POR LA ESPIRAL *Claudia Luna Palencia

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-Emerger de la crisis
-Urgen resultados
-Descomposición social

Nos urge que el anunciado “fin de la crisis” salte a indicadores esenciales para la población como un descenso de la tasa de desempleo gracias a un incremento en las contrataciones laborales formales y no en los empleos temporales sin prestaciones de la ley o peor aún en el mercado de la informalidad donde el autoempleo está siendo el salvavidas de millones de hogares en el país.
Desde luego deseamos que los resultados cuantitativos traduzcan en cambios cualitativos para bien, todos entendemos que salir de una crisis económica no es fácil, el sacrificio lo lleva en su mayor parte la población máxime cuando se aplican políticas económicas y fiscales regresivas y restrictivas más que progresivas y de alicientes a la inversión.
A la población le cuesta mucho creer que verdaderamente la economía mexicana ya salió de la crisis o está a punto de hacerlo, según se maneje a conveniencia del gobierno, primordialmente porque no hay empleo por ningún lado; segundo, a pesar de las ofertas sobre ofertas, puntos, plazos de hasta 36 meses sin intereses el consumo en el país sigue cayendo porque la gente no tiene liquidez y sus tarjetas de crédito están sobresaturadas.
La indigencia es más acuciosa y mientras los pobres están preocupados porque sus parientes no les envían las remesas acostumbradas, la clase media pone a la venta todo lo que puede para tratar de remontar la cuesta de 2010 a la espera de que un día no muy lejano tenga un alivio en sus presiones económicas cotidianas.
Mientras todos nos hemos apretado el cinturón hasta más no poder dejando de prescindir de productos y servicios para quedarnos con lo básico, la esperanza es que ese 2.70% que creció el PIB en el país en el lapso de julio a septiembre del año en curso se vea reflejado en el bolsillo de las personas, en la nómina y en una mayor facilidad para encontrar empleo.
Recientemente el presidente Felipe Calderón lució su lado optimista en el Foro Económico Bloomberg dedicado a “México 2010: superando la crisis crediticia”, adelantó la primicia del repunte del PIB a inversionistas y empresarios convocados en el evento.
Asimismo aprovechó para adelantar que en octubre fueron creados 80 mil nuevos empleos, lo que no dijo es el verdadero drama del desempleo en el país: un rezago de más de dos millones de desempleos, una oferta de mano de obra y profesional creciente que lleva al constante abaratamiento de sueldos, salarios y prestaciones; y un ensanchamiento de la economía informal.
El empleo creado en octubre pasado es insuficiente: el número total de trabajadores permanentes y eventuales asegurados en el IMSS, excluyendo eventuales del campo (jornaleros que laboran una o dos semanas) ascendió a 13 millones 980 mil personas en octubre, lo que representó una alza mensual de 79 mil 930 plazas (la quinta consecutiva y la más elevada), pero un retroceso acumulado en enero a octubre de 82 mil 071 y anual de 495 mil 353; más lo acumulado de años anteriores tenemos más de dos millones de personas paradas.
A COLACIÓN
El ritmo de la economía ha caído en diversas trampas que los economistas intentan desmenuzar a través de diversas hipótesis y la discusión entre distintas escuelas de pensamiento.
La inflación, el impacto de la balanza de pagos, al acelerador de la inversión, el círculo del ahorro interno han sido algunas de las variables de mayor atención.
Si bien mediante la prueba y el error se han logrado estructurar algunas estrategias en política económica para, por ejemplo, controlar la inflación dejando momentáneamente esta pesadilla de lado, en las últimas décadas neoliberales y a favor de la globalización el desempleo es la principal trampa del capitalismo.
No hay país sin el drama del desempleo. Tan peligroso es vivir en una economía donde el valor del dinero se evapora debido a la inflación y el alza constante de los precios devora el poder adquisitivo del salario; que vivir en una economía con mano de obra ociosa y gente profesional preparada con licenciaturas, maestrías y doctorados metida en sus casas o vendiendo en las calles.
Veo con mucha preocupación los intentos de ignorar los daños sociales, las estelas de destrucción moral, apatía y confianza hacia la vida y el futuro que esta magna crisis ahondó en las sociedades de los diversos países del mundo.
Y es que sanar esa herida no es cuestión de una recuperación económica trimestral insuficiente para dar los resultados cualitativos que todos demandamos. En el recuento de los daños: ¿Quién sanará las cicatrices sociales producto de la crisis?
No se puede Ignorar que cada cisma económico viene acompañado con una mayor descomposición social, moral, política, familiar y de los valores fundamentales, hay correlaciones en todos los sentidos. ¿Cuántos matrimonios no lograron sobrevivir esta magna crisis? ¿Cuántas familias quedaron desintegradas? ¿Cuántos jóvenes vieron truncar sus proyectos? ¿Cuántos niños dejaron de estudiar? ¿Cuántas personas salieron despedidas de una oficina y ahora viven de la calle?
El presidente Calderón tiene que entender y atender rápidamente a una población convaleciente, víctima de una crisis que no buscó, ni provocó.
Algunas cifras del drama social: de agosto de 2008 a agosto de 2009 intentaron suicidarse 349 mil jóvenes, la mayor parte con edades entre los 12 a los 29 años de edad.
Se trata de una cifra histórica, de éstos 32 mil 298 casos sucedieron en el Estado de México, una de las entidades más afectadas por la crisis por sus características de actividad económica.
En segundo lugar, se ubica Michoacán con 30 mil 798 jóvenes y en tercero, Chiapas con 28 mil 698 casos. Tenemos otras dos entidades con condiciones particulares el primero altamente ligado con la recepción de remesas desde Estados Unidos mismas que han descendido en los últimos meses además de la problemática del narcotráfico. Y el último, Chiapas tradicionalmente ligado al espejo de la desigualdad.
SERPIENTES Y ESCALERAS
El desempleo es un mal mundial, peligrosa trampa para la economía, amenaza latente contra la estabilidad de cualquier gobierno.
En Estados Unidos, la sexta alza consecutiva de la actividad económica no sirve para frenar los despidos, ni la mendicidad ni las tensiones sociales: la tasa de desempleo subió de 9.8% a 10.2%, un porcentaje mayor a lo anticipado (9.9%), situándose como el más alto desde 1983.
*Economista y columnista especializada. Con estudios de doctorado por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales. Puede contactarla en: [email protected]

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