RELATO 1.-Apenas apareció en escena y, fuga, que ponen pies en polvorosa.
Y es que en el pasado primero lo bañaron con shampoo de cariño, lo mimaron y a base de mañas lo convirtieron en una gran celebridad, hasta que por unos cuantos votos fue derribado en la lona y se quedo a un pelito de llegar a la alcaldía.
Convencido de que vendrían tiempos mejores él se hizo a un lado y a casi dos años de distancia de aquel triste episodio ahora observa con coraje que aquellos que le tendieron la mano al pasar no merecen su menor consideración y menos respeto.
Porque primero le bajaron el sol y las estrellas y, luego, se unieron al enemigo.
Y cómo no, si ellos, los traicioneros, se acomodaron con suavidad en el gabinete de Sergio Posadas Lara, alcalde `priísta de Madero, Tamaulipas, no obstante de que antes de la contienda local le habían prometido amor eterno.
Pero ahora, que el nombre del ex panista, Jaime Turrubiates, suena que suena como el primero en la lista para apoderarse de la alcaldía porteña bajo las siglas del PRI-Verde Ecologista, ellos que emprenden la huida para evitar que el próximo alcalde los enjuicie y los masacre como parte de una natural venganza.
Y es que en Madero se comenta recio y quedito que unos quince funcionarios de nivel de directores renunciaron en el momento que el nombre de Jaime salto a la palestra como posible candidato a la alcaldía y, ni modo de que sea un invento.
Eran, ellos, quienes empujaron en el pasado para que Jaime se apoderara de la alcaldía bajo los colores del PAN y quienes ante su fracaso lo dejaron solo, desnudo y sorprendido, también.
Las lenguas viperinas del sur de Tamaulipas dicen que la traición a Jaime se gesto desde antes y que esos mal nacidos operaron desde adentro de la campaña panista a favor del abanderado priísta.
Por eso su premio fue un puesto en el gabinete de Sergio para que hicieran de las suyas a su antojo y que de paso saborearan las mieles que regala el poder.
La emigración de funcionarios es más evidente es en la Tesorería del Ayuntamiento de Madero y, por algo será.
Es, esa dirección, donde para algunos maderenses se cometieron las peores irregularidades de la administración y es por eso que mejor le dijeron a Sergio “good bye”, antes de que se les aparezca el lobo feroz.
Por su parte, Sergio hace tremendos esfuerzos para que su gobierno salga limpio de toda culpa y para que la maldición de Jaime no lo alcance ni lo martirice.
Los antiguos seguidores panistas de Jaime saben y, bien, que Sergio gano la alcaldía a la malagueña, por eso ahora no hay correcaminos que los alcance,
Singular es esto que sucede en Madero en la víspera del destape del candidato.
Donde el tomasista Jaime- casi no tiene padrino- ya se frota las manitas.
Porque ahora va la suya.
RELATO 2.-Culminó la Feria Tamaulipas 2009 y dejo un buen sabor de boca entre muchos tamaulipecos y entre quienes no lo son, también.
Con ese vistoso y completo evento nos regalo el gobernador, Eugenio Hernández Flores, durante quince días algo distinto por su calidad, por su organización y por el impacto que produjo entre quienes tuvimos la oportunidad de pisar y de disfrutar los espectáculos que se presentaron en el Recinto Ferial.
Porque observar el rostro satisfecho y de admiración de quienes se desplazaron con comodidad y con seguridad por el enorme espacio ferial inyecta la sensación de que ahora los tamaulipecos tenemos una feria que merecen.
Ya que con la presentación de Paquita “La del Barrio”, Paulina Rubio, Emmanuel y su hijo, y Pedro Fernández, dejaron huella y le dan prestancia, categoría y una buena dimensión a una feria que por años permaneció flaca y olvidada.
Bueno es el intento del señor gobernador de promocionar nacional e internacionalmente a Tamaulipas desde ese ángulo.
Aunque justo es que comparta ese crédito con funcionarios como el Secretario de Economía, Alfredo González Fernández, sobre quién recayó gran parte de la responsabilidad para que esto se eleve a la categoría de la palabra éxito.
Tamaulipas ya se puede jactar de que presento a México una feria de primer nivel.
Y los tamaulipecos, también, porque los momentos agradables.
No tienen precio.
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