, futuro incierto

Hay enojo, frustración, incertidumbre entre la clase empresarial mexicana hacia el paquete económico y fiscal propuesto por el presidente Felipe Calderón. Por su parte, la población está temerosa, su ánimo por los suelos, resolver el día a día es su prioridad. ¿El futuro? Mejor ni pensarlo.
Mientras Agustín Carstens, titular de la Secretaría de Hacienda, señala y advierte que no “hay un Plan B” en el Gobierno Federal presionando para que el Congreso apruebe el desastre propuesto en materia presupuestal y fiscal para 2009, un grupo de priístas en el Congreso y dentro de la CONAGO preparan un plan alternativo.
Hasta el momento lo van consensuando entre sí, buscando fuerzas aliadas dentro y fuera del Congreso, muchos priístas siguen debatiendo la conveniencia o no del famoso 2% que iría, supuestamente, para la pobreza.
En tanto el presidente Calderón en tono amenazante advierte a gobiernos de los estados y gobernadores que sino están dispuestos a entrarle a la dinámica de mayores impuestos entonces no podrán exigir recursos el próximo año.
Es el terrorismo fiscal a su máxima expresión. Nunca una sociedad había estado tan enconada y hermanada por el mismo sentir: empresarios, trabajadores, la ciudadanía en general vivimos la depauperación de nuestros medios de vida y esperamos empeore a causa de un paquete que grava siempre a los mismos, nuevamente regresivo.
Y lo reitero, no he conocido persona alguna, ciudadano o empresario a favor del paquete fiscal de 2010, que concuerde con la estrategia de Carstens, ni que crea siquiera en la efectividad del impuesto versus la pobreza. No he conocido a un solo defensor del programa calderonista, más bien escucho la preocupación que, de aprobarse como está, seguirá deteniéndose a la economía mexicana en su crecimiento.
Es absurdo pretender rescatar el PIB minando la demanda, castigando el consumo, echando a la calle a 10 mil burócratas, más 100 mil personas que saldrán a la calle debido a que sus empresas para cumplir con Hacienda buscarán reducir la nómina, peor aún cerrar dependencias necesarias para el país, como el caso de la Secretaría de Turismo.
¿Cuáles son las señales que se mandan? De total incertidumbre, de improvisación absoluta en materia económica, desconocimiento profundo de la realidad en las calles y acerca de la necesidad empresarial de contar con un respaldo para su reactivación.
¿Cómo pueden proponer cerrar la Secretaría de Turismo, darle una parte a Economía cuándo el país tiene fuertes inversiones nacionales y extranjeras en esta materia? Hay una extrañeza absoluta entre los inversionistas de la llamada industria sin chimeneas, así lo dejaron saber en el Consejo Nacional Empresarial Turístico.
A COLACIÓN
No, no es un colapso a futuro, es que ya vivimos en el colapso y peor aún probamos que podemos funcionar en él aunque todos los días haya más pobres, una clase media más empobrecida, una clase empresarial más angosta insertados todos en un Estado corrupto aderezados con una profunda descomposición política y social.
El Gobierno Federal insiste en que no tiene otra alternativa, ni tiempo para estructurarla, en contrasentido una parte del Congreso está dispuesta a tomar su responsabilidad, los priístas están preparando diversas alternativas para evitar el terrorismo fiscal y que caigan los niveles de consumo a causa de más impuestos e impuestos generalizados porque los perdedores son los empresarios y sus empleados, y por supuesto millones de hogares en el país.
Por el momento se especula que podría aumentarse el techo del déficit público, hay incertidumbre respecto del IVA y el ISR, y por lo que sé aunque la propuesta del PRI será menos nociva para la ciudadanía, no exploran aún otro grupo de impuestos que en Europa y otros países industrializados ya aplican y que están relacionadas con impuestos ecológicos que funcionan muy bien.
Los impuestos de corte ecológico no son regresivos sino progresivos, grava a los que más contaminan, más consumen productos plásticos, no reciclables, a los que compran pilas alcalinas; los que más agua gastan, gas, luz, compran bolsas de plástico en el supermercado, etc.
Dejando de lado este apartado, se antoja que noviembre y diciembre serán meses de fuertes discusiones legislativas, el PRI por ganar consenso a su favor en la Cámara alta y baja por supuesto aprovechando también jugar al fiel de la balanza negociando las posiciones que tenga que hacer rumbo a todo el amplio e interesante mosaico político de 2010.
El PAN en el Congreso tampoco piensa quedarse atrás, no hay una mayoría que apoye las propuestas de Calderón ni de Carstens, este último cada vez más impopular entre la clase política y empresarial del país.
Repito mientras en Presidencia y Hacienda experimentan una “embriaguez fiscal”, afuera la resaca de la crisis va provocando mayores presiones sociales.
Así es que diputados y senadores del PAN saben lo que el blanquiazul se juega el próximo año, con una cuenta atrás para el 2012 muy preocupante para ellos, no quieren aumentar los puntos de impopularidad que van castigándoles severamente en las urnas, por ello preparan una propuesta mini alternativa al menos para evitar el terrorismo fiscal entre la clase empresarial su principal objetivo a proteger.
GALIMATÍAS
El Fondo Monetario Internacional (FMI) vaticina para algunos países industrializados el fin de la crisis, algunos dentro de este catálogo no la tendrán todavía tan fácil, España es uno a la cabeza con un lustro perdido, una caída en el ingreso per cápita y una recuperación en los niveles de generación de la riqueza hasta 2014.
En cambio en México se habla ya de “la eterna crisis”, de vivir en una economía fallida, si le sumamos la década perdida de los ochenta y tantos picos de altas y bajas, llevamos ya cuatro décadas sin ver un escenario claro y estable.
Para seguir con la ironía podríamos esperar llegar al medio siglo perdido para la economía mexicana. Hace mucho tiempo vivimos en el colapso de los sueldos caídos, los contratos sin prestaciones, la desvaloración de las profesiones, la apatía hacia el futuro económico. Ojalá que algún grupo político en el Congreso se acuerdo de este aspecto vital para todos.
*Economista y columnista especializada. Es candidato a doctor por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales. Puede contactarla en: [email protected]

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