

Benny Cruz Zapata/EnLíneaDIRECTA
Victoria, Tamaulipas.- Promotoras de las mejores causas, las asociaciones civiles en Tamaulipas están convertidas hoy por hoy en la tabla de salvación del tejido social erosionado por la pobreza, las enfermedades y la falta de oportunidades.
No hay dígitos oficiales para medir el bien social que cada uno de estos grupos diseminados a los largo y ancho de la geografía estatal, incluso no se conocen entre sí, pero están hermanados con un objetivo universal: Hacer el bien y velar por los vulnerables; de ello da cuenta Romana González Ríos, mamá por voluntad propia de quienes en la zona conurbada de Tampico, Altamira y Madero, lo han perdido todo:
-Nosotros nos dedicamos a apoyar a los enfermos mentales, a los “loquitos” como les dice la gente, a esos que apedrean en las esquinas, que corren de las banquetas, los que deambulan por las calles desgreñados, que no tienen a nadie en el mundo, aquellos que están a la buena de Dios; melenudos, sucios, comiendo basura, durmiendo en cualquier rincón, tapándose con periódicos; nosotros los recogemos en donde los encontramos, los lleva la policía o los vecinos; en la Casa hogar San Pedro los recibimos, los bañamos, los alimentamos y tratamos de encausarles su locura o las patologías que traigan y sobre todo todas las personas que formamos parte del albergue los vemos como seres humanos y los atendemos con amor; que es el principio que nos rige desde hace 40 años en que se fundó y de los cuales, los últimos 11, a mi me ha tocado dirigir.
El trabajo de Romana González, no solo le ha valido el reconocimiento a nivel Tamaulipas, sino que el trabajo que realizan en la casa hogar San Pedro fue el acreedor al Premio de Voluntariado a nivel nacional:
“Estos reconocimientos, por ejemplo, este que da el DIF estatal, es un aliciente, igual el que nos dieron hace poco a nivel nacional, pero más allá de esto nosotros tenemos nuestro premio diario en cada gracias, en cada cariño, en cada abrazo que nos dan, quienes en medio de su locura se sienten tratados como seres humanos, porque después de andar vagando en las calles, en la casa-hogar se convierten en productores hasta de lo que comen, ya que aquí se siembra fruta, hortalizas, lo que sumado a lo que los voluntarios dan, nos permite seguir apoyando a quienes no tienen nada en este mundo”.
Trabajadora de tiempo completo, sin sueldo pero con el corazón agradecido, Doña Romana tiene la certeza de que Dios la bendice y le da el triple de lo que hace en bien de los demás.
“Cuando uno ve a quienes necesitan de todo, aprecia las bendiciones que tiene y se da cuenta que no solo venimos a esta vida a pasarla de largo, sino a compartir aunque sea el tiempo para apoyar a los demás”.
En este mismo contexto y bajo el lema de “no te olvides de aquellos que ya no pueden recordar” funciona la Asociación Alzheimer Tampico-Madero-Altamira A.C. Nora de la Garza de Acevedo, es su presidenta, entregada de tiempo completo a la misión que a nivel nacional enarbola el grupo
“Nuestra Asociación se centra en el aspecto humano, físico y emocional de las personas con demencia, así como la de sus familiares, tratando de proporcionar una mejor y mayor calidad de vida a los enfermos, así como un mayor entendimiento a los familiares quienes sufren las consecuencias, saber que aún hay mucho por hacer, a pesar de los olvidos.”
A Doña Nora de la Garza nadie le cuenta lo que es enfrentarse a la enfermedad, la vive desde el seno de su hogar, pues su esposo el doctor Erasmo Acevedo la padece:
“Cuando nos llegó el alzheimer a la casa, supe que no podía quedarme sentada viendo cómo el olvido se apoderaba de mi marido, así que después del impacto y la desesperación me empecé a informar llegando a la asociación civil que está en Monterrey, empezó a fluir la información y es que de alguna manera quienes lo vivimos ya no podemos estar indiferentes, de eso ya son siete años y a la fecha ya son treinta los abuelitos que han pasado por la casa, en donde se les dan todo tipo de apoyo emocional, desde terapia cerebral, ejercicios especiales, canto, baile, les apoyamos a mejorar su calidad de vida, hay quienes llegan ya con la mente completamente extraviada y con apoyo profesional mejoran su estado, pues muchos de ellos ya permanecían encerrados por sus familiares quienes tenían que salir a trabajar; además nos dedicamos a nivel general a difundir información acerca de la enfermedad de Alzheimer, concientizar a la gente sobre la importancia de estar bien informados, entre otras actividades”.
Otra de las asociaciones civiles que ha sentado un precedente en cuanto a compromiso social es Vive Mujer A.C. dedicada a trabajar contra la violencia intrafamiliar, enfocando su labor en darles herramientas legales, emocionales y motivacionales a las mujeres que padecen situaciones de este tipo.
-Vive Mujer es una asociación civil que nace impulsada por la necesidad de dar a los mujeres las herramientas necesarias para salir adelante, de un cúmulo de circunstancias adversas que se tienen a nivel personal, matrimonial, espiritual, tenemos un equipo de profesionistas solidarios que van desde sicólogos, tanatologos, abogados, nutriólogas, y otros profesionales en coadyuvar para mejorar la calidad de vida de las mujeres.
Explica su presidenta Nayma Karina Balquiarena Pérez, quien ha concretado a la par un programa de televisión y un portal de internet con este mismo enfoque, quien expone que siendo la violencia uno de los problemas que lastimando a las familias, es necesario que como sociedad, cada quien desde sus trincheras contribuya a resolver el problema:
“Son muchos los problemas que nos agobian como sociedad, pero la unión de voluntades siempre será superior para la solución de estos, y bajo esto se trabaja, pienso que las asociaciones civiles son los grupos ideales para mejorar nuestro entorno en todos los sentidos y hacer algo por quienes lo necesitan”.