Familias sacudidas por la crisis

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– Estrés, ansiedad y depresión agobia a las familias

Benny Cruz Zapata

Victoria, Tamaulipas.- Partiendo que la crisis genera miedo, ansiedad, depresión y respuestas similares en la población derivadas del impacto inmediato; es un apremio que desde la institución, desde la sociedad civil y desde el propio seno de los hogares se contrarreste el reflejo que está teniendo la situación económica que se ha agudizado en los últimos meses.

Al mencionar lo anterior, el licenciado Cesar Carranza Aveldaño, especialista en psicología y sociología, además de ser catedrático de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, puntualiza que lo peor que se puede hacer es quedarse estáticos ante lo que sucede:

-Pero si partimos de que el miedo y la angustia generan dos tipos de respuesta, siendo una de ellas, precisamente el quedarnos paralizados ante el temor mismo, y el temor nos inmoviliza y no nos da oportunidad justamente de afrontar situaciones sino que permitimos que la ola misma de la crisis nos invada, nos sujete, no permitiéndonos accionar; pero por otra parte en situaciones límite como las que se están padeciendo propician hacer un recuento de los recursos personales, familiares y del entorno en el que vivimos para determinar cómo actuar.

En base a lo anterior, Carranza Aveldaño, sustenta:
-Es aquí la otra cara, porque el miedo en lugar de paralizarnos nos activa, y más que preocuparnos nos ocupamos, y el miedo se trasforma en una acción que posibilite esa plataforma de lanzamiento para afrontar los retos que implican necesariamente un crecimiento.

Señala que la crisis que hoy se escucha con este impacto en lo económico, tiene otras connotaciones:

-Si vamos a las crisis que tenemos en nuestras vidas, vemos que estas forman parte de la vida misma, de nuestro crecimiento, de nuestra evolución, porque como dicen los especialistas que en nuestras vidas somos un constante transitar, nacer, vivir intensamente y luego abandonar, y el abandono implica necesariamente una crisis y en este contexto hoy día la crisis es un momento circunstancial de nuestra vida que nos da la oportunidad para afrontar la situación con una nueva experiencia.

Para el académico, la situación económica que se vive ha generado ya una serie de reacciones a nivel individual y familiar; pues considera que siendo el entorno doméstico el que más cercano se tiene, en este se reflejan actitudes que deben de ser consideradas:

-La situación es compleja, se va desde la recriminación, echar culpas, de criticar, de enojarnos, que son reacciones válidas, pero ante estas circunstancias es necesario fomentar la proyección de la otra cara de la crisis, que debe ser de crecimiento, de fortalecimiento, de poner en marcha nuestros recursos personales con los cuales contamos en lo individual y en lo familiar.

Considera que aún cuando no hay recetas mágicas que apliquen a un colectivo, en estos momentos de adversidad económica se debe de asumir que la familia esta transitando en épocas diferentes y en circunstancias distintas, porque esta no es la primera y sin duda no será la última crisis que se vive:

-Aquí nos debe quedar claro que los cambios generan una nueva dinámica de familia, donde ambos padres están incorporados por necesidad al mercado laboral, los hogares se han llegado a convertir en espacios vacíos en donde padres e hijos coinciden solo en el momento de la comida o de la cena, si bien va y ahí surgen sentimientos de culpa, los conflictos familiares, los problemas con los hijos e incluso de la pareja, aunque se tenga conciencia que las cargas de trabajo son para solventar las necesidades de la misma familia, pues si no se trabaja por partida doble difícilmente se tienen los satisfactores elementales.

Explica que lo anterior ha degenerado en otras situaciones:
-Como el niño de la llave -por ejemplo, y lo vemos, hay muchos niños que traen sus llaves colgando en el cuello, porque van a llegar a su casa después de la escuelas y no hay nadie, entonces ellos tienen que abrir su casa, calentar lo que les han dejado de comer si bien les va, o hacerse un sándwich, reportarse con la mamá vía telefónica avisando que ya llegaron, que están bien y así tener a la tele, al Internet como compañía hasta que llega la mamá, posteriormente el papá.

Afirma que esta situación ha propiciado que los papás buscando compensar sus ausencias, se aboquen tanto a la atención material e incluso emocional que tratan de resolverles la vida misma, cayendo en una sobreprotección que llega a invalidarlos.

Sustenta que desde su punto de vista la crisis ha agarrado fuera de base a las familias de todos los extractos sociales, estando viviendo de diferentes formas la estela de cambios:

-En los sectores más vulnerables se ha disparado la violencia y los conflictos, pero en la clase media no se encuentra a veces la forma de decirles a los hijos que no hay, que se dieron cambios y no hubo preparación y ellos siguen instalados en la lluvia de demandas, de exigencias materiales y esto genera disgustos, enfrentamientos, alejamientos.

Ante este panorama es un apremio que se fomente el diálogo, los acuerdos entre la familia:

-El reto está en la comunicación, revisar una y otra vez cómo se esta enfrentado la situación externa y cómo manejar los impactos internos, porque de lo contrario lo que se ve venir es mayor desintegración familiar, más conflictos, violencia, y una núcleo familiar devastado repercute necesariamente en el entorno social, pues los hijos problema se convierten en ciudadanos problemas, las mujeres maltratadas por ejemplo son mujeres que tienen pérdidas emocionales muy marcadas que influyen en su desarrollo personal y hasta en su productividad laboral, en los hombres violentos influye el alcoholismo y en este se llega a caer por circunstancias económicas.

Concluye enfatizando que con todo y el panorama adverso que se esta padeciendo, se debe de tener la conciencia de que como seres humanos y a nivel personal no se tiene la posibilidad de modificar las imposiciones externas:

-No podemos modificar lo que otros hacen con la economía, pero si lo que hacemos con la nuestra, en nuestras casas, con nuestra familia y en esta medida sacaremos fortalezas para salir adelante.

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