– Este año perdieron la vida 66 mexicanos.
Gastón Monge/EnLíneaDIRECTA
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- En este año perdieron la vida 66 mexicanos en la frontera entre los laredos, de los que 28 fallecieron entre las aguas del río Bravo; el resto murió en accidentes viales o deshidratados, de acuerdo a un informe presentado por el Centro de Derechos Humanos de los Migrantes (CDHM), que opera en la Casa del Migrante ‘Nazareth’, de esta frontera.
La cifra, junto con los 50 muertos del año 2007 y los 45 del año pasado, indica que en esos años perdieron la vida en esta región 161 mexicanos, siendo este año la cifra más alta, reveló José Luis Manzo, coordinador del CDHM.
De acuerdo a Manzo, la crisis económica puede ser uno de los motivadores que impulsan que más mexicanos dejen sus lugares de origen para buscar en Estados Unidos lo que no han hallado en México.
Por ello es que el lunes dos de noviembre la Pastoral del Migrante y la Pastoral Migratoria Diocesana, recordarán a los migrantes difuntos que han perdido la vida en esta región, en su intento por cruzar la frontera o cuando ya la cruzaron.
Luego de esta celebración, que será en donde se ubica el monumento al migrante, cerca del río Bravo, decenas de migrantes y religiosos, marcharán hacia la malla del puente internacional I, en donde colocarán 66 cruces de madera, para recordar a los que murieron este año.
“Vamos a orar por ellos y por sus familiares. Quisimos decirles que para nosotros no son ‘no identificados’, aunque no conozcamos el nombre de muchos de ellos, siguen siendo parte de nuestra grande familia que es la familia humana y familia de Dios”, mencionó.
Dijo que debido a la gran cantidad de migrantes que mueren y que no son reconocidos, ha motivado que desde diversos lugares del país lleguen a la Casa del Migrante decenas de correos electrónicos o llanadas telefónicas, para preguntar por algún familiar con el que se ha perdido contacto.
“Nos envían por internet fotos e información para saber acerca del paradero de algunos de ellos. Los coyotes les aconsejan ir sin documentación para que no los fichen en Estados Unidos o para que digan, si son de otro país, que son mexicanos y los deporten por esta frontera, pero en caso de accidente mortal son sepultados en una fosa común, y los familiares siempre quedarán en espera del que nunca llegará”, expresó Manzo.
Dijo que paralelo a esta tragedia, decenas de migrantes son víctimas del atropello que mancilla su dignidad como personas, al ser secuestrados, violados y asesinados, por lo que estos hechos los ha denunciado a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), para que se haga una investigación.
“Reiteramos nuestro rechazo a las medidas de restricción del forzado migrar de miles de personas. Reiterando el derecho inalienable de todo persona de migrar para buscar condiciones de vida digna, reprobamos las medias como los muros físicos y virtuales que dividen y criminalizan al trabajador migrante como un enemigo, como un delincuente o como un terrorista”, reiteró Manzo.