Crisis económica detiene proyectos de Iglesia Católica

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– Población reduce limosnas

Gastón Monge/EnLíneaDIRECTA

Nuevo Laredo, Tamaulipas.- La crisis económica ya penetró a la Iglesia Católica, por lo que varios de sus programas, entre ellos el de formación de sacerdotes, construcción de parroquias y atención de religiosos de edad avanzada y enfermos, peligra, según reconoció el obispo de la Diócesis de Nuevo Laredo, Gustavo Rodríguez Vega.

Quien es también presidente nacional de la Pastoral Social, dijo que pese a ello ‘la fe y la esperanza nos permite seguir adelante, porque la obra evangelizadora no se puede detener”.

A unos días en que el presidente Felipe Calderón anunció que la crisis había terminado, el jerarca católico mencionó que la Iglesia Católica, al menos en Nuevo Laredo, busca hacerse de recursos económicos para paliar un poco la grave situación económica por la que atraviesa, y uno de los recursos es hacer un llamado a la sociedad para que cumpla con el Diezmo, que el año pasado dejó solo 600 mil pesos.

“Pero con lo que se tenga hay que trabajar”, sostuvo.

Ante la falta de recursos y de más apoyo a través del Diezmo, el obispo mencionó que algunas obras proyectadas para este año, o se detuvieron o avanzan más despacio, sobre todo en lo referente a la construcción de otras 10 parroquias en la región del norte de Nuevo León y de Tamaulipas.

“Pero la obra evangelizadora no se detiene, y hasta ahora sí alcanza el dinero para cubrir el salario de los sacerdotes”, reiteró tras mencionar que son pocos los que en esta región cumplen con la obligación moral del Diezmo.

Aunque dijo que si todos los católicos cumplieran con ello, “habría abundancia para hacer muchas más obras a favor de la Iglesia, aunque no tengo un cálculo para saber cuanto se necesitaría, y depende del sector económico del que se hable”, expresó.

Ello afectó la especialización de sacerdotes en otros lugares del mundo, por lo que en estos momentos ningún sacerdote se especializa ni ha sido enviado a Roma, por lo que las limitaciones económicas obligan a la Diócesis hacer lo que se pueda.

En la ciudad, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), la Población Económicamente Activa (PEA), está formada por 60 mil personas, la mayoría católicos, los reunirían con su aportación Diezmo, tres millones de pesos cada año con un día de su salario como aportación.

La Diócesis cuenta con 75 sacerdotes que ofician en 37 parroquias, algunas de ellas cuentan aún con capillas que deberían ser parroquias, pero la falta de sacerdotes impide su atención.

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