The Associated Press
WASHINGTON — Los chimpancés, nuestro familiar más cercano, no hablan, pero los seres humanos sí. Ahora un grupo de científicos localizó una mutación en un gen que podría ayudar a explicar la diferencia.
La mutación parece haber ayudado a los humanos a desarrollar el habla y el lenguaje. Probablemente no es el único gen involucrado, pero los investigadores hallaron que el gen luce y actúa de manera diferente en los chimpancés y en los seres humanos, según un estudio publicado en línea el miércoles por la revista Nature.
Las pruebas de laboratorio indicaron que la versión humana regulaba un centenar de genes de manera diferente a la versión del chimpancé. Este gen particular -llamado FOXP2- sufrió una mutación aproximadamente en el momento en que los humanos desarrollaron la habilidad de hablar.
“Realmente desempeña un papel importante en la diferencia entre chimpancés y humanos”, dijo el autor del estudio, Daniel Geschwind, profesor de neurología, siquiatría y genética humana en la Universidad de California en Los Angeles. “Si uno muta este gen en los humanos, encuentra un trastorno en el habla y el lenguaje”.
Esto indica “lo que podría estar ocurriendo en el cerebro”, agregó.
Frances Vargha-Khadem, titular de neurociencia cognitiva en el University College London, que no participó en la investigación, dijo que el estudio “condice bastante con lo que siempre habíamos sospechado”.
Vargha-Khadem ha estudiado sujetos con otras mutaciones heredadas en el mismo gen y sus problemas de habla y de lenguaje. La gente con determinada mutación tiene sutiles diferencias físicas en la mandíbula inferior, la lengua y el paladar, y sospecha que también los chimpancés las tienen.
Con el tiempo, las investigaciones sobre este y otros genes podrían quizás conducir a tratamientos genéticos para personas con determinadas dificultades evolutivas como autismo, dijo Geschwind.
Otros expertos advirtieron que no se creen expectativas desmedidas.
Aunque es positivo detectar las diferencias moleculares, es demasiado prematuro como para determinar qué significa para la evolución cognitiva y del lenguaje, advirtió Marc Hause, un profesor de biología evolutiva humana en la Universidad de Harvard.
“Yo sería muy escéptico a la hora de sacar conclusiones”, escribió Hauser en un correo electrónico.
Y la cuestión clave no es cómo, sino “por qué recibimos el lenguaje”, dijo Derek Bickerton, un profesor de lingüística en la Universidad de Hawai, autor del libro “La lengua de Adán: como los humanos hicieron el lenguaje, cómo el lenguaje hizo a los humanos”.
Sólo porque los seres humanos hayan desarrollado la habilidad del lenguaje no significa que ocurra automáticamente, señaló Bickerton.
“Todas las demás especies se las arreglan sin él”, escribió en un correo electrónico. “Debemos haber tenido alguna necesidad que no tenían las demás”.