“El rescate de las tradiciones no son solo cosas del pasado, es el respeto a la cultura… a nosotros mismos como pueblo, es parte de la identidad”
Dejo, por respeto a los vivos, el tema no menos importante de los impuestos, legisladores, la Silla grande del Poder y las otras 43… y esas cosas, porque mañana 1 y el lunes 2 de noviembre, como todos los años, los mexicanos y en algunos países se celebra el día de los muertos.
Una tradición muy, pero muy mexicana y en franco rescate en estas tierras norteñas porque el 1º es recordar a los que murieron siendo niños, el 2 para los que pasaron a mejor vida siendo ya adultos:
Ya en la próxima entrega retornaremos a los asuntos actuales y nos quebrarnos un poco la cabeza, con temas que llaman la atención en la vida política del estrado y del país.
Ahora le recuerdo que algunos gobernantes de Tamaulipas han puesto énfasis en rescatar las tradiciones mexicanas y no ha faltado quienes hasta intentan combatir el agringado halloween o noche de brujas, aunque esta celebración es el último de octubre, es decir hoy y es preveniente de Irlanda, adoptado por Inglaterra y viaja a los actuales E. U. con los colonizadores.
Leído en el tema descubro que la celebración que vivimos de plano viene del viejo continente, es decir con los conquistadores españoles que seguro la traen también de otra cultura.
Lo importante es que los hispanos aprovecharon que los mexicas o aztecas hacían festividades por el inicio de la cosecha para que, desde luego fuera abundante, hecho que fue relacionado con el culto a los muertos que los conquistadores traían.
En este rescate de las tradiciones mexicanas la UAT, por conducto de la Unidad Académica de Derecho y Ciencias Sociales Victoria que comanda Carlos Hinojosa Cantú, en la plaza Juárez, el jueves pasado expuso una veintena de ofrendas bajo la iniciativa y creatividad de los estudiantes.
Cuatro licenciaturas de esta dependencia universitaria: Derecho, Comunicación, Turismo y Negocios Internacionales, se dieron a la búsqueda de información oral o escrita sobre los altares y lo que prendieron, incluso de la misma familia victorense, para honrar a los muertos.
Con alegría y convicción usted pudo apreciar el entusiasmo de los estudiantes universitarios participaron en este esfuerzo, además de que en todo momento buscaron y se exigieron respetar la tradición.
Una de las cosas que es bueno valorar es que nuestros jóvenes siguen las tradiciones que han aprendido de sus familias y mire que rescato algunos datos de una colaboración anterior y que ahora actualizo, que he subtitulado:
Mixquic
Enclavada en la misma capital del país, de la Delegación Política de Tláhuac, San Andrés Mixquic es una población fundada por los nahuatlacas, es decir, en la época prehispánica que celebra con mucha religiosidad el inicio de la cosecha y que con la llegada de los conquistadores pasó a ser el “Día de los muertos” o… los “Santos Difuntos”, como respetuosamente llaman al 1 y 2 de noviembre.
El todavía pueblo de Mixquic, hace “frontera” con el estado de México, en la parte del Valle de Chalco en la vieja carretera México Oaxaca vía Cuautla, que serpentea los pies de los volcanes Popocatepetl y el Iztaxihuatl, dos fieles guardianes naturales de la otrora Ciudad de los Palacios, D. F. o chilangolandia, como usted guste llamar a la capital de los mexicanos.
En este paraje defeño usted encontrará gente de buenas costumbres que alterna entre la vida citadina y el campo, amén de los muchos profesionistas que ha producido el lugar y de otros tantos que se han avecindado en este casi nada contaminado lugar, donde todavía puede pasear en lanchas de remos.
Este fin de semana, si tiene la oportunidad de estar en el DF, no se pierda la visita a Mixquic y lo que usted verá el día 1 de noviembre es la simulación de un cortejo fúnebre, donde los muchachos disfrazados de mujeres dolientes “pasean al muerto” en medio de fingidos llantos y disfraces de hijos abandonados, dos o tres viudas, compadres, etc., al ritmo de la “música de viento”, todo con el afán de reunir alimentos para la ofrenda central en el jardín principal del pueblo.
Al grito de “campanero mi tamal” los habitantes salen con comida, fruta y adornos para el altar que cito. El cortejo recorre los 4 barrios del pueblo y concluye en la plaza o jardín principal donde con respeto se colocará la ofrenda a los Santos Difuntos, como un tributo del pueblo de Mixquic.
Visitar Mixquic es percatarse de que los habitantes hacen gala de sus tradiciones con los Altares a los Muertos en sus domicilios particulares, donde son capaces de sacar los muebles de una habitación y decorarla con este motivo.
Desde hace por lo menos 3 o 4 décadas las autoridades Delegacionales –la Delegación en el DF es una especie de Municipio- hacen concurso para premiar los mejores altares, respetando desde luego la tradición.
Seguro usted recuerda que el día de los “muertos grandes” es el 2 de noviembre y entonces desde temprano el Panteón se “abarrota” de vivos que afanosamente limpian las tumbas de familiares y amigos, para que al caer la noche estén relucientemente decoradas con pétalos y flores de zempasuchitl, amen de las velas, cirios y veladoras y otras flores adornando la tumba.
El espectáculo nocturno es impresionante, pues en medio del “Campo Santo” se localiza la iglesia católica dedicada a San Andrés y subir a su campanario para admirar la iluminación del panteón es un fenómeno indescriptible.
San Andrés Mixquic todavía cuenta con canales donde las trajineras, bellamente adornadas, pasean a los visitantes como en Xochimilco. Afirman los cronistas, que hubo épocas en las que usted podía navegar por los canales de Mixquic hasta el mismo mercado de la Merced.
Si está en el D. F. no omita este bello paseo, donde se aprovecha el agua que escurre de los volcanes para la siembra y cosecha de verduras y hortalizas que es posible lleguen a esta tierra de la Tamaholipa.
Si viaja usted solo o con la familia, disfrutará de un buen día de cultura, tradición y folklore.
Comentarios: [email protected]