En el pasado reciente se efectuó la Expo ayuda 2009 en el parque Olímpico, con un total de 54 asociaciones civiles de la ciudad de Matamoros, cada una de las agrupaciones colocó un Stand para dar a conocer las actividades que realizan en beneficio de la población.
La presidenta del sistema DIF- Municipal “Marisa” Castañeda de Silva fue la encargada de llevar a cabo la declaratoria inaugural y en su mensaje comento que en el futuro “se hablará del privilegio de dar y el agradecimiento y la humildad de recibir”.
Conceptos que corresponden a una formación religiosa de tendencia cristiana y de tendencia socio-política conservadora, de derecha.
Es mi obligación informar a Doña “Marisa” y a todos los generosos filántropos reunidos ahí, que dar a la población los medios necesarios para que realice alguna actividad productiva y no tenga que mendigar, es obligación de los gobiernos y sus autoridades; los generadores de empleo están obligados a pagar justamente por el trabajo, a cambio los trabajadores deberán pugnar y esforzarse para obtener el mayor beneficio de su trabajo.
La pobreza es una situación o forma de vida que surge como producto de la imposibilidad de acceso y/o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas que inciden en un desgaste del nivel y calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable.
También se suelen considerar la falta de medios para poder acceder a tales recursos, como el desempleo, la falta de ingresos o un nivel bajo de los mismos.
Además puede ser el resultado de procesos de segregación social o marginación. En muchos países del tercer mundo, se dice que uno está en situación de pobreza cuando su salario (si es que tiene un salario), no alcanza para cubrir las necesidades que incluye la canasta básica de alimento. Véase al respecto “Gegenstandpunkt” 04/2003, p. 49-54
De modo que donde hay pobres no se ha cumplido con el compromiso de la autoridad, de los patrones o de los trabajadores, quizá sea una combinación de todo ello.
Cualquiera que sea la causa, México tiene una abundante colección de pobres con más de 70 millones, y una reducida lista de ricos que no pasan de 25 familias.
Quizá por conveniencia, vergüenza o por convencimiento religioso, a unos cuantos les ha dado por practicar el altruismo que está definido como la diligencia en procurar el bien ajeno sin esperar nada a cambio: el altruismo se opone al egoísmo.
Nada más que en muchos casos, uno es el que aporta el dinero y otro el que aparece en los periódicos como generoso donador, observe que todos los dirigentes que entregan cheques o efectivo, que dirigen o administran estas instituciones son millonarios ¿podemos aplicar a ellos el calificativo altruista, o sus sinónimos: benevolencia, piedad, quijotismo, limosna, hidalguía, liberalidad, humanidad, sacrificio, civismo, acogimiento, beneficencia, quijotada, celo, desinterés, hospitalidad, desprendimiento, generosidad, filantropía, abnegación, caridad?
De ninguna manera, si consideramos que altruismo es la diligencia en procurar el bien ajeno aun a costa del propio (Real Academia Española) y, definitivamente, tampoco aplica a los que administran el dinero que debieran recibir los pobres, pero hagamos un poco de historia para comprender:
El término “Filantropía” fue creado por Flavio Claudio Juliano (331/332 – 26 de junio de 363), quien fue emperador de los romanos desde el 361 hasta su muerte.
Una de las tareas primordiales de Juliano como emperador, fue la de restaurar el paganismo como religión de los romanos, en este intento imitó a la iglesia cristiana en todas sus instituciones e incluso en su doctrina, como en este caso, así acuñó el término “filantropía” para suplir al cristiano de caridad, que formaba una de las virtudes de la nueva religión y que nunca había sido parte del paganismo como religión en Roma o en Atenas.
En las Iglesias cristianas la caridad es una de las virtudes teologales junto con la esperanza y la fe.
De acuerdo con el catecismo de la Iglesia católica (1822), “la caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios”.
Menciona San Agustín que la culminación de todas nuestras obras es el amor que él equiparaba a la caridad. “Ese es el fin y para conseguirlo, corremos, hacia él corremos; una vez llegados, en él reposamos” (S. Agustín, ep. Jo. 10, 4).
San Pablo habla del amor de Dios y nos deja ver cómo es la caridad, “La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta” (1 Co 13, 4-8). Y termina, “la caridad no dejará de existir”.
La caridad es la virtud teologal más importante, y es superior a cualquier otra virtud. Dice Pablo en 1 Co 13,13.
Todo lo anterior es Caridad, filantropía (en la acepción moderna) o generosidad, pero cuando damos algo que necesitamos, no lo que nos sobra, y menos cuando vivimos a costa de una supuesta obra de caridad y hasta queremos que nos lo agradezcan, cuando se practica la caridad no se espera gratitud.
Del modo como muchos supuestos filántropos ejercen su trabajo “social” es dando una limosna, diferente a la virtud teologal de la caridad. Limosna, del latín eleemosy̆na, según el diccionario de la Real Academia Española es: 1. f. Cosa que se da por amor de Dios para socorrer una necesidad. 2. f. Dinero que se da en las colectas hechas con fines religiosos. 3. f. Dinero, alimento o ropa que se da a los indigentes. 4. f. Donativo o subvención que se daba a los conventos de Indias, con cargo a los ingresos de encomiendas y otros.
Según el mismo diccionario caridad, del latín carĭtas es: 1. f. En la religión cristiana, una de las tres virtudes teologales, que consiste en amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a nosotros mismos. 2. f. Virtud cristiana opuesta a la envidia y a la animadversión.
Y hay una modalidad que le viene “como anillo al dedo” a muchos de nuestros 52 altruistas de la expo ayuda 2009, lo que el diccionario llama: “caridad con uñas”, que significa: 1. f. Ven. Favor que se hace con intención de beneficiarse uno mismo.
Gustan estos señores y señoras de la Expo que les digan “filántropos” que deriva sus raíces del griego φίλος philos (o filos), y άνθρωπος, antropos, que se traducen respectivamente como “amor” (o “amante de”, “amigo de”), y “hombre” (o “ser humano”), por lo que filantropía significa “amor a la humanidad”.
En general, la filantropía es el amor al género humano y todo lo que a la humanidad respecta, particularmente, en su forma positiva y constructiva, expresado en la ayuda a los demás sin que necesariamente se requiera de un intercambio o interés alguno en respuesta.
Los esfuerzos filantrópicos son realizados por parte de individuos o por grupos de individuos organizados. Pero mucho ojo, el Reglamento de la ley del impuesto al valor agregado en su artículo 19 dice: No pagan IVA las donaciones u obsequios deducibles. Claro, también son deducibles.
Pero no obstante, pensando de toda buena fe que los actos de los filántropos que se reunieron en la expo ayuda 2009 se ajusten a lo que dice el cristianismo, el diccionario, etc. y realmente estén ejerciendo la caridad, los Jesuitas dicen: “no le des el pescado, enséñalo a pescar”, y Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz 2006 y creador del Banco Grameen (“Banco de los Pueblos”) dijo en forma sabia, y con eso termino el presente: “La caridad y los subsidios de gobierno nunca resolverán la pobreza”.
FIN.