Crónica de un viernes negro

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Carlos Peña Palacios/EnLíneaDIRECTA

Reynosa, Tamaulipas.- Aun no se terminaba de celebrar el día de Acción de Gracias cuando en los límites de Estados Unidos con México la moneda americana se había terminado en las casas de cambio, el único lugar con divisa dólar era un pequeño establecimiento y su ironía es situarse apenas cruzando a la unión americana.

Conforme iban pasando las horas para dar entrada a la madrugada del Viernes Negro, una fecha esperada con ahorros en todo el año se reflejaba con la paciente espera de las personas y sus familias.

El desvelo bien valía la pena, además del ahorro económico, la provisión para asegurar la llegada del trineo de Santa.

Del puerto de Tampico, nunca faltan los regios, y por ahí alguien dijo que arribo una familia de Querétaro, las casetas de cobro y los kilómetros recorridos para llegar a McAllen, la ciudad que se vende sola habrían sido de provecho

Hasta los mismos empleados de la tienda se preparaban “psicológicamente” mediante aplausos minutos antes de atender a los caza ofertas, aquellos que el frio y cansancio le son compañía a cambio de los regalos prometidos.

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