ENTREDICHOS/Leticia Santoyo *SALIO PEOR EL REMEDIO

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Ni los propios priistas quedaron satisfechos con el resultado de las negociaciones del paquete fiscal para el 2010 en donde el Ejecutivo proponía imponer un 2 por ciento al consumo. La negativa era por la sencilla razón que se gravaban con ese 2 por ciento los alimentos y medicamentos, medida que de entrada fue rechazada por todos los sectores políticos y económicos, únicamente el Partido Acción Nacional y sus diputados respaldaron la propuesta del Presidente Felipe Calderón.

Todo parecía indicar que el Partido Revolucionario Institucional daría la pelea en un rotundo No a nuevos impuestos que afectaran a la clase trabajadora o a los más desprotegidos de México, aunque también muchos sabíamos que solo era cuestión de tiempo y de llegarles al precio en las negociaciones, ya que lo que menos esperábamos era que se buscara realmente el beneficio social, pero sí, que el “descalabro” fuera mínimo.

Sin embargo, salió peor el remedio…no solo se aumentó el IVA al 16 por ciento, y un 10 por ciento de IVA en la zona fronteriza. Además se incrementó un 2 por ciento al Impuesto Sobre la Renta o ISR, con lo cual, quienes trabajamos dedicaremos un poco más de nuestro salario para solventar los errores de las administraciones.

Claro que era más fácil tomar el padrón de contribuyentes, y aumentarles del 28 al 30 por ciento sus impuestos solo por tener un empleo, al fin y al cabo, la sociedad no es capaz de organizarse y protestar por ello.

También se afectará de nueva cuenta los depósitos en efectivo, pues ya no serán 25 mil pesos, sino a partir de 15 mil pesos cuando se aplique un cobro del 3 por ciento, con lo cual definitivamente se contraerá el ahorro y las inversiones.

Las fracciones parlamentarias del PRD, Convergencia, los industriales, el sector empresarial y líderes de la burocracia han manifestado su total desacuerdo, lo cual, no parece importarle a nadie, ya que los priistas lo que festejan en este momento es haber revirado al Ejecutivo Federal su propuesta del 2 por ciento generalizado.

Ya se me hacía más que sospechoso que en la última semana las cámara de diputados empezó una campaña de publicidad en los medios electrónicos para “curarse en salud” y tratar de resaltar su imagen con la frase “la cámara de diputados trabaja para ti” y poco después la Cámara de Senadores hizo algo similar. Ya se estaban preparando para lo que venía.

A pesar de que se quiera simular, maquillar o disfrazar lo que pasó en San Lázaro, los acuerdos aprobados este lunes por la noche y hasta la madrugada del martes no es más que un golpe más al pueblo de México, desde cualquier lugar que se mire. Es por ello, que el paquete fiscal aún con las modificaciones que el PRI realizó, son respaldadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, pues se compensa con impuestos complementarios lo que se dejará de percibir de la propuesta original, como quien dice “es la misma gata, solo que revolcada”.

Las variables son: un 1 por ciento más al IVA, un 2 por ciento más al ISR, el 1 por ciento más a los depósitos en efectivo, el 3 por ciento a telecomunicaciones. Esta historia no termina aquí, pues las discusiones continúan a puertas cerradas, debido a que ninguno de los grupos parlamentarios esta totalmente de acuerdo con lo que fue aprobado.

Lo más ponderado: ahora resulta que este fue el único camino que los priistas tuvieron para no poner en riesgo la economía del país. Hasta hace unos días leí en los medios que el factor de rechazo al impuesto al consumo del 2 por ciento tenía como justificación las reacciones sociales y el costo político hablando electoralmente, pero seguramente, de esta no saldrán bien librados, aun faltan que hablen muchas personas de peso político y definitivamente saldrá a relucir de todo, ya que los trabajadores seguimos cargando el mayor peso tributario.

Los políticos seguirán disfrutando de sus viáticos, de vivir del presupuesto y de los privilegios económicos como pago de compensaciones, dietas y demás canonjías que creen merecer por el solo hecho de representarnos, mientras que los trabajadores seguimos apretando más el cinturón.

Vamos a ver con que cuento de “vaqueros” nos salen para justificar lo afligidos que están por el pueblo y el pesar que sienten por estas decisiones que castigarán más a la sociedad, medidas que seguramente eran necesarias para los políticos sigan viviendo como reyes.

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