Óptica/Gastón Monge *¿Diputados a los 18 años?

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Una interesante propuesta hecha por congresistas locales, de seguro generará una polémica de muchos días y tal vez semanas, debido a lo trascendental de su alcance, ya que propusieron que en las próximas legislaturas de Tamaulipas, se proponga como edad mínima para quien quiera ser candidato a ese cargo, los 18 años…..Y digo que será trascendental, porque en este país, cubierto en su mayoría por jóvenes que van de los 18 a los 35 años de edad, su peso político y electoral ya es insoslayable, además de que su participación en política es cada vez más importante, razón por la que surge esta propuesta que a mi juicio, es una de las más inteligentes que hayan surgido en el seno del congreso local…..Las juventudes mexicanas, postergadas durante décadas de la oportunidad de poder no solo participar de manera activa en política, sino de poder aspirar a cargos que antes les eran vetados debido a su presunta inexperiencia, hoy se demuestra con hechos, que en ocasiones la experiencia es rebasada por mucho, por el deseo de la juventud por hacer bien y mejor las cosas…..Si bien es cierto que en esa materia no bastan lo deseos de hacer bien las cosas, a como resultan de la forma en que nuestros experimentados políticos de más de 40 y 50 años de edad, las están haciendo, sería bueno que se dejara que algunos de nuestros jóvenes tomaran la palestra de los congresos locales y del federal, y estoy seguro que su inexperiencia desaparecería en menos tiempo del que pensamos, ya que su deseo de hacer bien las cosas los empujaría hacia una experiencia adquirida aunque sea de manera incipiente, pero al fin y al cabo experiencia que con los años sería convertida en un valioso aporte para el sistema político, económico y social del país…..Cuando en un proyecto se aportan ideas nuevas, el resultado es una novedad, diferente y pujante. Y si se aplica en política, el resultado pudiera ser un nuevo sistema político, más moderno y más versátil, acorde con el proceso de transformación que actualmente se vislumbra en la sociedad…..Dejemos pues, que los jóvenes del PRI, como Cristabel Zamora ya en la Cámara de Diputados, aporten con sus ideas, nuevas formas de hacer política y de hacer gobierno. Dejemos que los jóvenes adherentes del PAN, que son la mayoría, tomen el control de ese partido y demuestren a los dinosaurios que lo controlan, de lo que son capaces de hacer si se les permite participar en los procesos electorales que tanto se les ha negado. Dejemos también a los jóvenes del PRD, que son muchos pero que están hundidos en el fango de las mentiras de ese partido, a que participen y que sus ideas innovadoras y menos revolucionarias, le inyecten a ese partido la vitalidad que tanto necesita…..Dejemos pues, que las nuevas generaciones de hombres y de mujeres, decidan el rumbo que debe seguir nuestro sufrido país…..Una tragedia que no debió ocurrir sucedió la tarde del miércoles, cuando dos hombres que trabajaban para la empresa Peña Palma, de Monterrey, murieron sepultados bajo toneladas de tierra que se les vino encima, debido a la ausencia de medidas de seguridad y posiblemente, de una ineficiente supervisión por parte de las autoridades de Protección Civil, y de la empresa municipal conocida como Obras Públicas, por ser la dependencia que arrendó los servicios de dicha empresa regiomontana…..Ocurrida la tragedia, ¿Quién o quienes son los responsables de la estas innecesarias muertes?, ¿a quienes se deberá castigar?, fue un acto de irresponsabilidad o de negligencia, o tal vez de ambas?…..Creo que tanto la empresa regia, como protección civil y obras públicas, tienen responsabilidad a partes iguales en la tragedia, y que ninguna quiera deslindar el problema hacia los demás…..Peña Palma tiene responsabilidad porque no dotar a sus trabajadores de los equipos de seguridad necesarios para desempeñar un trabajo que en la práctica parecía sencillo y sin riesgo, pero que fue mortal por necesidad. Protección Civil también tiene culpa, porque todo trabajo que implique riesgos, por mínimos que sean, deben ser supervisados por el organismo municipal, para prevenir de eventualidades como la ocurrida, y proteger a las personas. Si no supervisó la obra y el equipo de seguridad, es malo, pero si lo hizo y pasó por alto el detalle, la responsabilidad crece por haber incurrido en una irregularidad…..En lo que se refiere a obras públicas, por tratarse de la dependencia que arrendó los servicios de Peña Palma, debió asegurarse de que contaba con los equipos de seguridad necesarios para garantizar que los trabajadores no estuvieran expuestos a una tragedia…..En conclusión, creo que en ese tipo de obras las cosas se están haciendo mal, y espero que no haya corrupción de por medio, aunque la negligencia salta a la vista…..Otra tragedia no menos impactante que la muerte de estas dos personas, resulta de una denuncia presentada por cuatro madres de familia en contra de un maestro de tercer año de la primaria ubicada en la colonia El Campanario, a quien acusan de haber abusado de sus hijas de apenas 7 y 8 años de edad…..De comprobarse el delito, la pena para este sujeto que se dice maestro de primaria, serían varios años dentro de la cárcel. Pero no comprendo como es que un maestro que durante años se supone se preparó para educar a niños de entre 6 y 12 años de edad, para ser el futuro del país, les haya cortado de tajo sus ilusiones infantiles, al haber abusado de ellas…..Estoy seguro que el caso ya lo tiene un juez, y también estoy seguro que se le dictará orden de aprehensión, para que pague por los criminales actos cometidos en contra de estas pequeñas. Pero bajo esas condiciones, ¿Cuántos maestros como ese estarán ocultos detrás del escritorio de un salón de clases de una escuela primaria?, ¿las niñas mancillas podrán retornar a su salón de clases después de haber vivido tan amarga experiencia?. Hasta mañana.

n chacal en el magisterio

Cuando me enteré que un maestro de la primaria ubicada en la colonia El Campanario había hecho actos obscenos en contra de al menos cuatro niñas de entre 7 y 8 años de edad, lo menos que pude sentir por dicho mentor fue una inmensa rabia, por haberle destruido a esas cuatro pequeñas su ilusión de seguir siendo niñas

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