Cremación y entierro son los dos principales métodos con que se trata a los cadáveres, pero no son los únicos. Aquí te presentamos algunas prácticas poco usuales para enfrentar un deceso
Por Héctor Fabricio Flores
¿Has pensado qué te gustaría que le pasara a tu cuerpo una vez que mueras? No sólo el entierro y la cremación son opciones realizables. Aquí te presentamos varias más, sugeridas por el sitio de Internet LiveScience, especializado en difusión científica.
Torres del silencio. El zoroastrismo, religión apegada a las enseñanzas de Zaratustra, considera al cuerpo impuro y busca evitar que contamine la Tierra una vez que está sin vida. Es por ello que acostumbra dejar los cadáveres en la planicie de un monte (torre del silencio) al aire libre. Ahí, los cuerpos son consumidos por los animales de carroña. Tiempo después, se recogen los huesos secos y se mezclan y disuelven con cal.
Entierro en los árboles. Algunos grupos indígenas de Canadá, Estados Unidos y Australia solían envolver los cadáveres en mortajas o sábanas y colgarlos de árboles altos hasta que se descomponían.
Entierro vikingo. En la Edad Media, las poblaciones de vikingos ponían los cadáveres de sus líderes en botes que iban cargados de joyas y comida. Usualmente se ponía a esos botes a la deriva, pero algunas veces se les enterraba.
Alimento para aves. Algunas tribus del Tíbet llevan los cadáveres de sus seres queridos a lo alto de las montañas, e incluso les ponen leche y harina encima. El objetivo es que los buitres acaben con cualquier resto corpóreo de esas personas.
Entierro pantanoso. En la Edad Media era común que algunos viajeros se atoraran en los pantanos de Europa. Algunos morían ahí y el pantano era su última morada.
Entierro neandertal. Hace unos 100 mil años, el Hombre de Neandertal solía dejar sus muertos en cuevas oscuras. Se considera a éste como el primer tipo de entierro o rito posterior a la muerte.
Plastinización. Consiste en sustituir la grasa y el agua de un cadáver por plásticos inodoros. Con esto se logra conservar la mayor parte de las características corporales sin descomposición ni malos olores. Este método es utilizado por el científico alemán Gunther von Hagens, quien ha mostrado en todo el mundo este tipo de trabajo en una exposición llamada Body Worlds.
