POR LA ESPIRAL/Claudia Luna Palencia

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-Pymes en riesgo
-Paquete inhibidor
-Asesoría fiscal

Finalmente entre la madrugada del 31 de octubre y el primero de noviembre el Senado dio el visto bueno a la mayor parte del paquete fiscal 2010 enviado por el Congreso de la Unión para su ratificación. Lo más relevante es que sí habrá IVA de 16% y 30% de ISR el próximo año.
Algunos cambios lograron evitar el “zarpazo” de Hacienda en los bolsillos más apretados recayendo en la clase media la mayor parte del golpe fiscal dado que será a partir de los seis salarios mínimos que las personas deberán pagar un 30% de ISR.
A partir del próximo año todos los ingresos superiores a los 10 mil 298.5 pesos mensuales quedarán gravados con mayores impuestos y el golpe insisto es para la clase media que es además la impulsora del consumo en el país y de las ideas empresariales plasmadas en las pequeñas y medianas empresas (Pymes).
Fundamentalmente, el paquete fiscal sea el original o el “frankestein” aprobado por el Senado, ambos, son totalmente inhibidores de la inversión y sobre todo del motor de las Pymes.
¿Qué aliciente tendrán las personas a las que les mueve el gusanito de comenzar su propio negocio?
De forma retórica enmedio de esta crisis apabullante escuchamos y leemos que también en los malos tiempos surgen oportunidades, efectivamente hay que buscarlas, es cierto debemos ocuparnos más que preocuparnos pero también es verdad el gobierno debe proveer el marco económico, financiero y fiscal para favorecer las incubadoras de éxitos.
A COLACIÓN
De acuerdo con la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la ciudad de México (Canacope) en el último semestre del año quebraron 12 mil micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) tan sólo en la ciudad de México.
La crisis las está aniquilando como “Saturno devorando a un hijo” del pintor Francisco de Goya, va tragándose a su paso a las micro, pequeñas y medianas empresas generadoras del 85% del empleo en el país.
Si lo vemos a futuro los riesgos siguen siendo mayúsculos, la Canacope advierte que al menos el 52% de los pequeños y medianos negocios en la ciudad de México se encuentran a punto de la quiebra.
El panorama es incierto: 2010 implicará mayores presiones fiscales para las Pymes y mayores presiones por el lado de la caída en el consumo esperado por el incremento de un punto porcentual en el IVA; contracción del ingreso, alza en el desempleo, menor disponibilidad en crédito y financiamiento y encarecimiento de los servicios.
En suma no es el mejor de los escenarios para arrancar el desafío de una empresa, el panorama indica prudencia, aunque como en todo existen personas propensas al riesgo y así es en el mundo de los negocios a la escala que sea “el que no arriesga no gana” y aquel que no lo intenta puede vivir frustrado el resto de su vida.
SERPIENTES Y ESCALERAS
Digamos que un mal negocio desde el principio está condenado al fracaso tanto en los buenos como en los malos tiempos. De allí la relevancia de elegir bien el sector en el que se desea desarrollar la empresa, comprender los riesgos que la empresa tiene en la medida en que ésta dependa de insumos del exterior o de mercados en el exterior. Sobre todo por la vulnerabilidad del tipo de cambio.
Así como la crisis de 1994 y 1995 terminó con miles de Pymes cuyos insumos dependieron de la importación y los costos a su vez del tipo de cambio (por ejemplo los laboratorios clínicos) nuevamente el mercado exterior y el encarecimiento del dólar han llevado al cierre de miles de empresas en el país.
Por ende, cualquier emprendedor deseoso de no esperar más a que las condiciones económicas mejoren para iniciar su negocio ante todo debe valorar el riesgo que la actividad de su empresa y los insumos requieren del exterior.
Generalmente entre los dos y tres primeros años de vida de una empresa son los más difíciles, es la curva de supervivencia el tiempo necesario para que el negocio vaya acreditándose, ganando clientela, la administración vaya en sentido correcto de pagar impuestos, obtener deducciones fiscales, reinvertir ganancias, pagar adeudos, aplicar por financiamiento bancario, fortalecer el área de negocio en publicidad y marketing.
Una vez superados los tres años, la Pyme puede considerarse afortunada es tiempo entonces de enfocar planes al mediano plazo impulsada por una sana administración y pago puntual de impuestos.
Y es que si el escenario económico no es el adecuado, la carga impositiva tampoco ayuda cuanto ésta es más restrictiva que orientada a dar alicientes.
Cada día son más comunes las inspecciones fiscales en las Pymes, muchas son de sorpresa, desde Hacienda llegan con la consigna de revisar inventarios, papeles, asientos contables, facturas y las declaraciones de los últimos cuatro años.
Cada vez es más frecuente que los inspectores pidan ver las compras físicas, pregunten para qué se compró un coche, quién lo usa, o dónde está el equipo de cómputo declarado dentro de la empresa.
Entonces la necesidad es ser muy puntuales ante la autoridad, igualmente muchas Pymes cierran porque no pudieron cumplir ante Hacienda aunque algunas tengan tratamiento de pequeños contribuyentes.
Con ello el mensaje que le quiero dar amigo lector es que si usted tiene un dinero guardadito, quiere abrir un negocio el próximo año, tiene en sus familiares a la fuerza de trabajo disponible pero desconoce los básicos para llevar las riendas de un negocio por muy pequeño que sea, le invito a buscar asesoría; pregunte en los módulos de Hacienda en qué régimen estaría sujeto su negocio.
Segundo, infórmese en Economía de los trámites necesarios para abrir legalmente su empresa e indague el funcionamiento de otras Pymes dentro del área de actividad que usted desea emprender.
Tercero, acérquese con los ejecutivos de cuenta de bancos comerciales para conocer los requisitos para obtener créditos que le permitan impulsar su negocio y acuda con la Banca de Desarrollo para preguntar y conocer sobre de los programas de impulso a las Pymes.
En cualquier caso, yo le aconsejo que no se deje llevar sólo por el “feeling” de que puede a contracorriente iniciar un negocio y vivir de éste el resto de su vida y heredarlo como patrimonio a sus hijos.
Primero conozca el escenario dónde está parado, cómo está el mercado, quiénes serán sus clientes y de dónde sacará los productos o servicios a ofrecer. Primordialmente no olvide que tarde o temprano tendrá que vérselas con Hacienda.
*Economista y columnista especializada. Con estudios de doctorado por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales. Puede contactarla en: [email protected]

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