Óptica/Gastón Monge *Rumbo al hartazgo social

0

No cabe duda que México sigue siendo el país de las simulaciones, de las contradicciones, de la abulia y de la esperanza por un futuro mejor, porque en este país ocurre todo lo que pudiera ocurrir en varios países a la vez; situaciones que mantienen a una parte de la sociedad en un estado real y latente de violencia oculta, que en ocasiones brota incontenible, como ocurrió el martes en el pequeño municipio de Juchitepec, estado de México, ubicado en las faldas del volcán Popocatépetl, y a corta distancia de la cabecera Amecameca.

Este pequeño y apacible pueblo de provincia, lugar intermedio para el descanso y que hasta hace unos años era refugio de exploradores y alpinistas, que como yo, gustaban de tomar un reposo antes de internarse en el boscoso y helado camino hacia la cumbre, no había violencia, ni asaltos, ni robos, ni secuestros, ni ‘familia’.

Lo ocurrido en este pueblo, cuando un sector de la población, o casi toda, participó en el casi linchamiento de cuatro delincuentes, es a 100 años de distancia de aquel fabuloso libro titulado ‘México Bárbaro’, escrito por el periodista norteamericano John Kenneth (1908), narrador de la Revolución Mexicana, pudiera ser el inicio de algo que ningún mexicano desea.

¿Pero como sustraernos a una realidad que día tras día se nos muestra con toda su crudeza? Violencia, desempleo, robos y asaltos cotidianos, secuestros, homicidios, alza en precios de alimentos, muerte por falta de atención médica y dinero, y una elevadísima tasa de desnutrición infantil en el país, que en estos momentos se ubica en el 16%, es esa realidad que aún nos negamos a aceptar, pero que ya se encuentra no detrás, sino a nuestro lado y a veces al frente.

El informe ‘Seguimiento de los Progresos en la Nutrición de los Niños y las Madres’, elaborado por la Unicef, ubica a nuestro país en el lugar número 22, de un total de 24 analizados en el tema de la desnutrición infantil. Lo peor que relata el informe, es que México es el único país fuera de Asia y de África, que cuenta con esos niveles de desnutrición entre sus niños.

Un millón 594 mil casos de niños desnutridos en un país que se jacta de haber salido de la crisis económica, y que pese a ella, sus diputados, senadores y partidos en el poder (PAN/PRI) aprobaron un criminal incremento en los impuestos y los alimentos para el próximo año. Un país que derrocha recursos económicos en salarios extraordinariamente elevados para esa inútil burocracia gubernamental. Un país, pues, en donde la corrupción y la impunidad van muy de la mano de la ineficacia y el subdesarrollo, no puede darse el lujo de tener además, una tasa tan elevada de niños desnutridos, y ocupar un nada honroso sitio en ese rubro, tan solo después de India, China y Nigeria.

¿Que hace falta? ¿Cómo contrarrestar los efectos de esas crisis que nos arrastran? Creo yo que en un país en donde los niveles educativos son tan bajos y en donde la educación está estancada en el limbo de la indiferencia, muy a pesar de esos programas electoreros que pugnan por una mejor alimentación y nutrición, habrá que comenzar con establecer programas efectivos dedicados a la alimentación y la educación integral de las comunidades más abandonadas en esa área.

Sabemos que una madre mal alimentada traerá al mundo un niño en consecuencia mal alimentado y desnutrido, cuyo crecimiento, desarrollo intelectual y talla, estarán por debajo de la media mundial. El informe que describo refiere que la talla de la mayoría de los niños mexicanos, debido a su mala alimentación, es baja, amén de su poco aprovechamiento para el aprendizaje en las escuelas. Hace falta más, pero eso le corresponde a nuestros funcionarios y gobernantes decidirlo.

***

El PAN de Tamaulipas ya entró en su etapa preliminar a la definición de sus candidatos, y aunque existen de manera visible cinco prospectos para la candidatura al gobierno estatal, dos de ellos, el controvertido legislador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, y el coordinador estatal del Fondo Nacional de Apoyo a Empresas de Solidaridad (Fonaes), Ángel Sierra Ramírez, se encuentran en plena carrera política, al haber manifestado su interés por la candidatura.

Y aunque Cabeza de Vaca haya dicho que el método en su partido ya está definido, la verdad es que el comité directivo estatal lo desmiente, al decir que no hay método, lo que entiendo como una advertencia hacia el ex alcalde de Reynosa, y el preámbulo de un conflicto al interior de ese partido entre varios de los aspirantes y de los grupos que los apoyan e impulsan.

Aquí en Nuevo Laredo aún no hay señales en ese partido, pero creo que la pelea estará interesante entre los dos bandos que se disputan el control del partido, ya que la pelea no será tanto por la candidatura por la presidencia municipal, sino más por obtener una de las tres diputaciones de mayoría relativa, además de alguna plurinominal, y el dominio del cabildo con regidores de batalla, aunque en el fondo se vendan al PRI y al alcalde en turno, como ocurre en la actual administración.

Rogelio Soto, impulsado por su compañero regidor Jorge Ramírez Rubio y el mismo médico, pudieran aspirar a una diputación. Oscar Villa, ex regidor, también aspira, ya sea retornar al cabildo, mientras que se menciona que el agente aduanal Rafael Pedraza, pudiera resurgir en sus aspiraciones a una las candidaturas a diputado. Ello, porque ambos personajes se les ha visto con frecuencia en algunos actos políticos de su partido.

Pero no hay que olvidar que el ex diputado federal Arturo Sanmiguel Cantú, tiene poder en el PAN, al igual que el ex candidato a la alcaldía, Hugo Galindo Leal, quienes apretarán para que sus incondicionales sean favorecidos en el próximo proceso electoral.

Hasta mañana

([email protected])

(Visited 1 times, 1 visits today)