Un viaje por la salud, en el Metro

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Sara Pantoja
El Universal

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Un viaje en viernes por el Metro puede ser una oportunidad para saber si, luego de una relación sexual de riesgo, se está infectado de VIH/Sida.

Desde agosto pasado, el Centro de Atención Profesional a Personas con Sida, (CAPPSIDA), realiza pruebas gratuitas en distintas estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) a jóvenes heterosexuales, con distintas preferencias sexuales, amas de casas, personas de la tercera edad y todas aquellas que hayan tenido una relación sexual de riesgo, particularmente sin condón o que éste se haya roto, al menos tres meses atrás.

Con una carpa que garantiza la confidencialidad, una mesa donde se explica la práctica de sexo seguro y personal especializado, esta asociación civil pretende la detección temprana de esta enfermedad, para su adecuado tratamiento y así, evitar posibles contagios a otras personas, explicó Martín Luna, director general de CAPPSIDA.

En entrevista, dijo que es una medida de prevención, pues hasta ahora han aplicado unas 600 pruebas, de las cuales entre 7% y 10% han resultado positivas, en su mayoría en hombres de entre los 24 y 35 años de edad.

El alma al cuerpo

“No me cuidé en dos ocasiones. Estaba dudosa. Tenía miedo”, dijo Elisa, de 26 años. Durante los 20 minutos que debió esperar para conocer los resultados de la prueba, le pasaron por la mente los momentos en que se dejó llevar y poco le importó si había condón o no. Sus ojos verdes le brillaron cuando escuchó: “Tu resultado es negativo”.

Lo mismo escuchó Erik, homosexual de 33 años y dijo: “ya me regresaron el alma al cuerpo”. Así suspiró, mientras recordaba aquella fiesta donde tuvo un encuentro sexual sin preservativo. “Estaba consiente del riesgo, pero no lo medí. Todo este tiempo tuve que tomar pastillas para dormir, porque no podía conciliar el sueño por la duda de si me había contagiado”.

“María”, de 43 años, también se formó en la fila de la carpa que ayer se instaló en la estación Tacuba, de la línea 2 del Metro. “Sólo tengo una pareja. Trabaja en las mudanzas y a veces se va por varios días. Quién sabe dónde se mete, qué tal que tiene la enfermedad y uno no sabe. Mejor me hago la prueba, ¿no?”.

Los pasos

De entre los 4.8 millones de personas que a diario viajan por las 11 líneas del Metro, hay quienes detienen su paso unos 25 minutos para pensar en su salud sexual o “por si las dudas”, informarse. Un joven alto con playera de la selección mexicana: “¿hasta qué hora van a estar aquí?”. Una mujer con su hijo bachiller: “¿en qué otras estaciones van a estar?”. Un adulto mayor con maletín en mano: “¿de qué se trata la prueba?”. Personal capacitado de CAPPSIDA —con 15 años de experiencia en atención de la enfermedad— entrega un formato para llenar, es confidencial y hace algunas preguntas sobre sus últimas prácticas sexuales de riesgo. El primero filtro es haber estado en esta situación al menos en los últimos 90 días. En seguida se pasa a la carpa donde integrantes de CAPPSIDA aplican la prueba de saliva, cuyo receptor sustraen de un sobre nuevo y cerrado y, según Martín Luna, los resultados son 99.9% confiables.

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