Paul Sereno, explorador de National Geographic, presenta ejemplares hallados en el Sahara
Los restos de cinco antiguas especies de cocodrilo, de distinto tamaño, uno de ellos con los dientes como si fueran los colmillos de un jabalí y otro con un hocico como el pico de un pato, han sido descubiertos en el Sahara por el paleontólogo Paul Sereno y su equipo. Los cinco fósiles de cocodrilo, tres de ellos nuevas especies hasta ahora completamente desconocidas, forman parte de los restos de lo que fue un raro hábitat de cocodrilos situado hace 100 millones de años en una masa de tierra situada al sur y conocida como Gondwana, informa National Geographic, del que Sereno es Explorador Residente.
on 13 metros de largo y ocho toneladas de peso el Sarcosuchus imperator, popularmente conocido como Super Croc, fue el primer y mayor fósil de cocodrilo descubierto por Sereno en el Sahara, pero no el más extraño. Las nuevas especies, anteriores al SuperCroc, están en su mayoría dotadas de extremidades que les habrían permitido caminar en vertical -erguidas-, como otros mamíferos terrestres, en lugar de la morfología actual de los cocodrilos, con los miembros extendidos a los lados y el abdomen pegado al suelo.
Este profesor de la Universidad de Chicago y su equipo han desenterrado estas extrañas especies de saurios a lo largo de una serie de expediciones que comenzaron en el año 2000. En una época en la que los dinosaurios dominaban la naturaleza, estos cocodrilos habrían encontrado su hábitat en una zona que entonces estaba surcada por ríos y rodeada de una naturaleza exuberante en el área situada hoy entre Nigeria y Marruecos.
“Estas especies abren la puerta a la existencia de una serie de tipos de cocodrilo que no tienen nada que ver con los que conocíamos y que habitaban en territorios situados más al Norte”, ha declarado Paul Sereno. Los cinco tipos hallados por el paleontólogo, así como otras seis variantes cercanas, están descritas con todo detalle en la publicación ZooKeys y lo estarán también en el número que la revista National Geographic publicará en enero en España (a la venta a finales de diciembre). Además, la expedición de Sereno será protagonista de Mundo cocodrilo, un documental especial de National Geographic Channel, que se estrenará en nuestro país el próximo 27 de diciembre a las 21.00 horas.
“Estamos muy sorprendidos de haber hallado tantas especies del mismo período en un mismo sitio”, ha comentado el paleontólogo Hans Larsson, profesor asociado de la Universidad McGill en Montreal y miembro de los equipos que han descubierto los restos del BoarCroc y el PancakeCroc. “Cada uno de los cocodrilos parece haber tenido diferentes dietas y diferentes comportamientos. Es como si hubieran dividido el ecosistema para que cada uno pudiera sacar sus propias ventajas”, continúa.
Sereno y Larsson aventuran que estos antiguos cocodrilos eran pequeños y podían desplazarse erguidos. En el estudio científico realizado, los dos paleontólogos sugieren que el más ágil de toda esta colección de especies podría no solo galopar en tierra, sino que habría desarrollado una cola para poder nadar y desplazarse de manera veloz en el agua, dos modos de locomoción que se revelan como sellos distintivos de la evolución de las especies de los últimos 200 millones de años
“Mi cocodrilo africano parece que habría tenido piernas ágiles y erguidas para desplazarse en tierra y una cola versátil para meterse en el agua”, cuenta Sereno en su artículo de la revista National Geographic. “Sus talentos anfibios del pasado pueden ser la clave para entender como los cocodrilos lograron prosperar y, en última instancia, sobrevivir a la era de los dinosaurios”.